Tiroteo mortal: “Lencina llora a cada rato y quiere pedirle perdón a los Delgado”

Al oficial le informaron que está siendo investigado por el homicidio de Lucas. No le formularon cargos por las otras dos muertes.

UNA CRUDA ESCENA. Los cuerpos de los dos acusados de haber robado al policía en el pavimento de la avenida Las Américas al 1.400. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO UNA CRUDA ESCENA. Los cuerpos de los dos acusados de haber robado al policía en el pavimento de la avenida Las Américas al 1.400. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO

“Llora cada vez que recuerda lo que sucedió. (Facundo) Lencina está en estado de shock por la muerte de (Lucas) Delgado. Quiere reunirse con su familia para pedirles perdón por todo lo que sucedió”, explicó Augusto Avellaneda, defensor del oficial de Policía que protagonizó el mortal tiroteo en el que murieron dos acusados de robo y un joven que quedó en la línea de fuego.

El miércoles, cerca de las 21 en avenida América al 1.400, según la teoría del fiscal Carlos Sale, que estaba vestido de civil, fue abordado por Cristian Legname y Samuel Alberto Gallardo que se trasladaban en una motocicleta. El segundo de ellos, apuntándole con un arma -después se confirmó que era de juguete- se apoderó del celular y de la billetera del uniformado.

Una vez que el asaltante comenzaba a escapar, siguiendo con la hipótesis del fiscal, el efectivo se identificó como Policía y les ordenó que se detuvieran. Los jóvenes no acataron la orden y Gallardo gatilló dos veces la réplica que tenía, por lo que Lencina extrajo su arma reglamentaria y realizó al menos 12 disparos -en el lugar se encontraron 14 vainas- de los cuales dos impactaron en Legname y cuatro, en su cómplice. Además, uno de los proyectiles hirió a Delgado que hacía ejercicios en el lugar. Fue aprehendido esa misma noche y estuvo casi 24 horas alojado en la sede de la división Homicidios.

Sale, al dictarle el cese de aprehensión, le comunicó oficialmente al efectivo que estaba siendo investigado por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, delito que contempla una pena de 12 a 24 años. Por la muertes de los dos jóvenes, el representante del Ministerio Público entendió que actuó legalmente. Hasta el momento sumó varios testimonios que confirmaron la versión de Lencina.

No solicitó que se le dictara la prisión preventiva por dos razones: por el momento no lo acusó de ningún delito y después, porque consideró que no había riesgo de que entorpeciera la investigación y mucho menos que se fugara, ya que desde un primer momento demostró que tenía intenciones de ser investigado.

De acuerdo a fuentes judiciales, el fiscal decidió esperar los resultados de algunas pericias clave como los informes balísticos y planimétricos del lugar para definir cuáles serán los pasos procesales que dará. “Cuando tenga todos los elementos solicitará una audiencia para formularle los cargos en su contra”, explicó un allegado al investigador.

Postura

“Lencina está muy afectado con todo lo que está viviendo. Él sinceramente no observó que el joven estuviera en el lugar. Él disparó porque temía por su vida. Tampoco tenía la más mínima posibilidad de saber que ese chico venía corriendo por ese lugar”, comentó Avellaneda.

De 28 años, el oficial que presta servicios en la comisaría de Villa Carmela, es soltero y no tiene hijos. Aún vive con sus padres. “Toda su familia está conmovida por lo que vivió. Él va una sola vez a la semana a buscar a su novia al trabajo, por lo que no se puede hablar que fue algo que estaba planificado”, insistió el profesional.

Lencina fue puesto a disponibilidad hasta tanto se aclare su situación procesal, por lo que sólo podrá cobrar el 50% de su sueldo. Puede ser reincorporado al servicio, pero realizará tareas administrativas, ya que no le devolverán el arma hasta que finalice el proceso.

El abogado indicó que no está preocupado por la muerte de los jóvenes que lo asaltaron porque actuó como lo marca la Ley. “La gente tiene que entender que los policías deben cumplir con su función estén de servicio o no. Por eso la mayoría de ellos portan su arma reglamentaria. El actuó como un buen uniformado, se identificó como Policía y sólo disparó cuando su vida corrió peligro. Podría haberse quedado callado, pero cumplió con su deber. De eso no está arrepentido”, añadió en una entrevista con LA GACETA.

“No sólo hizo bien eso, sino que además llamó al servicio 911 y a la ambulancia del 107 para que atendieran. Lo demás fue realmente una desgracia que no lo deja dormir desde ese día”, señaló Avellaneda.

“Al llegar sus compañeros, entregó su arma reglamentaria y contó lo que había sucedido. Esos detalles fueron importantes para que el fiscal no dispusiera que continuara detenido”, agregó.

“Él nunca se dio cuenta de que había herido a Delgado. Lo hizo cuando una señora comenzó a gritar por ayuda. Al haber visto lo que pasó fue a asistirlo. Quería ir con el muchacho en la ambulancia, pero lo convencieron que no lo hiciera porque tenía que estar ahí”, comentó Avellaneda.

Dificultad

El profesional indicó que Lencina no había visto a Delgado por lo que el joven quedó en medio de la línea de fuego. “Vamos a demostrar que no había manera de que lo vea. Estaba tapado con los árboles y a ello le debemos agregar que era de noche y que el desafortunado joven tenía prendas oscuras”, explicó.

“Además, hay otro detalle, estoy esperando los resultados de una pericia porque sospecho que uno de los proyectiles podría haber rebotado en el pavimento antes de herir mortalmente al joven. Vamos a pelear para demostrar que no tuvo intención de matarlo, que fue accidental y que está destrozado anímicamente por lo que sucedió”, destacó. Avellaneda reconoció que Lencina ya había participado en otros tiroteos, pero nunca cuando estaba fuera de servicio. “El fiscal debe tener en cuenta el contexto, la realidad y la historia reciente antes de acusarlo formalmente. Nadie puede olvidar que hace menos de dos meses, dos policías fueron asesinados cuando intentaron robarle la moto. Aunque muchos no lo crean, esas son situaciones que pusieron en alerta a muchos uniformados”, destacó. “Sin contar que cada vez son menos las personas que respetan el uniforme”, finalizó.

El lunes, cuando se reanude la actividad en Tribunales, se comenzará a definir la causa. En la fiscalía que conduce Sale ya se presentaron abogados que fueron contratados por los familiares de Gallardo y de Legname para que controlen la investigación. También lo haría la familia Delgado que definirá si asumirá el rol de querellante en la causa.

Comentarios