Tratan de develar los secretos de la casa de Chacabuco 59

Los investigadores están cerrando el círculo de sospechosos. Surgieron detalles de una pesquisa que se va destrabando. El problema del consumo de drogas. Diferentes versiones

LA ESCENA DEL CRIMEN. Las personas que están relacionadas de alguna manera con la casa de Chacabuco 59 aparecen como sospechosos. la gaceta / foto de analia jaramillo LA ESCENA DEL CRIMEN. Las personas que están relacionadas de alguna manera con la casa de Chacabuco 59 aparecen como sospechosos. la gaceta / foto de analia jaramillo

La casa de Chacabuco 59 es mucho más que la escena del crimen. Es el lugar donde hay secretos que los investigadores tratan de develar. Secretos de violencia de género, de consumo de drogas, de enemistades, posibles traiciones y abandonos. Eso quedó al descubierto al profundizar la pesquisa con la que se procura esclarecer el crimen de una mujer que sería Laura Gabriela Picciutto (48 años), ya que por el momento no pudo ser identificada.

Con el correr de los días se ven indicios con que se está cerrando el círculo de sospechosos. Todos fueron los últimos en tener contacto con la mujer que fue vista por última vez hace poco más de un mes y medio.

1- La casa

Todos los que aparecen en la lista de sospechosos tienen algún vínculo con la vivienda de Chacabuco 59. La única detenida, junto a otra joven y dos hombres, le arrendaba un departamento. La peluquera hacía lo mismo. Mientras que la ex pareja de “Gaby”, como la conocían en el vecindario pretendía vender la propiedad.

Ese lugar fue escenario de numerosas peleas. “Hace no mucho tiempo hubo una fuerte pelea entre la dueña, una de las parejas de hippies y la peluquera. La estilista los acusó a ellos de haber ingresado a su local para robar un televisor y otros elementos de valor”, relató Flor, empleada de un comercio de la zona. Fuentes judiciales confirmaron esa versión y añadieron que la trabajadora realizó la denuncia en la seccional 1°. A los días se fue del lugar.

La joven, que pidió que su apellido se mantuviera en reserva, contó también un caso en el que quedaron involucrados la chica que fue detenida y su pareja. “Ocurrió el sábado anterior a que encontraran el cuerpo. Parecía que él la estaba matando a golpes. Alguien llamó a la Policía y se armó un enorme revuelo”, agregó la joven empleada de comercio.

Por otra parte, también se confirmó que Picciutto tenía un enfrentamiento con su ex esposo por la vivienda. El inmueble era de la familia de él, pero en el juicio de divorcio, la Justicia determinó que quedaba para la hija en común, que vivía con ella. Sin embargo, la pequeña se fue a vivir con la abuela materna en una localidad del interior de la provincia.

Los investigadores de Homicidios, que trabajan bajo las órdenes de los comisarios Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, sumaron testimonios que analiza el fiscal Ignacio López Bustos. El hombre, cuyo nombre se mantiene en reserva, se presentó ante los inquilinos para exigirles que se retiraran porque su ex mujer había viajado. La Justicia ordenó el allanamiento de las viviendas del ex marido, de la peluquera y de una de las parejas que vivía en la vivienda. Están tratando de identificar a por lo menos otras dos personas, pero no se descarta que en las próximas horas decidan entregarse a las autoridades.

2- Perfiles

Los perfiles de los inquilinos y de la supuesta víctima tienen un factor común: todos estaban atravesados por el consumo problemático de drogas. La detenida, por ejemplo, fue trasladada a Homicidios, lugar en el que estuvo recuperándose durante varias horas porque se encontraba bajo los efectos de las sustancias que había consumido. La fiscalía de Homicidios II decidió postergar para hoy la audiencia en su contra por el estado en el que se encontraba. Está siendo vigilada continuamente ante el temor que sufra un síndrome de abstinencia.

Picciutto, por lo que dicen los vecinos, se habría encontrado en las mismas condiciones. “Cada tanto venía al local y se quería probar toda la ropa. Encima venía con su caniche, sacaba todas las prendas, las tiraba en el piso y su perro se tiraba encima”, relató Brenda, empleada de un local de la zona.

