La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) es un ente autárquico que desde su creación, en 1909, tiene como misión apuntalar tecnológicamente el temprano liderazgo agroproductivo de Tucumán, en la búsqueda permanente de soluciones que el sector necesita para afrontar los inconvenientes productivos que aparecen; y trabajar en encontrar alternativas productivas que sirvan al sector para diversificarse. No solo mediante la investigación referida a cómo producir un nuevo cultivo, sino también para conocer los diferentes pormenores que hacen a su mercado.
Debido a esto la institución de investigación tucumana organizó una jornada a campo sobre Brassica carinata, un cultivo invernal de cobertura y de renta, no transgénico que ha ganado relevancia debido a su capacidad de generar biocombustibles de segunda generación para aviones y harina proteica para consumo animal.
La actividad estuvo a cargo de Sergio Casen, técnico de la sección Caña de Azúcar -subprograma Agronomía- de la Eeaoc, y responsable del desarrollo de cultivos energéticos en la institución. Durante el recorrido en los ensayos en la sede central de la entidad agrocientífica, el especialista brindó detalles sobre las ventajas, sobre el manejo y sobre el potencial de este cultivo, que posiciona a la Argentina como el productor más grande a nivel mundial de carinata, considerado un cultivo innovador para producir biocombustibles sostenibles.
Conocida comúnmente como “mostaza etíope”, tiene parentesco con la Colza (Brassica napus) en lo que respecta al manejo agronómico y a la similitud en los estados vegetativos y reproductivos. Brassica carinata tiene su centro de origen en Etiopía y es resultado de una hibridación entre la mostaza negra (Brassica Nigra) y la Brassica Oleracea (brassica silvestre). Es una oleaginosa invernal de cobertura y renta que tiene diversos propósitos.
Carinata, produce un grano que es comercializado bajo contrato con trazabilidad transparente, desde la siembra hasta su procesamiento en Francia, donde se convierte en biodiésel. Su grano es pequeño; las 1.000 semillas pesan entre 3 g y 4 g; contiene un alto porcentaje de aceite no comestible (de un 45% a un 48%), lo que lo hace ideal para la producción de biocombustibles -en especial, aptos para aviones-.
Al no ser un cultivo transgénico, es aceptado en mercados internacionales exigentes, debido a que es una excelente fuente de materia prima para combustibles alternativos sustentables y de impacto ambiental menor a los combustibles fósiles tradicionales.
La carinata es una oleaginosa de invierno que se destaca por su capacidad de adaptación en diferentes regiones de nuestra provincia y del país. Incluso, está considerada como una de las principales alternativas a la siembra del trigo.
Tolerancia al frío
Entre sus ventajas principales se destacan su requerimiento hídrico (de 350 mm a 400 mm), su tolerancia al frío (estado de roseta) y su buena sanidad. Resalta, además, su contribución a la rotación y a la diversificación de cultivos: sus raíces pivotantes ayudan a romper la compactación del suelo (subsolador natural), a mejorar su estructura (aumento de la porosidad) y a aumentar su fertilidad dejando un volumen de raíces que enriquece a la materia orgánica del mismo. Estas características permiten que el cultivo recupere suelos con problemas de tránsito pesado, beneficiando a los sistemas de producción del lote a largo plazo.