No hay salud sin salud mental

31 Enero 2025

La salud mental es un componente fundamental del bienestar humano. Sin embargo, los trastornos mentales siguen afectando a millones de personas en todo el mundo y, en muchos casos, recibir la atención adecuada sigue siendo un desafío. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 450 millones de personas padecen algún problema de salud mental que impacta en su vida diaria, y se calcula que 1 de cada 4 personas lo sufrirá en algún momento de su vida.

Según un estudio del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), 1 de cada 10 argentinos está en riesgo de desarrollar un trastorno mental, y los más vulnerables son los jóvenes. Factores como la presión laboral, el desempleo y la falta de dinero agravan la situación, generando altos niveles de estrés y ansiedad en la población. En particular, UNICEF Argentina señala que el bullying y la discriminación son factores determinantes en la salud mental de los jóvenes.

A pesar de la existencia de la Ley Nacional de Salud Mental sancionada en 2010, que reconoce la salud mental como un derecho fundamental, el acceso a la atención sigue siendo limitado. Las listas de espera en la salud pública son largas, los profesionales disponibles a veces no alcanzan para cubrir la demanda y la terapia privada resulta inaccesible para muchas personas. La brecha entre la necesidad de atención y los recursos disponibles convierte a la salud mental en un privilegio, cuando debería ser un derecho garantizado.

Es en ese contexto que el Ministerio de Salud de Tucumán ha anunciado el lanzamiento de un servicio de telepsicología que facilitará el acceso a la atención psicológica gratuita. Esta iniciativa -que combinará atención telefónica, virtual y presencial- tiene el potencial de aliviar la sobrecarga del sistema y garantizar que más personas reciban el acompañamiento necesario. A través de una línea telefónica exclusiva, los tucumanos podrán comunicarse con psicólogos capacitados, quienes brindarán una primera atención y, según la sintomatología del paciente, definirán un plan de tratamiento o realizarán derivaciones a especialistas.

Una de las principales ventajas de este servicio es su accesibilidad: permitirá reducir las listas de espera y acercar atención psicológica a quienes viven en zonas rurales o tienen dificultades para trasladarse. Además, el programa contará con guardias virtuales de 8 a 20 horas en el hospital virtual y 18 horas de atención presencial, garantizando así una cobertura más amplia.

El objetivo de la telepsicología no es solo atender urgencias, sino también prevenir y contener. La salud mental no debe depender del acceso económico de cada individuo, y programas como este pueden marcar la diferencia en la vida de muchas personas. Sin embargo, su éxito dependerá de la continuidad y ampliación de recursos en el tiempo.

La ansiedad, la depresión y otros trastornos aumentaron considerablemente en los años post pandémicos, y con ellos, la necesidad de una respuesta urgente. Los gobiernos tienen la responsabilidad ineludible de invertir en programas de prevención y promoción de la salud mental. Es necesario reforzar la atención primaria con recursos suficientes, aumentar la cantidad de profesionales y garantizar que la infancia y la adolescencia, especialmente los sectores más vulnerables, reciban el apoyo adecuado. La salud mental no puede ser una deuda pendiente: es un derecho humano fundamental y, como tal, debe ser tratado con la urgencia y la seriedad que merece.

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