Con desaciertos y omisiones, el árbitro Pablo Echavarría fue el protagonista del partido entre Atlético Tucumán y Newell's
El partido entre Atlético y Newell’s fue somnoliento y aburrido. No es descabellado afirmar que los televidentes perdieron 105 minutos de su vida y para los hinchas que fueron al José Fierro fue un tiempo más largo. El duelo tuvo escasa acción, poco riesgo y demasiado respeto por parte de ambos equipos. Ni el “Decano” ni la “Lepra” mostraron la cuota de rebeldía necesaria para quedarse con la victoria.
Un remate rasante de Renzo Tesuri resume toda la producción del “Decano”, que se quedó sin posibilidades de clasificar los torneos internacionales. La “Lepra” apostó por un plan similar: se limitó a esperar que alguna de sus individualidades realizase una acción de otro partido, algo que nunca llegó. Ese combo derivó en un empate sin nada para destacar.
No es que Facundo Sava cambió el planteo para este duelo. El DT, al contrario, puso lo mejor que tiene, aunque el equipo no encontró los caminos para inquietar a Josué Reinatti. Es cierto, hubo llegadas de Mateo Coronel, de Marcelo Estigarribia y de Mateo Bajamich, pero ninguna tuvo la claridad necesaria para forzar una atajada del arquero “leproso”. Ni siquiera el ingreso de Luis Miguel Rodríguez modificó esta situación.
El mediocampo fue más de lo mismo. Salvo las corridas de Tesuri, el “Decano” no encontró soluciones en los demás volantes. Guillermo Acosta se mostró muy consistente en la marca, pero de mitad de cancha hacia adelante sólo lanzó un remate de media distancia. Adrián Sánchez actuó de manera similar, aunque no generó ninguna chance de gol.
Los laterales Juan Infante y Néstor Breitenbruch tampoco destacaron. Un centro potente que recorrió toda el área fue todo el aporte de Infante; mientras que el ex Independiente sufrió con la subidas de Matko Miljevich.
La zaga central, en tanto, casi no sufrió preocupaciones. La postura conservadora del equipo de Mariano Soso hizo que Nicolás Romero y Gianluca Ferrari tuvieran escasísimo trabajo. Eso sí, frenaron la mayoría de los embates rosarinos.
La actuación de Pablo Echavarría
Lo más llamativo fue lo protagonizado por el árbitro Pablo Echavarría. El juez omitió penales para ambos lados: la primera fue una falta de Tomás Durso sobre Juan Ignacio Ramírez que picó al espacio tras un magnífico pase de Éver Banega; la segunda fue un camiseteo de Santiago Salcedo contra Estigarribia dentro del área.
Lo más curioso es que en ninguna de las dos veces asistió al VAR para revisar la jugada y, en la única ocasión que el juez se acercó a la pantalla fue para expulsar a Nicolás Castro por el planchazo contra Tomás Pérez.
Así Atlético completó una actuación sin emociones. Ahora sólo le quedan dos desafíos frente a Independiente y a Central Córdoba, aunque ya no tendrá ningún incentivo de por medio.