Un amigo le pagó el boleto para probarse en San Martín de Tucumán y hoy es parte de la pretemporada

La Nochebuena de 2024 marcó un antes y un después en la vida de Lautaro Díaz. El mediapunta, de 17 años, se preparaba para celebrar las festividades con su familia. Mientras terminaba de alistarse, recibió un llamado inesperado: San Martín le informó que Ariel Martos lo había convocado para la pretemporada. “Se me puso la mente en blanco. No podía creerlo. Era imposible de asimilar”, recuerda el joven. Tras contener las lágrimas, se reunió con sus seres queridos, desatando una euforia familiar. El regalo había llegado antes de tiempo. Sin embargo, este logro no lo conforma. Aspira a ganarse un lugar en el plantel que enfrentará la Primera Nacional 2025.

Díaz es una de las grandes promesas del “Santo”. Firmó su primer contrato en agosto de 2023, aunque esta es la primera vez que lo citan con el plantel mayor. Además, señala que conoce a Martos desde hace tiempo, aunque nunca lo había tenido como entrenador en divisiones inferiores. “Sabe muchísimo de fútbol. Estoy seguro de que me va a potenciar mucho más”, afirma. Compartir vestuario con jugadores experimentados también ha sido especial. “’Turbo’ (Gonzalo Rodríguez) se sienta al lado mío y me habla como si fuéramos amigos de toda la vida. Eso es impagable. Nunca pensé que viviría algo así”, confiesa.

La amistad

El delantero siente pasión por el fútbol desde pequeño. A los cinco años, comenzó a jugar en Amalia, donde realizó las divisiones formativas. En febrero de 2023, Enzo Visuara, amigo y compañero del club, lo invitó a probarse en las formativas del “Santo”. Al principio, Díaz se negó. “No tenía plata ni saldo en la tarjeta, así que le dije que no. Tampoco quería pedirle a mi mamá porque no estábamos pasando un buen momento económico”, explica. Según cuenta, su madre no tenía trabajo, y su padre estaba ocupado en ese momento. “Somos cinco hermanos. Si le pedía la tarjeta, sabía que no se iba a enojar porque siempre me apoyó con el fútbol. Pero sentía culpa de que invirtiera en mí y no en mis hermanos”, detalla.

Visuara, sin embargo, insistió y le pagó el boleto de colectivo. Así, Díaz llegó al complejo Natalio Mirkin. Tras registrarse, participó en una prueba junto a otros aspirantes. “Después del partido, se nos acercó Luis Martínez y nos dijo que debíamos volver en los próximos días. Poco después, me quedé de manera definitiva”, relata. Actualmente, Visuara pertenece a la categoría 2006, mientras que Díaz realiza su primera pretemporada con el plantel superior.

El 14 de agosto de 2023, Díaz firmó su primer contrato profesional. “Le avisé a mi mamá. Ella no paraba de llorar, y yo no podía creer que había firmado un contrato profesional con 16 años”, comparte.

Los desafíos

La llegada a San Martín cambió su vida. Durante su formación, el ascenso de categoría lo obligó a cambiar de escuela. “Tuve varios inconvenientes. Esos días fueron complicados porque en la Escuela Pantaleón Fernández solo había secundario. Tuve que cambiarme a la Escuela Güemes por la tarde”, explica.

Ahora, con la secundaria completa, planea dedicarse de lleno al fútbol. No obstante, si las cosas no salen como espera, tiene en mente estudiar una carrera universitaria. “Me gustaría algo relacionado al deporte, como el profesorado de Educación Física, Kinesiología o Nutrición”, enumera.

Las frustraciones también han sido parte de su camino. En más de una ocasión, pensó en dejar de entrenar porque no jugaba los minutos que deseaba. “El año pasado, cuando estaba en la Liga, daba todo en los entrenamientos y ni siquiera aparecía en la lista. Eso me desmotivaba, pero seguía porque siempre vi al fútbol como mi gran pasión. Lo bueno es que me bajaban y podía jugar en Reserva, aunque mi idea era estar, al menos, en el banco de la Liga”, explica.

La citación al plantel superior desató su felicidad, pero ahora quiere ir por más. “Quiero ascender como sea. El año pasado estuvimos muy cerca, pero ahora vamos a dar todo. Es lo que todos queremos y por lo que vamos a pelear hasta el final”, concluye, con la expectativa de consolidarse en el primer equipo del “Santo”.