El consumo dio un leve respiro durante noviembre, con un crecimiento del 1,5% en las ventas de supermercados y autoservicios respecto a octubre, según la consultora Scentia. Este incremento señala un posible cambio de tendencia para el sector en un escenario económico aún complejo.
El repunte intermensual es relevante por varias razones. En primer lugar, contrasta con la tendencia descendente observada desde abril, cuando los niveles de consumo tocaron fondo. Aunque los meses siguientes mostraron una desaceleración en las tasas de caída interanual, no se habían registrado aumentos respecto al mes anterior.
Además, noviembre tiene un día menos que octubre, lo que hace que el incremento del 1,5% en términos desestacionalizados sea aún más destacable. Este dato sugiere que, pese a las dificultades, las familias argentinas ajustaron sus patrones de consumo, priorizando la compra de bienes esenciales en un contexto de recuperación parcial del poder adquisitivo, consignó Ámbito.
¿Cambio de tendencia?
La desaceleración en el ritmo de aumento de precios fue un factor clave. Según el informe, los precios en los canales de autoservicio alcanzaron un pico en marzo, con un alza interanual del 345,5%, pero desde entonces se moderaron, cerrando noviembre con un crecimiento del 312,5%. Esto permitió que los consumidores pudieran adquirir más productos con el mismo ingreso nominal.
El inicio del fin de año también influye, ya que noviembre y diciembre suelen ser meses de mayor actividad comercial debido a las festividades. Sin embargo, a diferencia de 2023, este repunte no estuvo impulsado por políticas de estímulo específicas, como los planes electorales conocidos como “platita”, lo que da mayor solidez a la tendencia de recuperación.