Cayó la población de dalbulus maidis, con mayor magnitud en las regiones del NOA y del NEA

Según el cuarto informe del monitoreo de chicharritas, los adultos invernales del insecto están sobre el final de su ciclo de vida; es decir, si la plaga no consigue refugio y maíz la población podría seguir disminuyendo

ESTADO. Las condiciones ambientales del período podrían desencadenar la proliferación de maíces voluntarios, que servirían de alimento a la plaga, por lo cual recomiendan intensificar el monitoreo. ESTADO. Las condiciones ambientales del período podrían desencadenar la proliferación de maíces voluntarios, que servirían de alimento a la plaga, por lo cual recomiendan intensificar el monitoreo.
05 Octubre 2024

LA GACETA Rural presenta en esta edición la segunda parte del informe de cómo se desarrolló el XXIV Taller de Híbridos y Manejo de Cultivo de Maíz, que organizó la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) el jueves 19 del mes pasado, y del cual participaron más de 350 personas. En la ocasión, la temática principal giró en torno de la problemática que enfrenta a la campaña de maíz que se avecina con el achaparramiento del maíz, algo que genera suma preocupación en el sector maicero de la región.

Debido a ello los productores siguen de cerca todo lo vinculado a este tema, por lo que de manera permanente consultan los trabajos que lleva la Red Nacional de Trampas de Monitoreo de la chicharrita del maíz y conocer la dinámica poblacional de esta plaga.

El cuarto informe del monitoreo realizado entre el 4 y el 18 del mes pasado da cuenta de que se relevaron 426 localidades de la Argentina, distribuidas en las regiones del NOA, del NEA, Litoral, Centro-Norte y Centro-Sur. También se monitorearon localidades de Uruguay.

En el período contemplado se registró una disminución de los valores de captura de adultos de dalbulus maidis -la chicharrita del maíz, vector del achaparramiento- con trampas cromáticas adhesivas en la mayoría de las localidades relevadas. Este fenómeno se observó con mayor magnitud en las regiones del NOA y del NEA.

“El período se caracterizó por la oscilación térmica (intervalos de altas y bajas temperaturas); en algunas regiones se sumaron condiciones de sequía (baja humedad relativa), que atentaría la sobrevivencia de los adultos de dalbulus maidis”, señala el documento.

Además, menciona que los adultos invernales del insecto se encuentran en la fase final de su ciclo de vida, aspecto intrínseco a la longevidad de la especie (90 días aproximadamente). Esta situación implicaría que los valores podrían continuar disminuyendo en la medida en que la plaga no consiga refugio y maíz para alimentarse y reproducirse - se recuerda su condición de monófaga).

En el período evaluado el remanente poblacional de dalbulus maidis presenta una reducción en su dispersión pasiva a largas distancias. Esto puede deberse a factores ambientales -como temperatura y humedad-, además de la presencia del hospedero, que favorecen su actividad de alimentación y potencial reproducción en áreas más localizadas, limitando su movimiento hacia nuevas zonas o hacia lugares de menor temperatura, resultando una concentración poblacional en aéreas especificas (comportamiento endémico).

“Las condiciones ambientales durante este último período podrían desencadenar la proliferación de maíces voluntarios, que inicialmente actuarían como fuente de alimento, lo que con posterioridad permitiría la multiplicación de las chicharritas que sobrevivieron al invierno. Debido a ello, se recomienda la intensificación del monitoreo, la eliminación y/o el control de los maíces voluntarios y de la plaga”, puntualiza el informe.

“La intensidad del monitoreo es un componente crítico en este enfoque por lo tanto en aquellas zonas donde se implantó maíz (FS temprana) será de suma importancia intensificar los monitoreos sobre el cultivo, dado que las etapas iniciales del maíz son las más sensibles a los daños del complejo de patógenos causantes del achaparramiento del maíz”, finaliza el documento.

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