Crisis del transporte: ¿cuáles son las posibles soluciones al conflicto en Tucumán?

A la espera de reuniones clave, se mantienen los planteos de los empresarios a las autoridades.

Crisis del transporte. LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO Crisis del transporte. LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO

Se superó el paro del gremio de UTA y se restituyó a los 200 despedidos. Sin embargo, la crisis del transporte afronta una coyuntura compleja, que excede los conflictos registrados en la última semana. ¿Cuáles son los principales planteos de los empresarios y las posibles soluciones que aparecen en el horizonte?

El presidente del Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán, Fernando Arturo Juri (PJ), confirmó a “Buen Día”, el matutino de LG Play, que la próxima semana se reunirá con el gobernador Osvaldo Jaldo y con la intendenta de la Capital, Rossana Chahla, para analizar el escenario y proponer alternativas al cuestionado servicio de ómnibus.

Los resultados de ese encuentro serán clave para retomar las negociaciones con la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat), tras el cuarto intermedio dispuesto el jueves en la sede de 9 de Julio y Lavalle. Allí, las autoridades municipales se comprometieron a revisar las demandas de los propietarios de los colectivos, luego de varios días de tensiones y de fuertes mensajes cruzados entre las partes.

La tarifa: ¿de $690 a $940?

Los empresarios pidieron semanas atrás al Concejo Deliberante de la Capital la actualización del boleto mínimo, fijado en $690. Según Aetat, el valor ha quedado desactualizado. De hecho, este distrito quedó en el puesto 45° sobre 58° en el último ranking nacional de tarifas que difunde la Asociación Argentina de Empresarios (Aaeta), lejos del podio integrado por Pinamar ($1.591), Cipolletti ($1.510) y Pergamino ($1.400).

El estudio de costos enviado por Aetat a los ediles calcula un boleto a $1.490, pero la intención de los empresarios es que alcance los $940, valor que rige en centros urbanos como Rosario, Córdoba y Mar del Plata.

Juri, en la entrevista con LG Play, reiteró que el planteo de Aetat está siendo analizado por la comisión de Transporte, y se refirió a las chances de que se trate en sesión en lo inmediato. “Hace como 20 días que tenemos el pedido de los empresarios, pero queremos ser lo más justos posible. Es una delgada línea que hay entre lo que ellos reclaman y la posibilidad de pago de la gente. Somos muy prudentes. Es probable que la semana que viene (tengamos novedades), y si no, la próxima semana”, indicó el titular del Concejo.

La cuestión de los subsidios

Con la caída de las compensaciones federales por el recorte del presidente, Javier Milei, el Gobierno provincial aporta unos $40.000 millones anuales en subsidios al transporte para las líneas urbanas, interurbanas y metropolitanas. Por ello, una de las demandas de los empresarios apunta a que la Capital también sume recursos para afrontar la crisis. En principio, la gestión de la intendenta Rossana Chahla transmitió una rotunda negativa. “Los vecinos pagan sus impuestos para cubrir los servicios de alumbrado, barrido y limpieza, y no para subsidiar empresas privadas que deben asumir su responsabilidad en la prestación de un servicio digno”, había planteado el secretario de Gobierno, Martín Viola, cuando las tensiones estaban en un punto máximo. Ya con el diálogo abierto, los empresarios confían en que el municipio revisará esta posición. De hecho, se habla de la creación de un Fondo de Capitalización, que podría nutrirse de fondos provinciales y municipales con el fin de posibilitar la renovación de unidades a las 14 líneas urbanas. Otra posible solución en ese sentido es la gestión de créditos blandos -de origen nacional o internacional-, aunque para ello resulta clave a su vez que se avance con la normalización de las concesiones. Más allá de las variantes, los empresarios afirman que hace falta mejorar las condiciones para fortalecer el servicio. Por lo pronto, comenzaron a consultar en otros distritos -como municipios de la Provincia de Buenos Aires- para estudiar la incorporación de unidades más nuevas.

Renovar las concesiones

Uno de los ejes del reclamo de Aetat contra el municipio es la explotación del servicio mediante permisos precarios. Si bien la entidad que preside Daniel Orell aclaró que esta situación se originó en la gestión de Germán Alfaro, se reprochó a la administración de Chahla por la falta de respuestas a sus recurrentes pedidos para normalizar las concesiones de las 14 líneas urbanas. Según expusieron, sin una adjudicación a mediano o largo plazo, les resulta imposible acceder a líneas de crédito. El Ejecutivo municipal remitió esta semana al Concejo Deliberante el pliego para licitar la línea 11, cuyos propietarios comunicaron de manera formal su decisión de renunciar a la explotación del servicio. La idea es avanzar en el corto plazo con otras líneas, indicaron en el municipio. En Aetat confían en que, una vez abierto el trámite, se posicionarán de manera favorable para renovar la concesión. Para ello, según fuentes del oficialismo, antes deberían realizarse ajustes en la Ordenanza 400/79, una cuestión que tendría el visto bueno en la “mesa chica” del Concejo Deliberante.

Por el boleto estudiantil

Un cuarto eje de conflicto en esta crisis pasa por el boleto estudiantil gratuito que se aplica en el ámbito de la Capital. Y este punto también podría encontrar solución en las reuniones de la próxima semana. En la rueda de prensa de Aetat, los empresarios cuestionaron a la Capital porque sólo se les reconoce entre el 22% y el 25% del valor total del pasaje, según expusieron, y mientras a ellos se los “demoniza”, la dirigencia política obtiene réditos por la promoción de este beneficio. Según distintas fuentes, existiría la chance de que se actualice el porcentaje en línea con lo aportado por el Gobierno provincial por beneficios similares (como el boleto estudiantil para el interior y para jubilados). Para ello, el municipio debería cubrir cerca del 50% del valor total del pasaje por alumno. Más allá de las ruedas de diálogo, este eventual incremento representará un esfuerzo para las arcas municipales, dado que prácticamente se duplicaría el aporte de la Capital por cada boleto estudiantil.

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