El penal que Wojciech Szczęsny le atajó a Lionel Messi, casi sobre el final del primer tiempo, sólo sirvió para ponerle un poco de suspenso a un partido que no fue tal. Argentina fue demasiado para Polonia. Lo pasó por encima, lo superó de principio a fin, lo borró de la cancha y casi lo deja sin Mundial. Los polacos deberán agradecer que la Selección no convirtió más goles y que México se quedó con las ganas de golear a Arabia Saudita; porque si no, habrían sacado el pasaje de boleto a casa.
Los dirigidos por Lionel Scaloni aprendieron la lección tras las dos primeras fechas. En el debut, habían regalado el segundo tiempo contra los árabes; mientras que el pasado sábado, se habían mostrado faltos de ideas en los primeros 45 minutos. Pero en esta ocasión mantuvieron su idea, su ritmo y su nivel durante todo el partido ante un equipo que no supo qué hacer nunca; en ningún momento.
Fue demasiado flojo lo de los dirigidos por Czeslaw Michniewicz. Se limitaron a replegarse contra su arquero, pero sin convicción ni solidez. Cada vez que la Selección puso el pie en el acelerador, le generó complicaciones. Y si no se fue el descanso arriba en el marcador fue por fallas en la puntada final y porque Szczęsny estuvo brillante ante “Leo” desde los 12 pasos.
El arquero de Juventus se había atajado todo en la primera mitad. Y en la primera que tuvo Argentina, Alexis Mac Allister agarró mordido un centro de Nahuel Molina. La pelota hizo una parábola rara y se fue alejando de a poco de las manos de Szczęsny. Esa parecía ser la única manera de vencerlo. Sí; gol, 1-0 y tranquilidad.
Lo raro fue que el resultado no modificó nada en el trámite. La Selección siguió con ese hambre voraz y Polonia no salió; no jugó, no arriesgó. No hizo nada; nada de nada.
Por eso el tanto de Julián Álvarez fue un premio a un equipo que no sacó nunca la mirada del foco. Scaloni aprovechó para mover el banco, para cuidar jugadores “tocados” y para probar variantes de cara a lo que se viene.
Por lo que entregó en cancha, Polonia debió y mereció haber quedado afuera de la Copa del Mundo. Fue muy pobre lo suyo, pero sigue adelante gracias a manos amigas y ahora deberá cruzarse con Francia en el primer mano a mano.
Igualmente lo más importante del caso es que Argentina recobró su nivel; que despejó cualquiera de las dudas que habían aparecido en el inicio de la Copa y que está de pie. Ahora, en octavos, deberá cruzarse contra una Australia que tampoco aparece como “cuco”, ni mucho menos.
El sueño sigue en marcha y va en ascenso como el nivel de un equipo que se sacudió luego del tropezón y ahora va por todo. Además, jugando como lo hizo en esta ocasión, tiene permitido soñar.