Las rachas siguen vigentes en Atlético Tucumán

El empate dejó conformes a todos; Central sigue sin perder en su estadio, por su parte la dupla mantiene el invicto en el “decano”.

MUY PELEADO. Coronel y Giaccone disputan la pelota con fiereza. Central buscó el triunfo hasta último momento, pero no le alcanzó. Atlético defendió muy bien. Fotos de Marcelo Manera - especial para La Gaceta MUY PELEADO. Coronel y Giaccone disputan la pelota con fiereza. Central buscó el triunfo hasta último momento, pero no le alcanzó. Atlético defendió muy bien. Fotos de Marcelo Manera - especial para La Gaceta

Es la ciudad natal de Lionel Messi. Rosario y sus alrededores ostentan una condición única: de enorgullecerse desde hace décadas por considerarse el “granero del fútbol argentino” a inflarse el pecho por haber cobijado la infancia de quizá el más grande (o al menos con lugar seguro en el top 3) de los jugadores de todos los tiempos.

Menos de 24 horas después de que Messi sumara su título 44 (o 43, según de qué estadígrafo se trate) y sedujera for ever al “soccer” estadounidense con apenas un mes de cortejo presencial, Rosario amaneció el domingo con frío. Y la mitad de la ciudad con las pulsaciones a mil, por el inminente debut en la Copa de la Liga de “su” Rosario Central.

El origen “leproso” de Messi lo distancia, por así decirlo, de Central, aunque después de tanto -y de la copa ganada en Qatar especialmente- seguramente los hinchas “canallas” lo aman apasionada y secretamente. Algo los une, eso sí: la familia de la “Pulga” tiene una espectacular casa Arroyo Seco, a orillas del Paraná y a unos 35 kilómetros de Rosario.

Y por allí mismo, a la vera de la Ruta Nacional 9, Central posee un country club, en el que el club viene invirtiendo mucho dinero para solaz de los socios que lo disfrutan en fines de semana y vacaciones. Frente al predio, un cartel de grandes dimensiones en colores azul y amarillo reza: “Forjadores de Campeones”. En él se ven los perfiles de “Fideo” Di María y del “Matador” Kempes, entre otros. Messi brilla por su ausencia, claro.

Pero así como Messi es gigante en su estatura futbolística, Central se siente un “gigante” del interior por derecho propio. Y bautizó de igual forma a su gran estadio del barrio de Arroyito, que en tres años y poco festejará el centenario de su construcción y que fue reformado y modernizado para albergar partidos del Mundial 78 (Argentina jugó allí sus tres cotejos de la segunda fase, incluido el de la polémica goleada sobre Perú que lo catapultó a la final).

Seguramente la celebración del “Día de las Infancias” y las correspondientes largas sobremesas retrasaron la peregrinación auriazul hasta las márgenes del Paraná para ver al equipo de Miguel Ángel Russo. El “gigante” se fue llenando a ritmo lento y cansino, pero a la hora señalada en que Leandro Rey Hilfer ordenó mover la pelota, el coliseo lucía no colmado, pero casi.

En la semana hubo “lío” (con minúscula) aunque en realidad con enojo mayúsculo de los simpatizantes: el nuevo sistema de reserva de populares y compras de plateas por internet no funcionó y muchísima gente se quedó sin saber, por caso, si la entrada que habían pagado a $ 10.000 estaba o no confirmada.

El club salió a pedir disculpas a través de un comunicado y aseguró que la situación no se repetiría en el próximo partido de local ante Talleres.

Pero aquí y ahora el desafío era Atlético. Un “decano” que llegó a Rosario tocando bocina, con un sprint final soñado en la Liga y la ilusión de arrancar ídem la Copa de la Liga para meterse en los play-offs y también en la Copa Sudamericana.

En definitiva, se trataba del choque de dos equipos “enrachados”. Como hizo notar la dupla en la previa, ganarle a Central en su estadio se ha transformado en una misión casi imposible desde la llegada de “Miguelo”. Y Atlético cambió de cara y de energía con el desembarco de Sergio Gómez y Favio Orsi: sin derrotas, y con 13 puntos sobre 15, era un momento ideal para medir fuerzas en un rodeo ajeno y complicado.

El 0-0 como resultado final permitió, de alguna forma, la supervivencia de las dos rachas. Aunque por algunas cuestiones propias del partido, terminó siendo casi como una victoria para el “decano”. Allá, en la ciudad de Lionel y de tantos otros cracks.

Primera práctica para Carrasco y Giani

Ayer a la siesta llegaron a Tucumán Julián Carrasco y Justo Giani y firmaron el contrato con el “decano”. Hoy a las 10 ya tendrán su primera práctica. Eso sí, lo harán junto a un grupo reducido de jugadores (aquellos que no viajaron a Rosario). La delegación que participó del 0-0 con Central volverá a entrenarse mañana, puesto que está previsto que llegue hoy a primera hora, luego de recorrer -durante toda la noche- en ómnibus los 952 kilómetros que separan la capital tucumana de Rosario.

El lunes 28 a las 21.30, en el estadio “José Fierro”, el “decano” recibirá a Instituto por la segunda fecha de la Copa de la Liga, en tanto que luego le tocará visitar a Argentinos Juniors, partido que se programó el domingo 3 de agosto, desde las 16.30.

Con la llegada de Giani y de Carrasco, Atlético llegó a cinco refuerzos (Paz, Carrera y Castro Ponce son los otros), pero aún no se retira del mercado de pases, ya que continúa buscando un lateral y un volante con características ofensivas.

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