Problemas edilicios y de agua en algunas escuelas del interior

En Río Nío los alumnos no van a la escuela hace un mes, se dictan las actividades en un albergue y hasta se turnan para concurrir al establecimiento por arreglos de infraestructura

LA AGUADITA. En la escuela Aráoz de La Madrid los padres cortaron la ruta el mes pasado por falta de agua.  LA AGUADITA. En la escuela Aráoz de La Madrid los padres cortaron la ruta el mes pasado por falta de agua.
06 Abril 2023

Ya pasó un mes del inicio del ciclo lectivo escolar. En el interior de la provincia hay establecimientos que no están en condiciones y que debieron suspender la actividad, y otros que continúan el dictado a pesar de la situación de precariedad.

“Hace un mes que los chicos están sin clase”, dijo N.V., mamá de un estudiante de la escuela Río Nío, de Burruyacu. La mujer explicó que los alumnos de 4°, 5° y 6° del nivel secundario no tienen un establecimiento fijo ni tampoco docentes y autoridades.

“El tema viene desde el año pasado. Ellos estaban en un establecimiento antiguo, en donde los baños se rebalsaron muchas veces”, contó. Los estudiantes de los tres niveles -más de 60 chicos- tenían clases al mismo tiempo en la misma aula. “Pedimos que como el espacio era muy chico para la cantidad de alumnos que había, se lo pase al turno tarde en la escuela primaria que está a la par”, siguió.

En un primer momento, la mitad de los alumnos de la escuela Río Nío se trasladaron a la primaria de al lado -que daba clases a la mañana-, y ocuparon el salón de usos múltiples, mientras que el resto permanecía en las viejas instalaciones.

Si bien quedaron pendientes los trámites para pasar la escuela secundaria al turno tarde, apareció otro problema. “Ahora nos faltan profesores. Los que antes estaban a la mañana, no pueden dar clases a la tarde”, indicó.

Apenas tres preguntas

Es por eso que, a pesar de que el 1 de marzo se les informó que tendrían clases virtuales, los alumnos casi no tuvieron actividad durante el mes que pasó. “Lunes, jueves o viernes, con suerte, les mandan tarea, pero son tres o cuatro preguntas nada más”, reclamó.

En tanto, la designación de autoridades y docentes se estaría realizando esta semana, aunque se prevé que las clases demoren más en iniciarse. “Entendemos que lleva tiempo y papeleo, pero sabiendo que el año pasado ya se había insistido, tendrían que tener todo presentado”, dijo la mamá.

“Son los chicos los que están perdiendo. Cuando vuelvan a clase, los van a presionar con todas las tareas por el tiempo que pasó y no será fácil”, agregó.

Otro problema de índole edilicio se vio en la Escuela 213 Cacique Martín Iquín, en Quilmes. “Los chicos (del secundario) están teniendo clases en un albergue”, reclamó Mariana Flores, madre de un estudiante.

Tanto el nivel primario como el secundario funcionan en la misma institución y al mismo tiempo. El conflicto -indicó la mujer- es que en la secundaria no tienen aulas propias, y tampoco personal auxiliar. “Tienen un baño que comparten alumnos, profesores y directivos, la preceptoría es muy pequeña y tampoco tienen espacio para comer. Hay mucha incomodidad”, contó.

Con respecto a la falta de personal, señaló: “se normalizó gracias a la Ciudad Sagrada de Quilmes, que es un grupo de personas que administra el centro de interpretación del sitio turístico. De la ganancia de ahí se les paga a dos personas para que vayan a la escuela”.

Desde entonces cuentan con un trabajador encargado de la limpieza y otro de la cocina. Sin embargo, “no tienen ningún seguro de nada, porque sólo se les paga el día”.

Si bien las autoridades les prometieron un nombramiento de personal auxiliar en tres etapas, “no siguieron haciéndolo ni nos informaron nada”. “Nos sigue faltando personal. Estamos mejor gracias a la colaboración de Ciudad Sagrada, pero si falta alguien no hay quién lo reemplace”, dijo Flores.

Por su parte, Clara Alderete, mamá de la escuela N°210 Gregorio Aráoz de La Madrid, en La Aguadita, había participado de los cortes de ruta del mes pasado. La medida respondía a la disconformidad de los padres por la falta de agua en los establecimientos. “Estaban solucionándolo; habían traído un tanque de agua pero nunca terminaron la obra”, explicó.

Además, indicó que desde la semana pasada sólo los varones no están teniendo clases porque se está arreglando su baño. “Las mujeres sí, porque ya se arregló el de ellas, pero sigue siendo complicado. A la mañana sí tienen agua, pero a la tarde no, entonces todos tienen que llevar su botella”, explicó. Añadió que las obras están realizándose desde hace más de tres semanas, por lo que “ya tendrían que haber terminado, pero (los trabajadores) vienen cuando quieren”.

En tanto, en la escuela Diego de Rojas, en Simoca, fueron los padres quienes intervinieron y juntaron dinero para mejorar las condiciones del establecimiento. Durante la ola de calor, el monto recaudado fue utilizado para comprar ventiladores. “Pusimos $ 1.000 cada uno y fuimos comprando. Ahora estamos viendo si nos alcanza para un caloventor por lo menos para los chicos”, detalló Tamara Chávez.

“Nunca tenemos respuestas (de las autoridades). Estamos tratando de recolectar algo de dinero para ver qué llegamos a comprar, porque es una necesidad”, señaló.

El problema de agua que venían teniendo, en tanto, ya fue resuelto. Sin embargo, resaltó la “gravedad” de lo que implica que padres se estén “haciendo cargo” de condiciones edilicias que no les corresponden.

Faltan conserjes

Consultados por la situación de algunos establecimientos de Tucumán, referentes de la Agremiación del Personal de Enseñanza Media y Superior (APEM) y del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) expresaron su preocupación.

“Hay escuelas que están en condiciones mucho más difíciles que otras, sobre todo en el interior o en las zonas periféricas de la provincia”, dijo Liliana Rojas, de Sadop.

“No hay un control desde el Estado, que es algo que pedimos en su momento por la covid. Que se controle los edificios porque muchas veces hay aulas superpobladas y no se puede dar clases normalmente. No hay un control efectivo de los edificios escolares”, expresó.

Por su parte, Isabel Ruiz, de APEM, se refirió a la designación de conserjes. “Es algo que venimos planteando hace varios años. Se están cubriendo los puestos, unos 700 y tantos, pero eso sería la tercera parte”, sostuvo.

En tanto, agregó que “la situación del dengue profundiza la necesidad de ellos porque con estos días de lluvia la basura y el agua pueden ser peligrosos”.

Por su parte, la Secretaría de Fortalecimiento Escolar del Ministerio de Educación provincial compartió detalles de cada caso.

Con respecto a la escuela Río Nío, aseguraron se mantuvo una reunión con padres de la comunidad educativa. En ella, se habló sobre los próximos cargos a designar de autoridades y de docentes. En tanto, sobre la falta de espacio en la escuela secundaria de Quilmes, indicaron que “se está trabajando en un proyecto provincial para ampliar la escuela”.

Por último, mencionaron que en la escuela de La Aguadita “hay cuatro inodoros que no funcionan” en el baño de varones, pero se están usando los mingitorios “hasta avanzar con las reparaciones” con clases normales. (Producción periodística: Bárbara Nieva)

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