María Laura Hernández, una vecina, comentó una situación particular que protagonizó la supuesta víctima del crimen. “En febrero una amiga vino a buscarla porque hace un mes que no podía comunicarse con ella. Ella me decía que consumía pastillas y tomaba alcohol puro”, le dijo a LA GACETA. “Ese día ella golpeaba y golpeaba la puerta hasta que ‘Gaby’ la atendió. Ahí escuché que le dijo ‘mirate cómo estás, vamos a que te bañe’. Ese día la amiga entró, la arregló, le ordenó un poco la casa y la llevó a tomar un café en el bar del frente. Después de esa vez la amiga no volvió más”, finalizó.

3- Sospechas

Los vecinos señalaron que los inquilinos eran bastantes extraños. Contaron que se los veía andar en bicicleta y en patineta. De ella dijeron que creía que era una programadora, pero que no conocían más detalles. Tampoco querían conocerlo, ya que por sus problemas de adicción preferían tenerlos lejos. “Estaban muy limados. Vivían generando problemas por las drogas”, dijo Luis Martínez, estudiante universitario que compartió una que otra noche con ellos. “Siempre la gente los terminaba corriendo porque eran muy garrones”, añadió.

“Los hippies llegaron acá en marzo. A los días que empezaron a vivir acá fue este problema con la peluquera y después dejamos de ver a Gabriela. Quizás estaban los tres y pelearon por problemas de drogas y ellos la mataron”, añadió Flor, la empleada de comercio.

Hernández agregó: “entre los vecinos nos preguntamos qué era de la vida de ‘Gaby’. Pensábamos que se había ido a la casa de su madre para ver a su hija. “Durante todo este tiempo los hippies se hacían los tontos, hacían comentarios diciendo ‘nos dejaron y sin agua’, también preguntaban por ella, decían ‘¿dónde andará? Se fue y no volvió más’. Nunca creímos que estaría muerta. Ellos entraban y no dejaban que nadie ingresara. Veían por la ventana todo el tiempo. Tenían actitudes sospechosas”, añadió.

4- El DNI y el caniche

Hay dos puntos que vinculan a la pareja que los vecinos llaman hippies con la víctima. En el allanamiento que realizaron el lunes al mediodía, encontraron que la joven detenida tenía en su poder el DNI de la víctima. Por otra parte, Picciutto no se separaba de su mascota, un caniche toy. El animalito fue encontrado en el departamento de la pareja. Durante tres días el animal quedó ahí, abandonado a su suerte.

5- Problemas familiares

Un dato que no es menor en la investigación es los problemas familiares que tenía la propietaria de la vivienda de Chacabuco 59. En un primer momento no se sabía por qué sus seres queridos, incluso su hija, habían dejado de tener contacto con ella. Ahora los investigadores sospechan que por sus problemas de adicción se habría producido esta ruptura familiar.

“Su hija no quería saber nada con ella. No la reconocía como mamá. Gaby de vez en cuando venía y se largaba a llorar porque decía que estaba sola, que su hija no la quería, que su madre la corría de la casa porque era alcohólica y se drogaba”, explicó Flor.

Pese a que tenía varios alquileres con los que podría haber subsistido, su situación económica era desesperante. “Ella bajaba y por ahí se hacía la loca. Con todos los vecinos tenía problemas porque quería sacar cosas fiadas y nadie le daba”, destacó un empleado de un quiosco.

En el allanamiento, los pesquisas descubrieron que “Gaby” tenía prendas de alto costo, ya que muchas de ellas eran importadas.

6- Detalles importantes

Con el correr de las horas fueron descubriéndose algunos detalles del hallazgo del cuerpo. Finalmente se confirmó que la cisterna donde fue arrojado no tenía agua. Se supo que el cadáver fue envuelto con una colcha que habría sido atado con piola. Esa cobertura podría haber evitado que los olores nauseabundos se expandieran rápidamente.

Se confirmó también que la víctima del crimen tenía puestas prótesis mamarias. Las pesquisas tratan de determinar si los implantes de siliconas tienen un número de serie para saber la posibilidad de que exista un registro sobre quién las adquirió. Es una de las posibilidades que podrían utilizar para lograr una identificación más rápida.

Otro dato que no es menor. Una sola persona no pudo haber ocultado el cuerpo. Por esa razón los pesquisas creen que el crimen fue cometido por varios o al menos, hubo alguien que colaboró con el ocultamiento del cadáver. 

(Con la colaboración de Micaela Pinna Otero en la Producción Periodística)

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