Tres personas, en la mira de investigadores por el caso de Chacabuco 59

Siguen los pasos de una joven y dos hombres que alquilaban departamentos en la vivienda. Los inquilinos conocidos como “hippies” no tenían ni luz

EL LUGAR DEL HECHO. Hoy se cumple una semana del hallazgo del cuerpo y no hay pistas fuertes para esclarecer el homicidio. LA GACETA / FOTO DE JOSé NUNO EL LUGAR DEL HECHO. Hoy se cumple una semana del hallazgo del cuerpo y no hay pistas fuertes para esclarecer el homicidio. LA GACETA / FOTO DE JOSé NUNO

El futuro de la investigación del misterioso crimen de Chacabuco 59 depende de lo que puedan aportar tres personas. Dos hombres y una mujer serían claves para ayudar a entender lo que ocurrió en el interior de la vivienda donde fue encontrado el cuerpo de una mujer que se trataría de Laura Gabriela Picciuto (58 años). Están identificados por las autoridades, que esperan los resultados de algunas pericias para definir su situación procesal.

Hoy se cumple una semana del hallazgo del cuerpo en el interior de una cisterna que no tenía agua. La autopsia confirmó que se trataba de una mujer y que fue asesinada de un fuerte golpe en la cabeza, que le provocó una fractura de cráneo. Los peritos también estimaron, por el estado de descomposición, que el cadáver llevaba casi dos meses en el lugar donde fue hallado. Ese es el tiempo transcurrido desde que Picciutto fue vista por última vez.

Con el correr de los días, el personal de Homicidios, al mando de los comisarios Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, comenzó a sospechar de los ocupantes de los departamentos que alquilaba Picciuto. Hasta el momento, hay una detenida: Sofía Alejandra Di Gianni.

Los vecinos de la zona se mostraron sorprendidos por las derivaciones del caso. “Me parece que ella no tiene nada que ver en el caso”, comentó un comerciante de la cuadra. “Era otra la chica que vivía ahí. De eso no tengo dudas. No se la vio más desde que encontraron el cuerpo. Es más, algunos vecinos dijeron que días antes ellos sacaron sus pertenencias en bolsas”, añadió. Esa es una versión que, por las declaraciones de otras personas, ya fue tenida en cuenta por los investigadores, dirigidos por el fiscal Ignacio López Bustos (ayer se hizo cargo de la causa Carlos Sale).

Explicaciones

Las personas del vecindario bautizaron a tres inquilinos como los “hippies”. Les decían así por su aspecto físico. Todos tienen tatuajes, estaban desaliñados, usaban ropa vieja y tendrían severos problemas de adicción. “Vivían pidiendo fiado porque no tenían dinero. Al parecer lo poco que tenían lo gastaban en droga”, añadió.

DESAPARECIDA. Nadie sabe nada de Picciuto desde hace varios meses. DESAPARECIDA. Nadie sabe nada de Picciuto desde hace varios meses.

Di Gianni comenzó a aparecer en ese lugar en los últimos meses, cuando inició una relación sentimental con uno de los dos inquilinos que, al mismo tiempo, estaba en pareja con la mujer que vivía allí. El otro ocupante, que tendría unos 25 años, podría haber estado involucrado sentimentalmente con Picciutto.

Hugo, un comerciante de la zona, contó un detalle que sirvió para entender cuál era la situación de los “hippies”. “Me pedían permiso para cargar el celular porque no tenían luz”, relató. Varios vecinos confiaron que era común que los jóvenes les pidieran alimentos porque no tenían qué comer. “Siempre sospeché. Si no tenían para alimentarse, ¿Cómo podían pagar el alquiler? Me parece que ella los bancaba por alguna razón”. añadió en la entrevista con LA GACETA.

POLÉMICA FOTO. La detenida posa con una supuesta arma de fuego. POLÉMICA FOTO. La detenida posa con una supuesta arma de fuego.

