A diez años de la muerte de Grondona: Natalio Mirkin, el único dirigente que enfrentó a "Don Julio"

Muy pocos se cruzaron en el camino de Julio Grondona. Enfrentrarse al mandamás de la AFA fue, históricamente, un sinónimo de suicidio político. Para oponerse a Grondona se necesitaba valentía y por eso se agiganta el recuerdo de Natalio Mirkin, ex presidente de San Martín, quien más de una vez levantó la voz mientras el resto callaba. Y no sólo eso: fue capaz de llevar a Grondona a la Justicia en su afán de hacer valer los derechos de la institución que representaba.

El episodio más resonante se produjo en marzo de 1983, cuando la AFA suspendió por siete fechas el estadio de La Ciudadela. ¿La causa? Una agresión sufrida por el árbitro Juan Carlos Lousteau cuando se dirigía al aeropuerto, después de dirigir San Martín-Argentinos Juniors, por el viejo Nacional. Mirkin consideró excesiva la sanción, presentó un recurso de amparo y la Justicia Federal le dio la razón, pero los árbitros se negaron a dirigir en Tucumán y por eso se suspendió un partido de los “santos” con Chaco For Ever. Manlio Martínez, entonces juez federal, dispuso el procesamiento de Grondona, acusado de desobediencia judicial.

El titular de la AFA subió a un avión y aterrizó en Tucumán para dirigirse a Tribunales. Allí quedó cara a cara con Martínez. A Grondona lo asistió el abogado Ricardo Falú, afirmado con el paso de los años como una figura de la vida política y judicial de la Provincia. Fue un escándalo: nunca un presidente de la AFA había sido sometido a un proceso de esa naturaleza. Y nunca volvió Grondona a pasar por una instancia semejante.

Mirkin mantuvo su criterio de independencia y siguió pugnando por el fortalecimiento del fútbol en las provincias. Una de sus iniciativas fue la creación de la Unión de Clubes del Interior (UCI), en la que contaba con el respaldo inicial de varios dirigentes, entre ellos Amadeo Nuccetelli (recordado titular de Talleres de Córdoba). La idea era organizar torneos con los principales equipos del interior, en aquel tiempo marginados de la Primera, sin depender de la estructura de los antiguos Nacionales. Pero las presiones de la AFA fueron dejando solo a Mirkin en la patriada. Todopoderoso, Grondona ganó las pulseadas, pero el adversario estuvo a la altura de semejantes desafíos.