Cinco colegios, cinco ideas ecológicas para un mundo mejor

En marco del programa Conscientes, estudiantes de Tucumán y de Jujuy armaron propuestas sustentables y compitieron por un viaje de estudios.

DESDE JUJUY. El proyecto de los alumnos de la escuela Agrotécnica General San Martín resultó el ganador. DESDE JUJUY. El proyecto de los alumnos de la escuela Agrotécnica General San Martín resultó el ganador.

La mayoría de los adultos del público seguramente jamás habrá tenido educación ambiental. Calentamiento global, contaminación y cambio climático son términos que no estuvieron en su educación de niños. Tampoco fueron una preocupación para ellos... Pero para los chicos, los que estaban sobre el escenario, estas cuestiones sí son un problema, muy actual además, y todo eso sí los interpela. Mucho. Por eso fue emocionante ver cómo estudiantes de los dos últimos años del secundario, plantearon ideas que pueden cambiar el mundo. Nuestro mundo. Y todas las propuestas presentadas son posibles de lograr.

Esta semana se realizó en el hotel Hilton la última jornada de la edición 2022 del programa ecológico Conscientes, impulsado por la empresa Maderplak. Durante todo el año se realizaron varias actividades con solo un objetivo: lograr un impacto real y positivo en el ambiente. Retiraron tres toneladas de residuos del Cerro San Javier, y también plantaron 2.800 árboles nativos para crear un nuevo bosque. Pero el broche de oro estaba destinado a las nuevas generaciones y sus ideas.

Hace algunos meses, Conscientes lanzó un concurso para estudiantes del secundario. Cada escuela debía crear un proyecto sustentable. La mejor propuesta se haría acreedora de un viaje de estudios a Bariloche. Participaron cerca de 500 alumnos de más de 25 escuelas de todo Tucumán, Salta y Jujuy. Hubo cinco finalistas, elegidos un grupo de expertos. Y este miércoles, los elegidos se encontraron nuevamente el Hilton para que un jurado de notables evaluara cada propuesta y eligiera una como ganadora.

Atención spoiler: todas las propuestas merecieron el premio mayor. La modalidad fue igual para todos. Cada escuela tenía siete minutos para exponer y el jurado podía realizar sólo dos preguntas.

Corredores biológicos

Los primeros en subir al escenario fueron estudiantes del Colegio San Javier. “Somos el futuro de una increíble generación, pero también somos el presente”, dijeron los alumnos para presentar su idea. Su propuesta es la de devolverle a la naturaleza los espacios naturales “perdidos” por el avance de la urbanización en Yerba Buena.

Lo que plantearon fue la necesidad de crear corredores biológicos, es decir, nuevos espacios verdes que reconecten las áreas naturales todavía existentes, para preservar la biodiversidad de flora y fauna. ¿Cómo planean hacerlo? Primero, reconociendo cuáles son los espacios verdes que aún todavía existen; luego identificando otros posibles sectores para hacer corredores biológicos y finalmente, articulando acciones con el municipio local y con actores privados para llevar a cabo los nuevos corredores. Además, propusieron concientizar con charlas, talleres y jornadas.

Goereferenciación

Los segundos en presentar su idea fueron los alumnos de la Escuela Provincial Agrotécnica 4 de General San Martin, de Jujuy. “Vivimos en una ecorregión con gran biodiversidad, pero a medida que crece la ciudad todo eso se pierde, porque no se tiene en cuenta como parte de la infraestructura urbana”, explicaron.

El proyecto presentado propone identificar en su ciudad la calidad del arbolado en diferentes zonas, mapeándolas y diferenciándolas por color (verde: buena; amarilla: en mal estado; y roja: sin árboles) para luego reforestar los sitios deteriorados o sin plantaciones y tener un control acabado, con la app, de cada árbol.

Utilizando una herramienta digital con aplicaciones en el agro (ya existente, gratuita y probada), relevarían las características de los árboles para poder controlarlos en el tiempo y, después de plantar, habría un mapeo que indicaría dónde está cada árbol y en qué zona está ubicado. Toda la información estaría compartida con la población para poder concientizar sobre la importancia del arbolado urbano.

