En Santa Ana quieren forjar alumnos que ayuden a revivir al pueblo

Actividades en la Escuela Agrotécnica.

MANOS A LA OBRA. Alumnos y profesores plantaron árboles autóctonos para poder reforestar, preocupados por la tala indiscriminada en la zona. MANOS A LA OBRA. Alumnos y profesores plantaron árboles autóctonos para poder reforestar, preocupados por la tala indiscriminada en la zona.

La Escuela Agrotécnica Juan Mantovani de Santa Ana forja jóvenes con la expectativa de que se constituyan en promotores del desarrollo socio-económico de la comunidad. También para mejorar el medio ambiente, castigado por la tala indiscriminada en sus bosques. El pueblo, desde el cierre del ingenio azucarero en la década del 60’, está sumergido en una decadencia de la que no logra salir. La desocupación, que supera el 50 % de su población, es uno de sus principales flagelos. De ahí que el establecimiento educativo aborda esa realidad social capacitando a sus más de 500 alumnos en múltiples actividades productivas. Una valiosa herramienta que puede contribuir al despegue de Santa Ana.

Este es el objetivo que tiene el local escolar, según confiesa su directora Mónica Hael. “Todo lo que hacemos apunta a un renacer de esta población. Capacitamos a los jóvenes con la mirada puesta en ese objetivo. Son ellos los que serán los protagonistas de ese desafío”, añadió.

Las labores que despliega la institución fueron expuestas en la muestra anual que desarrolló el establecimiento educativo el miércoles en sus amplias instalaciones. Los avances en el conocimiento y la tecnología se expusieron notablemente en los casi 20 stands, viveros y criaderos que exhibieron los jóvenes acompañados por sus docentes. Así, en el puesto referido a las “Variedades de caña de azúcar” los estudiantes de sexto año mostraron el desarrollo de una nueva especie de esa planta. “Este trabajo lo realizamos a través de un convenio con la Estación Agroindustrial “Obispo Colombres. Se trata de la variedad 9.510 que es más resistente a las enfermedades que la antigua 384, que es la que se utiliza en un 84% en los campos de Tucumán”, explicaron las alumnas Florencia Ferreyra, Celina Pérez y Juan Cejas. “Esta novedosa versión es de un tallo más alto, macizo, yema ovalada y muy rica en azúcar”, observó el docente Juan Alberto Castellano. “Se trata de un trabajo genético desarrollado en laboratorio y que ahora está en pleno proceso de seguimiento de su evolución y resultado”, añadió. “Va a significar un importante aporte a la producción y economía de los productores”, aventuró Castellano.

PURA CIENCIA. Los chicos utilizan los laboratorios para sus tareas. PURA CIENCIA. Los chicos utilizan los laboratorios para sus tareas.

Reforestación

En el sector de Agroecología, Arboricultura y Floricultura, de los alumnos del séptimo año, el profesor Aníbal Tello, está al frente de un proyecto institucional “para revalorizar la flora nativa y de frutales de los depredados bosques de la zona”. “Esta es una tarea ardua que encaramos y que apunta también a que la gente tome conciencia acerca de la importancia vital de la preservación de nuestro ecosistema. La tala indiscriminada genera cambios en el ambiente que afecta la calidad de vida de las personas y produce la emigración o extinción de las especies de aves y los mamíferos”, apuntó Tello. “Estamos comprometidos con este tema en conjunto con la Dirección de Montes Nativos de la provincia y la Fundación Forestar. Se trabaja en los viveros escolares proveyendo de mora turca, nogales, cedro, lapacho, algarrobo blanco, tala, arrayanes y alcanfor. Hay que intervenir por ahora en unas 200 hectáreas que habían sido usurpadas, desmontadas y que fueron recuperadas por el Estado”, explicó el alumno Franco Carrizo.

CUNICULTURA. Alumnos observan los conejos que ellos mismos crían. CUNICULTURA. Alumnos observan los conejos que ellos mismos crían.

Apostar a la dulzura

La sala de industria muestra a alumnos trabajando con esmero en la producción de mermeladas de frutillas, naranjas, mandarinas, de dulce de leche y de cayote. La reducida fábrica dispone de dos pailas eléctricas para grandes y pequeñas producciones y una compresora para esterilizar los frascos de vidrio. “Aquí estamos aprendiendo a producir dulces y lo que hacemos nos ayuda en nuestra propia economía ya que los vendemos en el pueblo con buena respuesta”, dijo el alumno Exequiel Ibarra del séptimo b. En el sector de Zoología Agrícola, los estudiantes muestran productos que apelan a las propiedades caceras de algunas hierbas como lavanda, el ajenjo y la citronella que se utilizan como desodorantes ambientales, para combatir plagas en las plantas y para ahuyentar los mosquitos. En los extensos invernaderos los estudiantes producen tomates, pimientos, zapallitos de tronco de características, todos orgánicos. La apicultura, cunicultura (cría de conejos), la producción caprina y de porcinos son otras de las actividades que se desarrollan. La leche de cabra la utilizan en la producción de quesos y dulces.

MOTIVO DE ORGULLO. Más de 500 alumnos concurren a los talleres. LA GACETA / FOTOS DE Osvaldo Ripoll MOTIVO DE ORGULLO. Más de 500 alumnos concurren a los talleres. LA GACETA / FOTOS DE Osvaldo Ripoll

En la Mantovani también hay un sector en la que se cultivan forrajes para la industria y la alimentación de animales. El alumno Gustavo Cuenca, del quinto año, exhibió un deshidratador solar de fácil fabricación y que sirve para mantener las frutas aptas para consumo por un mayor tiempo. El Taller de herrería, soldadura y electricidad mostró los distintos trabajos de fabricación de elementos de utilización doméstica, como budineras, braseros, palas, carretillas y rastrillos. Esa área, a cargo del docente Gustavo Jaime, también es importante en el mantenimiento del servicio de electricidad del establecimiento. La literatura, con un trabajo hecho por los alumnos de primer año sobre el Perro Familiar y otro de investigación acerca de los dinosaurios y los insectos, también tuvo su espacio en la exhibición.

“Lo importante en lo que se está haciendo es que los chicos responden con interés a los trabajos. Eso, acompañado de una creatividad generosa, nos genera confianza y esperanza de que el pueblo puede cambiar con ellos. Al menos es lo que queremos hacer concientizar”, cerró la directora Hael.

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