Mundial Qatar 2022: una Selección que recuperó la memoria

Pese a lo exiguo del marcador, el funcionamiento del equipo fue sólido en todas sus líneas, con un Messi apabullante.

¡GRACIAS, “DIBU”! Otamendi y Enzo Fernández abrazan a Emiliano Martínez después del atajadón que evitó el empate en la última jugada. Una intervención crucial del arquero, que se festejó como un gol. ¡GRACIAS, “DIBU”! Otamendi y Enzo Fernández abrazan a Emiliano Martínez después del atajadón que evitó el empate en la última jugada. Una intervención crucial del arquero, que se festejó como un gol.

En los tres días que pasaron desde la clasificación a octavos de final se habló mucho sobre cuáles eran las fortalezas y debilidades de Australia, qué jugadores podían marcar la diferencia o qué ases bajo la manga podía guardar el DT Graham Arnold, pero no tanto sobre una cuestión igual de importante: cuál de las tres versiones de Argentina que habíamos visto durante la fase de grupos era la que saldría a buscar el boleto a cuartos frente a los “Socceroos”. Es decir, la impotente y desorientada que terminó perdiendo contra Arabia Saudita, la aguerrida que resolvió el duelo frente a México gracias a sus individualidades, o la empoderada que redujo a Polonia al papel de sparring.

Afortunadamente, la Selección confirmó esa tendencia alcista en el primer mata-mata. Es un equipo que va de menor a mayor. Y si bien sí pasó un par de momentos de angustia, cosa que contra Polonia no había sufrido, fue por el mérito de una Australia que entendió que metiéndose atrás no iba a lograr nada, a lo sumo demorar lo inevitable. Sin embargo, salvo esos momentos excepcionales de zozobra, el resto fue de Argentina.

La idea de Lionel Scaloni era repetir el 11 inicial que había presentado contra Lewandowski y compañía, pero la baja de Ángel Di María por una sobrecarga muscular obligó al DT a la variante. Una alternativa era meter a Thiago Almada de movida. También era la oportunidad de darle sus primeros minutos en el Mundial a Paulo Dybala (algo que muchos vienen pidiendo) o a Ángel Correa, pero Scaloni decidió darle otra oportunidad como titular a Alejandro Gómez, nuevamente por izquierda como carrilero. Al “Papu” le había costado explotar sus virtudes en esa posición en el debut, pero esta vez fue diferente: protegió bien la pelota cada vez que la recibió, y al no estar “Fideo”, fue él quien se encargó de encarar a los defensores.

Enzo Fernández firmó otro gran partido, siendo el timón del mediocampo, y confirmó que ahora el puesto es de él, y que Leandro Paredes tendrá que pelear desde atrás. Con él y un Rodrigo De Paul que volvió a ser el de antes, Lionel Messi estuvo bien acompañado y pudo moverse con más libertad en el ataque. Lo del “10” fue un show, sobre todo después del gol que abrió el partido. Y en el segundo tiempo no hubo forma de pararlo. Una pena que Lautaro no haya estado más fino para asegurar las pelotas que le sirvió Messi. El ex Racing está con la mira torcida, pero por fortuna Julián Álvarez no.

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