

Un equipo con camiseta naranja, las tribunas repletas y un rugby muy físico, amparado en las formaciones fijas. Bien podría ser una descripción de un partido del seleccionado tucumano de rugby en sus épocas doradas, en las que supo conquistar Campeonatos Argentinos, y obtener grandes resultados a nivel internacional. Pero no; se trata de Tarucas, la franquicia del NOA que hizo su debut en el Súper Rugby Américas.
La elección del color de la camiseta titular del equipo no fue casual. Aunque representa a la región y pese a tener jugadores también de Mendoza, Tarucas tiene un fuerte tinte tucumano. Sin ir más lejos, su staff es comandado por Álvaro Galindo, y secundado por Diego Vidal y Diego Ternavasio, todos nacidos en la provincia. Además, 26 de los 45 jugadores del plantel son tucumanos.
“El público tucumano tiene algo especial cuando la camiseta ‘naranja’ está presente. Es como que todas las fuerzas se juntan. Más allá de que seamos un equipo regional, creo que fue un acierto que la camiseta tenga ese color porque va a generar en la gente mucha adhesión”, había anticipado Galindo cuando fue confirmado en el cargo. Y tuvo razón.
Oficialmente, el seleccionado tucumano mayor jugó sus últimos partidos en 2022. Varios años antes, en 2017, había disputado la última edición del Campeonato Argentino. Por eso en estos últimos años fue difícil encontrar en el rugby tucumano, por no decir directamente imposible, que los fanáticos de todos los clubes se unieran para alentar a un mismo equipo. El sábado, en Lawn Tennis, pasó eso.
Las más de 8.000 personas que coparon “La Caldera del Parque” tenían orígenes diversos. Sus propias vestimentas lo evidenciaban. Había gente de los “Benjamines”, el club anfitrión, pero también de equipos de toda la provincia como Coipú de Famaillá, Cobras de Banda del Río Salí, Bajo Hondo, y los otros más tradicionales. Pero muchos, y seguramente con el correr de los partidos serán más, utilizaron remeras de Tarucas. De a poco, la franquicia empieza a generar identidad y pertenencia.
Los jugadores de Tarucas se mostraron agradecidos por el apoyo del público
Desde el juego, Tarucas sí que hizo recordar a los “Naranjas”. Su arma principal en la goleada 45-6 sobre Cobras fue el maul. Por esa vía anotó cinco de los seis tries que convirtió. El dominio en esa formación fija, así como el scrum, es una marca clara de la identidad tucumana (y también de la región) que los dirigidos por Galindo apuntarán a replicar; algo que ya hicieron de manera exitosa en su debut.
“La gente dice mucho que somos Tarucas, pero que tenemos el legado de la Naranja. Hay muchísimas historias que están detrás de esta camiseta. Los que entramos a la cancha sabemos que lo tenemos; la gente que estuvo en la cancha sabe que llevamos ese legado 'naranja', y nuestra misión es dejarlo un poco más arriba de lo que lo recibimos”, expresó Facundo García Hamilton, uno de los jugadores tucumanos del plantel, después del debut.
Pero aunque los nacidos en la provincia tendrán un plus especial por llevar la camiseta naranja, lo que simboliza trasciende fronteras. Por eso, incluso los jugadores que llegaron desde otras provincias pudieron entender rápidamente el peso de la camiseta. “Fue una locura; muy lindo todo el apoyo. Siempre que había un tackle se escuchaba a la gente gritar y alentar. Estoy muy feliz con la gente”, sostuvo Juan Manuel Vivas, hooker mendocino.“Es impresionante ver cómo viven el rugby en esta provincia. Fue increíble el apoyo que nos dio la gente y se siente un montón. Espero que sigan viniendo y se sientan identificados con nosotros”, indicó, por su parte, Nicolás Roger, apertura santiagueño.
Los “Naranjas” como tal, por el momento, no regresarán. Las tardes épicas en las que el seleccionado tucumano hacía vibrar al estadio de Lawn Tennis en los campeonatos argentinos no podrán repetirse. Pero Tarucas llega no sólo con la misión de desarrollar jugadores pensando en los seleccionados nacionales, sino también con el objetivo de reenganchar al público tucumano por detrás de un equipo. El primer paso, el sábado, fue más que exitoso. Y aunque con las particularidades que implica el rugby profesional, los protocolos y un color diferente en la fiesta (música después de los tries, locutores, animadores y DJs), no quedan dudas de que la franquicia del NOA llegó para ocupar el lugar que la “Naranja” dejó tiempo atrás.