Por Gustavo Rodríguez
04 Agosto 2022
EN LA MIRA. El empresario Eduardo Made, en las últimas registraciones que realizó, puso este condominio como lugar de residencia.
Homeland Security Investigations (HSI) es el nombre de la fuerza federal de Estados Unidos que está analizando las firmas que registró en Miami el empresario tucumano Eduardo Made, que es acusado de promoción y facilitación de la prostitución agravada, ya que las víctimas son menores de edad.
El fiscal Agustín Chit, en una investigación iniciada hace menos de tres meses, sostiene que el acusado, que estaba alojado en un hotel de la capital, dirigía una red de prostitución de adolescentes. Según su teoría, contactó a una menor de 15 años para que captara a otras menores con el fin de que ejercieran la prostitución. Reunió las pruebas suficientes para que el juez federal Fernando Poviña ordenara primero la detención, que fue concretada el 4 de mayo y luego para que se le dictara la prisión preventiva a Made.
En la pesquisa, el investigador descubrió que el acusado tenía negocios en la ciudad norteamericana de Miami, donde está radicado desde hace varios años. Con ese dato, Chit mantuvo un contacto con la embajada de Estados Unidos que, después de analizar los elementos que había reunido, dieron intervención a la agencia mencionada. En pocos días iniciaron una pesquisa que habría derivado, por el momento, en la inmovilización de las cuentas que están a su nombre.
Los agentes especializados en la lucha de este tipo de delito (se informa por separado) confirmaron que Made aparecía ocupando diferentes cargos en por lo menos 19 empresas que fueron registradas entre 1990 y abril pasado, aunque no se precisan detalles de las operaciones que realizaban. Tampoco informaron datos sobre la tarea que está desarrollando. No descartaron que el investigado haya registrado otras sociedades utilizando el apellido materno.
Más datos
En el estado de La Florida está garantizado el acceso a la información de las firmas que se registran para poder iniciar sus operaciones. Los norteamericanos consideran que son cuestiones públicas y que no hay ningún impedimento en acceder a la base de datos. Por ese motivo, LA GACETA pudo constatar que Made abrió su primera firma en ese país en 1990 y la última, en marzo pasado.
De las 19 firmas que encontró este diario en las que él aparecía como titular o miembro de su directorio, sólo ocho seguirían activas, las otras 11 fueron dadas de baja, según la base de datos de la Division of Corporations del estado de La Florida. Este es el organismo en el que deben registrarse las formaciones de estas firmas. Las empresas que fueron dadas de bajas tuvieron una corta vida, ya que fueron cerradas entre los nueve y 13 meses de haber sido creadas.
De acuerdo a la información oficial, en los registros aparecen al menos seis sociedades integradas por otros tucumanos. Sólo dos de ellas, según los documentos a los que tuvo acceso LA GACETA, seguirían actuando en suelo norteamericano.
Entre las personas que figuran vinculadas a Made en estas firmas aparecen empresarios vinculados a las actividades agrícolas, supermercadistas, agentes de turismo y financistas que están autorizados a realizar operaciones financieras por la Comisión Nacional de Valores, propietarios de cadena de gimnasios, entre otros. También habría formado sociedad con italianos y australianos.
Las autoridades norteamericanas exigen que todos los integrantes tengan un domicilio legal en ese suelo para autorizar su funcionamiento. Made utilizó en varias oportunidades como lugar de residencia el condominio Delvista Towers, un complejo de oficinas y departamentos. El valor de los inmuebles, según la página de la firma que lo administra, supera los U$S 400.000, mientras que el alquiler de una oficina de más de 100 metros cuadrados supera los U$S 3.000 mensuales. En tanto que los socios, pusieron como lugar de residencia diferentes habitaciones de hoteles de esa ciudad.
EN LA MIRA. El empresario Eduardo Made, en las últimas registraciones que realizó, puso este condominio como lugar de residencia.
La pesquisa
La económica es otra de las líneas que está siguiendo atentamente el fiscal Chit y las fuerzas federales. Mientras tanto, continúa la investigación por la posible existencia de una red de explotación sexual que podría tener vínculos internacionales.
El trabajo, en estos momentos, está centrado en sumar más pruebas para ampliar la acusación en contra de Made. Para los acusadores existirían elementos suficientes para sospechar que podría ser un engranaje de una red de trata.
Hasta ahora, el empresario es el único detenido por la causa. Pero la justicia tiene los indicios suficientes para sospechar que el acusado recibió colaboración por parte de dos ejecutivos del hotel Sheraton. Aníbal Paz y Javier Lobo Aragón, los defensores de los nuevos sospechosos, negaron que hayan tenido algún tipo de participación y que están dispuestos a aportar toda la información necesaria para esclarecer el caso. El lunes serán indagados como imputados.
Por otra parte, al aparecer indicios de que podría haber más víctimas -hasta el momento son siete-, el fiscal Chit informó que se reciben denuncias a la Línea 145 o al teléfono 4311190, que pertenece a su fiscalía. El funcionario adelantó que en caso de reportarse un nuevo caso, se activa un protocolo para darles garantías y atención de profesionales a los denunciantes.
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Abuso sexual
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