Cada vez que un deportista se retira, queda un vacío importante en la disciplina a la que representa, en la afición que se acostumbró a su presencia y también en los colegas que compartieron competencias a lo largo de los años. Cuando quien anuncia su adiós es una figura de la talla de Nicolás Sánchez, esas sensaciones se magnifican.
La presencia de “Cachorro”, ya no sólo en el rugby nacional sino mundial, fue de una relevancia tal que sus actuaciones generaron elogios incluso de sus rivales. Lo valioso es que mantuvo un punto de equilibrio en su juego que, más allá de una eventual lesión, le permitió cerrar etapas al más alto nivel competitivo. Ni qué decir del momento en que decidió volver a su tierra y vestir la camiseta de Lawn Tennis, su primer club, que lo recibió con los brazos abiertos.
Su presencia le dio al rugby tucumano un reimpulso en todas sus estructuras, permitiéndole recuperar alegrías que hasta hace algunos años eran situaciones normales, dado el potencial de este deporte en la provincia.
Con su regreso, el público local tuvo también la posibilidad de ver en acción al mejor jugador que el deporte de la ovalada haya dado en estas tierras. Como un corolario a ese retorno, Sánchez condujo a los “Benjamines” a ganar todo lo que disputaron, incluyendo un esperado e inédito título nacional.
La relación del público con sus ídolos deportivos siempre fue materia de análisis. Cuando están activos, con los espectadores alcanzan una comunión que estimula e invita a nuevos capítulos, con la pasión de por medio. Cuando se retiran se abre otra puerta, la de la historia y todo el valor que esta puede tener para las futuras generaciones.
Sánchez vino a estrechar un vínculo de gran valor entre el deporte y los fanáticos. Como gran atracción que fue en un campo de juego -y ahora lo seguirá siendo a un costado de él-, supo unir a un variado público que gozó de su calidad. Al mismo tiempo, su cercanía con la gente permitió regenerar un tejido que para el rugby de nuestra provincia fue fundamental, dotándolo de nuevos impulsos.
Los logros del tucumano no tienen precedentes y marcan con contundencia el alcance de su carrera: es el vigente goleador histórico de Los Pumas, con un total de 902 puntos (15 tries). En Copas del Mundo, el back es uno de los pocos argentinos en haber dicho presente en cuatro citas diferentes (Nueva Zelanda 2011, Inglaterra 2015, Japón 2019 y Francia 2023). Además, es el Puma que más tantos sumó. Además de defender la camiseta nacional en distintos equipos, jugó en clubes de Francia y de Japón, y lo hizo en alto nivel.
Un deportista siempre fue considerado como un personaje con el poder de influir sobre el comportamiento de la gente. Ese poder se le concede en base a su comportamiento en el campo de juego, a sus habilidades y virtudes, pero también a lo que realizan fuera de las canchas. Son en definitiva ejemplos morales cuya responsabilidad excede la tarea para la cual están preparados. “Nico” Sánchez cumple con todos estos preceptos. Su adiós a la práctica deportiva deja abierto un legado que alimentará los sueños de miles de chicos, de Tucumán, la región y el país, que siguieron con atención su carrera.