Último Primer Día: ¿celebración o riesgo para adolescentes?

Cómo afrontan familias e instituciones educativa, este festejo estudiantil que ha encendido varios debates en los últimos años.

6 4
FESTEJO. Este tipo de celebraciones se extendieron no tan solo en nuestro país a lo largo de la última década. FESTEJO. Este tipo de celebraciones se extendieron no tan solo en nuestro país a lo largo de la última década.

El Último Primer Día (UPD), es un festejo que tuvo su origen en 2010. Las primeras provincias en las que se realizaron fueron San Juan y Mendoza. Luego se fue extendiendo por todo el país y actualmente también se repite en Bolivia, Uruguay y Paraguay. De cara a un nuevo ciclo lectivo, volvió a generar repercusiones en varias provincias del país. ¿Qué pasa con el UPD en Tucumán?

Susana Montaldo, ministra de Educación, habló sobre esta problemática con LA GACETA y dijo que pediría -por segundo año consecutivo- apoyo al Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA) para que intervenga en las fiestas que se realizan para festejar el UPD donde se ofrece alcohol a los menores.

En opinión de la ministra existen dos responsables: por un lado están las familias de los adolescentes y, por el otro, los empresarios tucumanos, que tienen el objetivo de ganar dinero a costa de los chicos.

“Les pido colaboración a los padres y al IPLA para un control severo. No puede ser que los padres de los jóvenes les paguen entradas de hasta $40.000 para que lleguen borrachos al otro día a la escuela”, agregó.

Explicó que la institución interviene de la siguiente forma: se acerca al lugar de la fiesta, pone una suspensión, clausura el lugar y pone una multa.

Otra forma de diversión

“La cuestión no pasa porque seamos viejos y aburridos. Hay otras formas de divertirse que no son tomando alcohol, porque no es este el modo de llegar a una institución educativa”, dijo Montaldo y comentó que desde el ministerio se realizan las sanciones hacia las instituciones que permiten que los alumnos ingresen alcoholizados a los establecimientos.

Según indicó la funcionaria, el año pasado hubo menos fiestas de este estilo, pero dijo que le aflige que aún continúe la oferta. “Siempre vamos a buscar el remedio cuando deberíamos prevenir la enfermedad: ¿Qué clase de papá permite eso? ¿Por qué ofrecemos a los chicos cosas que no son pertinentes?, se cuestionó.

Medidas todo el año

“Me parece fundamental que se hable de esto y que se involucren los actores durante todo el año, no solo al inicio de clases porque se avecinan estos eventos”, dijo Carolina Schargorodsky, directora del Programa Universitario para el Estudio de las Adicciones (PUNA).

Para ella, tratar este tema en esta fecha es suponer que solo hay consumo problemático o excesivo durante el UPD, cuando no es así. “El consumo de alcohol y otras sustancias en jóvenes va en aumento y se inician a edades cada vez más tempranas”, dijo.

La directora planteó tres medidas a tener en cuenta: “En primer lugar, es imprescindible sostener el tema todo el año. Está bien que estos hechos sean disparadores para hablar del problema, pero se deberían sostener en las áreas de salud, de educación, de la familia y de los adolescentes, con un trabajo coordinado entre todas”.

Como segunda medida, dice Schargorodsky, que sería bueno poder pensar qué lugar ocupa este tipo de festejo para los jóvenes y tratar de idear prácticas de cuidado que se puedan enseñar durante todo el año para que lleguen a este momento de celebración, y piensen en disfrutar sin que estén enfocados en el consumo de alguna sustancia.

PROBLEMÁTICA. El consumo de alcohol es solo una de las preocupaciones. PROBLEMÁTICA. El consumo de alcohol es solo una de las preocupaciones.

“El objetivo sería lograr que piensen en la reunión y en la despedida”, señala.

“¿Qué prácticas de diversión tienen los adolescentes? ¿Qué oferta les damos para que ellos tiendan a buscar la diversión en el consumo excesivo de sustancias como el alcohol aún cuando eso los lleva a un malestar al terminar?”, se cuestiona la especialista.

