En Huaico guardan agua potable en bidones de agrotóxicos

Los vecinos dicen que no tienen posibilidades de comprar tanques. Las autoridades les advirtieron que no deben usar los envases plásticos

PELIGRO. Por falta de tanques, los vecinos guardan el agua en los bidones. PELIGRO. Por falta de tanques, los vecinos guardan el agua en los bidones. LA GACETA / FOTOS DE OSVALDO RIPOLL

En la comunidad de Huaico (Graneros), ubicada a 8 km al este de La Invernada, los vecinos siguen utilizando recipientes descartados de agroquímicos para almacenar el agua de consumo. Y mientras siguen esperando que la provincia les provea tanques adecuados para reemplazar los bidones de alto riesgo para su salud, recibieron la visita de inspectores de Sanidad Vegetal de la Secretaría de Desarrollo Productivo.

Estos realizaron un procedimiento de “gestión ambiental” con el fin de advertir a productores y otros lugareños que deben evitar la utilización de envases vacíos de fitosanitarios para el almacenamiento de agua para consumo, tal como lo vienen haciendo. Los pobladores admitieron que apelan a esos recipientes en razón de carecer de recursos para la adquisición de tanques aptos. El agua corriente que se distribuye ahí sale directamente de un pozo hacia los grifos de las casas. “Por disposición normativas es responsabilidad de los productores, aplicadores y asesores técnicos, determinar el destino final de los envases vacíos de productos fitosanitarios que estarían recibiendo una reutilización indebida para recolección de agua” se expuso en el acta labrada en el lugar y que lleva la firma de los inspectores Raúl Aráoz, Jorge Itarte y Georgina González. En la ocasión comunicaron a los vecinos que se encuentra disponible el Centro de Almacenamiento Transitorio en Alberdi. Explicaron que es ahí donde corresponde derivar los recipientes una vez realizado el procedimiento de triple lavado. “Queda prohibida toda acción que implique abandono, vertido, quema y/o enterramiento de envases vacíos de fitosanitarios” advirtieron enseguida.

Denuncia de alumnos

La utilización de envases de agrotóxicos para el almacenamiento de agua para consumo en Huaico, además de otras situaciones de abandono advertidas en el lugar, fue denunciada por alumnos del sexto curso de la Escuela de Comercio República de Panamá de Concepción. Se hizo pública a través de una publicación de LA GACETA de fin de mes pasado. Los jóvenes realizaron ahí un estudio de campo correspondiente a la cátedra de Derechos Humanos. Fueron acompañados por integrantes de la Fundación Ambientalista Ave Fénix. “Llama la atención la total despreocupación de las autoridades elegidas para atender y dar soluciones a los problemas de la comunidad. Aquí están vulnerados todos los derechos básicos que se le debe garantizar a toda persona. No tienen camino, agua potable ni atención de la salud” expuso el joven Mariano Barrionuevo.

El operativo que practicaron en el pueblo los inspectores de Sanidad Vegetal, fue duramente criticado por el titular de la Fundación Ave Fénix”, Gustavo Mahmud. Dijo que el procedimiento ejecutado por la provincia “no aporta ninguna solución –apuntó- al verdadero problema de los vecinos, que es el de no disponer de recursos para utilizar recipientes que le garanticen una conservación optima del líquido que consumen”. “El gobierno, la intendenta de Graneros y candidata ahora a legisladora, Alejandra Cejas, tendrían que haberse llegado hasta el lugar con soluciones concretas ante el abandono que padecen las casi 30 familias de Huaico” se lamentó el dirigente. “Esa gente conserva el agua desde hace años en esos envases que tuvieron agroquímicos. Nadie sabe si estuvieron consumiendo el líquido con contenidos residuales de esos tóxicos y si los que enfermaron fue por esa razón. Es gente que vive en el total abandono” concluyó. Merced a gestiones hechas por Ave Fénix, personal del Siprosa realizó la semana pasada un operativo de control de la salud de los habitantes.

El paraje Huaico, ubicado en Graneros, a la altura de El Sacrificio, está encerrado por dos ríos: el Marapa hacia el norte y el San Ignacio al sur. Los caminos que atraviesan ambos cauces no tienen puentes y en consecuencia quedan aislados.

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