El dólar sigue siendo el termómetro de la economía

El BCRA continúa comprando divisas, pero los analistas temen que se amplíe la brecha cambiaria. Razones de la volatilidad.

Mercado cambiario. AFP Mercado cambiario. AFP

El objetivo es claro: captar didivisas externasvisas externas para robustecer las reservas internacionales. El Banco Central de la República Argentina (BCRA)adquirió U$S 189 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), mientras que en el balance semanal obtuvo un saldo positivo de U$S 631 millones.

En el mercado, continúa el reacomodamiento de los dólares financieros, y así es que la brecha ya testea el 30% ante una mayor búsqueda de cobertura por parte de inversores que no encuentran alternativas para defenderse de la fuerte pérdida de poder adquisitivo, advierte el economista Gustavo Ber. Ocurre que las tasas reales muy negativas, la acelerada inflación y un crawling-peg de sólo el 2%, resultan un combo que deja a los ahorristas acorralados, y además crece la expectativa de que en caso de extenderse conduciría a una ampliación aún mayor de la brecha, acota el analista.

En la cotización de los dólares bursátiles, el contado con liquidación (CCL) subió $ 68 en $ 1.144,59 y el MEP avanzó $ 62, en $1.109,23. Por su parte, el mayorista se ubicó en un promedio de $ 812,20 por unidad, con una suba de 50 centavos arriba del cierre del jueves, con lo que la brecha cambiaria con el CCL se ubicó en torno a 33% y con el MEP, en 30%. En tanto, la cotización del dólar minorista fue de $ 853,30 para la venta y de $ 794,71 para la compra. En el mercado informal, el denominado dólar “blue” subió $ 5 con respecto al miércoles, en $ 1.025 para la venta y $ 1005 para la compra. Por su parte, el denominado dólar tarjeta para compras en el exterior avanzó al final de la jornada 0,1%, en $ 1.331,20 por dólar.

Desde hace tiempo, la cotización del dólar, la brecha entre sus distintos valores y las reservas internacionales parecen ser las variables más relevantes de la economía argentina. Se ha constituido en el termómetro del nivel de precios. Si sube el dólar parece que viene el descontrol; un dólar bajo alienta expectativas de devaluación y, por lo tanto, de más inflación y también de descontrol. Entonces siempre el valor del dólar en la Argentina parece ser la clave del andamiaje económico, afirma a LA GACETA el economista Eduardo Robinson acerca de la volatilidad cambiaria.

El 13 de diciembre pasado, la gestión del presidente Javier Milei introdujo una fuerte suba del tipo de cambio oficial, con un salto cercano al 120%. “Si bien se descontaba una corrección de la divisa estadounidense, que venía por detrás de los precios, contenida por tratarse de un año electoral, la magnitud de la suba sorprendió, acota el consultor. Esta devaluación produjo una fuerte contracción de la brecha con el resto de las variantes de cotizaciones de los dólares en la Argentina. La pregunta es si este esquema sostenible. Según Robinson, todo indica que no por las siguientes razones:

• En primer lugar, porque en las últimas ruedas se vio que está en franco ascenso, en niveles superiores al 35% y seguirá subiendo. Diciembre es un mes en que hay más demanda de pesos; hay ventas de dólares para pagar sueldos y aguinaldos. El clima financiero ya no es el que reinaba en los primeros días del Gobierno de Milei.

• En segundo lugar, se verifica un recalentamiento de los dólares financieros y es muy probable que la tendencia se agudice en el verano. Es decir, que la brecha para febrero podría ubicarse nuevamente entre el 50%-60%.

La fuerte devaluación buscó tener un colchón para despejar expectativas de devaluación en pleno proceso de reacomodamiento de precios relativos, sostiene el economista. Se sabía que iba a acelerarse la tasa de inflación. “Pero, con una pauta de devaluación del orden del 2% mensual y una tasa de inflación que estará en el orden del 25% promedio durante el primer cuatrimestre, la cotización oficial empezará a rezagarse. Con un Banco Central que está exiguo de reservas y por estos días tratando de solucionar la deuda con los importadores, la brecha tiene tendencia creciente”, considera.

Los dólares financieros (MEP y CCL) empezaron a escalar y las consecuencias se observaron al cierre de la semana: el CCL pasó la barrera de los $ 1.100 y esto preocupa al Banco Central que emitió en los últimos días bonos para importadores, los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) con resultados, por ahora, poco satisfactorios. Pareciera que la solución del problema de deuda de importadores no está funcionando para moderar el CCL.

Las primeras dos semanas de licitación del bono para importadores fueron desalentadoras y en gran medida esto se explica por el bajo nivel de brecha que todavía mantiene el atractivo de dolarizar vía CCL y pagar a acreedores del exterior por ese medio, explica Robinson.

El repunte de la brecha cambiaria probablemente tenga también factores de índole política. “Las cautelares contra el DNU, el enrarecimiento del clima político con los desaguisados en el Congreso y anunciado paro de la CGT para el próximo 24. Las expectativas de que todo irá más lento se acentuaron en los últimos días. DNU y Ley ómnibus, llevará tiempo y esto puede dilatar avanzar con el programa económico. El problema es que puede haber un desgaste de expectativas de reencauzar los desequilibrios.

Lo que se vislumbra es un creciente contexto de conflictividad con una inflación que rozó el 30% en diciembre y repetiría en enero. Por lo tanto, se espera que sin un acuerdo inminente con el FMI y faltando cuatro meses para empezar la cosecha gruesa, la tendencia de compras del BCRA en el mercado oficial por casi 3.300 millones de dólares empiece a revertirse. Lo alentador, dice Robinson, es que todo indica que la cosecha gruesa será muy copiosa que aportará más de U$S 22.000 millones en comparación con la última campaña caracterizada por una severa sequía. Pero, hasta entonces, habrá que pasar el verano.

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