Y suma como tercera medida que los adultos presten una escucha atenta hacia la palabra de los adolescentes y sepan qué les pasa y por qué se vinculan de esa manera con el alcohol.

Los colegios

Úrsula Luft es directora de la Escuela Secundaria Rodolfo de la Colina en El Manantial y hasta el 2024 ocupó el cargo de vicedirectora del Colegio Nacional Bartolomé Mitre. Contó desde su experiencia que el año pasado, algunos alumnos de 6° año llegaron en malas condiciones a la institución el primer día de clases debido a los festejos del UPD. “No es un buen ejemplo para los demás alumnos”, agregó.

Sobre la existencia de charlas preventivas desde la escuela que traten el tema del consumo de alcohol, Luft dijo que no las llevan a cabo pero considera que debe ser trabajado desde el ministerio y junto a las familias.

Los padres

Dardo Villalba es papá de una adolescente que egresó el año pasado de la secundaria. “Cuando mi hija iba a festejar, un operativo policial le canceló la fiesta y me pareció perfecto que la Policía no permita estos eventos de menores”, consideró.

La hija de Melina Heredia vivió una historia diferente. “Mi hija festejó en un salón que alquiló todo el curso. Yo me vi obligada a unirme a la manada y acepté que fuera porque todos los chicos fueron”, explicó.

“Lo que me sorprende mucho es la facilidad que tienen los adolescentes para acceder a las cosas. Pudieron alquilar un salón de fiestas sin garantías y sin la obligación de un adulto para supervisar. También me sorprende el manejo de dinero que tienen”, comentó Heredia.

Los adolescentes se preparan durante varios meses para este día. Dice Villalba que los amigos de su hija y ella, estuvieron seis meses para recaudar dinero para comprar ñas bebidas, alquilar un equipo de sonido y gestionar un sitio donde amanecer antes de ir al colegio. “Muchos padres coincidimos en que no está bien lo que hacen, además de que los establecimientos dan sanciones severas a los alumnos”, reflexionó.

“El último año tienen muchos inventos que en mi época no existían. Ahora los chicos festejan todo como ‘lo último’, ‘última semana del colegio’, etcétera”, contó Heredia.

Los adolescentes

“El UPD es como el inicio del final. Te ponés triste de pensarlo pero antes no te importaba”, dice Ivanna, de 17, que este año egresará de la secundaria. “Al festejo lo organizaron chicos de otras escuelas y nos hablaron para sumarnos”, explicó la joven. En total serían ocho o nueve escuelas que festejarán en un salón cerca de la ruta 9 y partirán desde la plaza Urquiza en colectivos que buscaron con anticipación. El viaje les costará $4.000 ida y vuelta, y la entrada a la fiesta será de $5.000. “De la bebida se encarga cada grupo por separado y también de sus vestimentas características”, explicó.

Sobre el consumo de alcohol, dice Ivanna que a ella no le gusta beber y eso la tiene tranquila. “Para mí, la fiesta será para pasarla bien con mis amigos y no para llegar alcoholizada al colegio como vi en videos de chicos que llegan muy mal, o vomitan”, relata.

Elíseo, en cambio, empieza su último año en el Gymnasium y dice que todavía no han pensado en hacer ningún festejo con sus compañeros.

“Es solamente joda”, opina Anahí de 18 años que festejó en 2024 su UPD. “Nos sumamos a la fiesta de otra división de 6° año. Compramos las entradas pero fuimos pocos de mi curso. Lo hicimos un día sábado, así que no fuimos al colegio inmediatamente después de la fiesta”, relata y agrega que le emocionó igual compartir con sus amigos.

Tamaño texto
Comentarios 4
Informate de verdad Aprovechá esta oferta especial
$11,990 $3,590/mes
Suscribite ahoraPodés cancelar cuando quieras
Comentarios
Cargando...