Enojo en Córdoba por la tonada de una actriz de “Granizo”

La imitación del acento cordobés a cargo de Romina Fernandes desató una polémica en las redes. Opinan cineastas tucumanos.

PADRE E HIJA. En la ficción de “Granizo”, Romina Fernandes interpreta a la hija cordobesa del protagonista. PADRE E HIJA. En la ficción de “Granizo”, Romina Fernandes interpreta a la hija cordobesa del protagonista.

Convertida en éxito del momento en Netflix, donde se ubicó en el primer lugar del ránking de visualizaciones, la película “Granizo” desató una curiosa polémica en Córdoba. A través de las redes sociales, mucha gente de esa provincia se quejó del acento cordobés que trata de imitar la actriz Romina Fernandes, en su papel de la hija del protagonista, Guillermo Francella. Se leen en Twitter, por ejemplo, opiniones llenas de indignación:

“Porteños h de p dejen de actuar como cordobeses y contraten a cordobeses de verdad háganme el gran favor” (@JuliAndino1)

“Yo no soy cordobesa, pero me da una bronca que utilicen actores/actrices de otra provincia y que imiten el acento cordobés en las películas ¡Por favor! Basta de esos acentos de m... ¡Son horribles! ¡Los cordobeses no hablan así!” (@GochaenCordoba)

Hay que mencionar que algunas opiniones en contra no se limitan al acento de la actriz sino a toda la película de Marcos Carnevale, incluyendo críticas adversas de columnistas como Pablo Scholz, que escribe en el diario Clarín: “En Netflix, ver ‘Granizo’ es como ver una de Francella del siglo pasado. Es una comedia que casi termina como una catástrofe, pero si no llega a ser una catástrofe de película es por el carisma de Francella”.

En Twitter, escriben usuarios:

“La pelicula es un espanto, humor de la década del 70, el guión cinematográfico digno de una película de Carlitos Balá en la época del proceso, no lo aguanté ni media hora. Vengan de a uno”. (@ariel_epifani)

Alguno llega a ironizar que el único del elenco que actúa bien es el pescadito. Sin embargo, por otra parte, mucha gente opina distinto y afirma que la película les gustó mucho.

Consultados por LA GACETA respecto del tema del acento provinciano en el cine argentino, tres realizadores -dos tucumanos y uno radicado en la provincia- dieron su opinión.

Agustín Toscano

(Codirector de “Los dueños” y autor de “El motoarrebatador”)

En el cine que yo hago, el acento provinciano de Tucumán me es muy rico para trabajar, por una cuestión de sonoridad que me gusta, que conozco, y ubico los matices. Pero no distingo la diferencia entre un cordobés de capital y uno de La Falda, o entre un sevillano y uno de Málaga o de Cataluña. Cuando es algo bien hecho, suena bien. No importa que sea real o imitado. Es cuestión de gustos. El uso en mis películas de matices que tienen los regionalismos, no creo que sea una regla para las demás. En el caso de que suene muy mal y moleste, puede ser criticado como una mala actuación y punto. La mayoría de las veces, si hay un personaje que tiene que hablar con acento, ponen a un actor que imite esa forma de hablar.

Ezequiel Radusky

(Autor de “Planta permanente” y codirector de “Los dueños”)

Hay una pelea entre el cine de valor artístico y el de carácter pasatista o comercial. Y está ganando este último, a la vez que las políticas del Instituto Nacional de Cine (Incaa) van eliminando incentivos a la producción de filmes de contenido. Creo que hay una voluntad de que éste (’Granizo’) sea el cine que nos representa en el mundo. Un cine que venda, en lugar de un cine que sea reconocido en festivales.

Con respecto al acento cordobés simulado de la actriz porteña en la película de Francella, es un detalle que a los productores de este tipo de cine no les importa. Apuntan al público masivo de todo el mundo. El cine anglosajón, por ejemplo, no tiene problemas al poner un actor británico que finja el acento estadounidense, o viceversa. En Argentina hay una puja. Las provincias están tratando de forjar su cinematografía propia, pero a veces llegan al interior producciones de Buenos Aires, como la película que hizo Fede Bal en Tucumán y todo el mundo estaba contento sacándose fotos con él, a pesar de que no le querían pagar horas extras al personal tucumano.

Aunque no soy cordobés, me parece una tonada bastante lograda. Le creo a esa seudocordobesa. Hubiera sido más divertido opinar sobre una actriz porteña imitando una tonada tucumana, porque la tonada cordobesa está sobrevalorada. Las críticas de los cordobeses me parecen más que nada un tema de ego y orgullo. Si la tonada hubiera sido perfecta, igual la gente se estaría quejando de que no la hace una actriz cordobesa.

Juan Pablo Di Bitonto

(Autor de “Magalí”)

La identificación que tiene cada uno con la tonada de su lugar de origen es como la identidad con un club de fútbol. Si la tratan de imitar mal, se sienten profanados, vulnerados en algo íntimo. A mí me pasa con argentinos que vivieron un tiempo en España y, cuando vuelven, dicen palabras como “vale”. Uno se ríe y los carga, pero es parte de la mimetización que uno busca lograr en otro país para sentirse integrado.

“Granizo” es una película comercial que ha logrado su objetivo de venderse bien y obtener mucha difusión internacional. No necesita que estemos discutiendo sobre la fallida o no imitación del habla cordobesa.

Con respecto al éxito de la película, que está primera en el ranking de Netflix, como la más vista, el dato es dudoso. Por un lado, la plataforma contabiliza como visionado cada play que se le da al filme, pero no se sabe si el espectador la vio completa o la abandonó a los diez minutos. Por otra parte, son cifras de rating que maneja la propia empresa, no un auditor externo como en el caso de la TV abierta.

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