¿QUÉ HACER CON LAS PILAS? Una propuesta de ley desde el Instituto Oral Tucumán. ¿QUÉ HACER CON LAS PILAS? Una propuesta de ley desde el Instituto Oral Tucumán.

Un proyecto de ley

Los estudiantes del Instituto Oral Tucumán (escuela para alumnos sordos e hipoacúsicos) plantearon un problema propio: para sus audífonos ellos deben usar, por semana, hasta seis pilas o baterías. Lo definieron como un problema complejo, porque las necesitan para oír, y son conscientes del impacto ambiental que tienen.

“El problema radica en la falta de información, que se observa en la comunidad en general y en la comunidad educativa, en alumnos, en padres y hasta en docentes, que desconocen los componentes de estos elementos y los daños que pueden causar en el medio ambiente”, indicaron y resaltaron: “desde el punto de vista legal hay un vacío sobre la disposición final de las pilas”.

Su iniciativa, entonces, fue elaborar un anteproyecto de ley, con colaboración de la Universidad Nacional de Tucumán, para presentar a las autoridades y requerir una normativa específica para la disposición final de pilas y baterías. “Es importante contar con instrumentos legales que garanticen el correcto uso de estos elementos y su disposición final”, advirtieron.

Un plan de reciclaje

Los alumnos de la Escuela Agrotécnica de Amaicha y Los Zazos también plantearon un problema que los angustia. “La gente sólo conoce la parte linda de Amaicha, pero nosotros les vamos a presentar una triste realidad, detrás de los paisajes y de las tradicionales -narraron-; cada dos o tres días se llenan seis camiones de basura, que son más o menos 42.000 kilos de residuos. Y al no tener otras vías de disposición, las personas a veces eliminan los residuos por acantilados o los queman, y eso daña potencialmente la flora y la fauna del lugar”.

Su idea -dijeron- tiene que ver cuidar su tierra. El sueño es un valle limpio y sustentable. Plantearon hacer un censo (para saber la población del pueblo), coordinar ecopuntos, planificar y ejecutar las visitas de guardianes ambientales (son alumnos de la propia escuela), coordinar con la comuna para la visita de los recolectores, redactar una guía de separación y organizar eventos comunitarios para concientizar. Los residuos generados serán trasladados al Centro de Interpretación Ambiental (CIAT) para su posterior tratamiento. Con la separación de residuos -esperan- disminuirán los volúmenes de basura al 10 %.

Solución al plástico

Los últimos en exponer fueron los estudiantes de la escuela Técnica 2 Obispo Colombres. “La gran industria innovadora del reciclaje”, titularon su propuesta. Ellos encontraron dos alternativas para el consumo de plástico: una máquina que lo transforma en combustible gaseoso (a través de un proyecto llamado pirólisis) y esos gases pueden usarse para darle energía a la máquina; y plantearon usar una extrusora para las tapas de plástico. Las tapas se fundirán luego para hacer madera plástica. “Esa madera no genera costo de mantenimiento, es resistente a la lluvia, a las temperaturas extremas y tiene mucha más durabilidad que la madera común -destacaron-; además, los alumnos que no pueden comprar la madera para los cursos de carpintería ya usaron esta madera en tests. Y funciona igual”.

La máquina ya ha empezado a ser fabricada en la escuela y el objetivo principal es difundir el proyecto a otras instituciones de Tucumán, para que todos puedan realizar este novedoso reciclado.

Todos ganan

El jurado eligió como ganador al proyecto de georeferenciación de la escuela jujeña de General San Martín, pero hubo premios para todos los participantes. El gran premio -destacó Damián Rivadeneira, gerente de Maderplak- es que todos esos proyectos innovadores puedan ser llevados a la práctica y que cada escuela y cada alumno pueda aportar su granito de arena para un mundo mejor.

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