

Aunque nunca dejó de ser popular, la Fórmula 1 atraviesa un boom innegable, sobre todo en Latinoamérica. La aparición de Franco Colapinto el año pasado le dio un impulso notable a la “Máxima”, principalmente en Argentina. Es cada vez más común encontrarse con fanáticos vestidos con ropa de Williams o Alpine y otros artículos vinculados al mundo motor. Tucumán no es la excepción. En particular, un mural llama la atención de propios y extraños: representa la imagen de Ayrton Senna.
En Amador Lucero al 200 se ubica el local “Frenos y Embragues Juárez”, un negocio con mucha tradición en la provincia. Desde hace un año, esa esquina se destaca precisamente por la figura del histórico piloto brasileño, que trascendió generaciones y se ganó un lugar en el corazón de los fanáticos de todo el continente, incluidos, por supuesto, los argentinos.
La decisión de plasmar la imagen de Senna fue de los hermanos Juárez, dueños del lugar. Guillermo, uno de ellos, contó a LA GACETA que el mural, pintado por el artista taficeño Atilio Roberto, lleva un año en la puerta del local.
“Cuando tuvimos que renovar las lonas, le pedí a Atilio, que es un tremendo artista”, recuerda Guillermo. Coincidencia o no, la obra se realizó poco antes del estreno de la miniserie del piloto en Netflix, que causó una verdadera revolución.

¿Por qué elegir a Senna y no a un piloto argentino? Según explicó Juárez, el brasileño fue su ídolo contemporáneo cuando veía carreras de Fórmula 1, y por eso desarrolló una admiración especial por él.
“Era un tipo distinto, un gigante. Estaba solo, un brasileño contra los europeos, y dejó una huella imborrable. Lo seguíamos mucho, todas las carreras. Estaba Alain Prost, que tenía mejor auto, y siempre lo tiraban para abajo a Senna, pero igual logró lo que logró. Fue un gladiador”, destacó Juárez.
Para los hermanos Juárez, tener a Senna en la entrada del local no es algo nuevo. “Siempre lo tuvimos pintado en algún lado. Antes estábamos en la otra cuadra, y lo teníamos también en la pared, hace unos 15 o 20 años”, recordó.
Guillermo reconoció que el mural no necesariamente impulsó las ventas del local, pero sí cumplió su objetivo de captar la atención de los transeúntes y convertirse en un punto de referencia.
“Llama mucho la atención. Hay gente que se detiene, baja del auto y se saca fotos”, contó Guillermo, quien considera que incluso la imagen de pilotos argentinos no hubiera generado la misma repercusión.
“Si pusiera a Reutemann, no sé si sería lo mismo. La gente tiene un recuerdo positivo de Senna, el de un ídolo que marcó un hito en el automovilismo”, reflexionó el empresario. Fanáticos de los “fierros”, los Juárez también viven el deporte desde otro ángulo: “Voy todos los años al MotoGP, me fascina. También corremos en moto, hacemos enduro”, contó.
Palabra de autor
Atilio Roberto es un reconocido artista de Tafí Viejo. Varias de sus obras quedaron en la memoria por su originalidad, como la imagen de Jesús realizada con 9.500 espejos o una representación de la Virgen de Schoenstatt armada con tapitas de botellas. Amigo de los Juárez, aceptó pintar a Senna en la puerta del local.

“No sigo el automovilismo, era parte del trabajo”, reconoció Roberto en diálogo con LA GACETA.
El artista explicó que la elección de la imagen no fue sugerida por los dueños del lugar, sino que él mismo eligió la más adecuada. “Hay fotografías muy planas, sin contraste entre sombras y luces, y es difícil lograr un buen resultado con esas”, detalló.
Roberto admitió que, tras pintar a Senna, le surgieron algunos trabajos de cartelería, su principal dedicación. “Se dio porque vieron el mural”, afirmó.