Problemas

Picciuto, monteriza de origen, fue una joven muy atractiva. Desde muy chica era conocida por su belleza. Se casó con un empresario vinculado al mundo de los ascensores. Tuvieron una hija y luego decidieron separarse. El proceso del divorcio fue complicado por la disputa de bienes. La casa de Chacabuco 59, era un bien familiar del hombre, pero la Justicia terminó otorgándosela a ella porque allí viviría la pequeña.

Las diferencias reaparecieron cuando la hija se fue a vivir con su abuela materna al sur de la provincia. La ex pareja, que comenzó a tener problemas económicos, le exigía vender esa propiedad para poder salvar su negocio. Los investigadores allanaron su casa el lunes. Prácticamente no tenía muebles y el interior no habría estado en buenas condiciones.

“Era una joven muy atractiva, no sé qué le pasó. De golpe se vino abajo”, explicó Fernando Herrera, un vecino. “Creo que empezó a tener problemas por la droga. Cuenta la gente de la cuadra que no tenía ni para comer. Al final parecía de esos chicos que están en situación de calle”, añadió. “Las veces que venía no estaba en un buen estado. Siempre hablaba fuerte. Siempre estaba acompañada por hombres, pero no recuerdo sus aspectos físicos. Siempre llevaba bebidas alcohólicas, pero más no puedo aportar porque no teníamos mucho trato”, indicó Marcos, empleado de un drugstore.

“Acá sabemos que algo malo sucedía con los inquilinos. La peluquera se cansó. Dicen que entre los hippies y ella le robaron cosas de valor. Hubo una violenta pelea, después una denuncia y, por último, se terminó yendo. No creo que ella haya tenido algo que ver; simplemente discutió con la mujer porque estaba cansada”, explicó Herrera. Personal de Homicidios confirmó la existencia de una denuncia en la seccional 1a por este hecho.

La sospechosa

Poco se sabe de la única detenida. Quedó implicada en la causa porque en su domicilio de avenida Belgrano al 2.600 encontraron el documento de Picciuto. En audiencia en la que la acusaron de homicidio le dictaron la prisión preventiva por 51 días. Había generado mucha expectativa porque había anunciado que declararía. Pero no aportó mucho, casi nada en realidad.

Los investigadores comenzaron a indagar sobre su vida privada. Descubrieron que era una trabajadora sexual cuestionada por sus compañeras. “Rompía los códigos porque subía cosas que no corresponden en las redes sociales. Eso le llama la atención a la ‘yuta’ y empieza a investigar a todos”, le explicó a LA GACETA Laura, una joven trans.

Para probar sus dichos, mostró una foto donde supuestamente posa con una ametralladora. Habría sido tomada en un hotel alojamiento o en una casa que tiene un lujoso baño. Fuentes policiales creen que el arma no estaba operativa porque tiene deformada su estructura.

Los pesquisas solo emiten tres palabras sobre el desarrollo de la investigación: “hay que esperar”. Esa frase tiene un significado. Están aguardando el resultado de algún estudio clave o que alguno de los tres sospechosos se presente y aporte un dato que sirva para esclarecer el crimen más misterioso de los últimos tiempos. (Con colaboración de Micaela Pinna Otero)

Las cuatro teorías

1- Los investigadores no descartan que el móvil haya sido por un triángulo amoroso entre la propietaria de la vivienda y algunos de sus inquilinos. Dos de los cuatro arrendatarios ya fueron identificados.

2- También se conjetura que el homicidio puede haber ocurrido por un problema suscitado en una situación de consumo de drogas. Los protagonistas tenían problemas de adicción. Desde ayer investiga el caso el fiscal Carlos Sale (foto).

Tres personas, en la mira de investigadores por el caso de Chacabuco 59

3- Otra hipótesis es que el crimen se haya originado por la casa de Chacabuco 59. La vivienda formaba parte de una disputa en un juicio por divorcio. El ex de la supuesta víctima quería vender la casa, ella no.

4- La peluquera, que nunca fue detenida, quedó en la mira por un duro cruce que tuvo con la supuesta víctima. La estilista la había acusado de haberle robado, junto a los dos inquilinas, varios objetos de valor.

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