Sexualmente hablando: sabotaje sexual

Sexualmente hablando: sabotaje sexual

“Te estás boicoteando” es una frase que hemos dicho o escuchado decir más de una vez. Ocurre que el común de las personas ha incorporado la idea de que con frecuencia tenemos conductas que nos perjudican, aunque nos cueste aceptarlo. Atentan contra nuestro progreso en el trabajo, nuestra salud, nuestros vínculos de amistad, nuestra relación de pareja... o contra nuestra vida sexual.

Helen Singer Kaplan, una de las pioneras en sexología, se refería a esto al citar los muchos casos de pacientes propensos a frustrar los deseos sexuales del compañero/a y ubicaba esta conducta justamente en las antípodas de la seducción.

Hablaba de personas “saboteadoras”: muy sensibles a lo que el otro desea y, por lo tanto, tendientes a retenerlo, utilizando para ello “la excusa de que la actividad que el otro desea provoca demasiada ansiedad, es desagradable o inmoral”. Citaba numerosos ejemplos en su práctica clínica:

- A él le gusta que ella mueva las caderas; ella permanece inmóvil.

- Él necesita sentirse amado y deseado; ella está cansada y se acuesta con él como quien le hace un favor.

- A ella le gusta moverse mucho; él la atenaza.

- A él le excita tocarle los pechos; ella se queja de que le hace cosquillas y asegura que no puede soportalo.

- A ella le excita que él le acaricie los pechos; él nunca lo hace e implícitamente sugiere que esa parte de su cuerpo no es atractiva.

- A ella le gusta hablar antes de hacer el amor para relajarse; él pasa a la acción inmediatamente.

- Ella odia que la televisión se interponga; él insiste en verla antes o después de estar juntos.

- Ella necesita la estimulación clitorídea; él no hace nada por complacerla.

- A él le gusta experimentar; ella se niega a todo lo que no sea “ortodoxo”.

- A ella le gusta que le hagan sexo oral; él esquiva esta práctica. Él desea que hagan lo mismo por él; ella se niega.

- Él tiene sus mejores erecciones por la mañana; ella insiste en que deben hacerlo solamente por la noche.

_ A él le gustaría intentar la estimulación anal; ella se siente horrorizada ante la idea...

Frustrante

A esta lista no sólo podrían agregársele otras situaciones similares sino, desde luego, ser referida a las parejas más diversas (desencuentros de este tipo no son patrimonio exclusivo de los heterosexuales).

Kaplan sostiene que estas interacciones frustrantes pueden reflejar una honda hostilidad que hay que resolver, al menos en parte, en el tratamiento de los problemas sexuales. Pero también afirma que muchas veces las conductas de sabotaje son en realidad consecuencia de ansiedades e inseguridades que tiene la persona en relación a su funcionamiento sexual.

Y agrega que resulta importante que la pareja capte con claridad este hecho, ya que contribuye a promover la comprensión y la intimidad entre ambos y a hacer que intervengan de una manera más activa en el proceso terapéutico.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios