PODER. La Inimitable domina la barra brava desde hace 30 años.
¿Fue un robo o una nueva pelea por el dominio de las tribunas del Monumental? Miembros de La Inimitable e integrantes del clan Toro volvieron a protagonizar un incidente que la Justicia consideró que se trató de un hecho de inseguridad. Sin embargo, en las últimas horas surgió un audio que levantó sospechas. La víctima habría comentado a sus allegados que ese sería el primer paso para arrebatarle al grupo que desde hace más de 30 años tiene el dominio de las tribunas.
El 18 de marzo, según consta en la denuncia, Elías Ezequiel Trovo se presentó en un bar a saludar a los integrantes de la barra brava de Atlético, la mayoría de ellos miembros del clan Acevedo. Dijo que mientras estaban consumiendo bebidas alcohólicas, se acercaron Ezequiel González, Alejandro Robles y Facundo Tapia, integrantes de La Inimitable, y sin motivo -según su declaración- comenzaron a golpearlo en diferentes partes del cuerpo, lo apuñalaron con una botella de vidrio y le sustrajeron su celular y dos cadenas de oro. La víctima tuvo que ser asistida en el hospital Padilla, debido a los múltiples traumatismos que sufrió. Los defensores descartaron ese relato y dijeron que se había tratado de una pelea.
La auxiliar Carolina Brito Ledesma, siguiendo las instrucciones del fiscal Diego López Ávila, imputó a González, a Robles y a Tapia como coautores del delito de robo doblemente agravado por el uso de arma impropia y por haber sido cometido en poblado y en banda, y solicitó que cumplan medidas de menor intensidad durante los próximos seis meses mientras avanza la investigación.
Un giro
Una vez conocido el fallo, en las redes sociales surgieron versiones de que se habría tratado de una falsa denuncia para limitar el accionar de los miembros de La Inimitable a la hora de defender el dominio en una posible pelea. Hasta existiría un audio en el que la víctima anuncia que la intención del clan Toro era quedarse con el poder la tribuna.
Patricio Char, defensor de Robles, explicó que este no es un hecho de inseguridad, sino que salpica al fútbol tucumano. “Lo curioso y preocupante de este caso es la lectura que el Ministerio Público hace de los hechos. La acusación oficial plantea que un miembro de la barra fue al bar a saludar a sus supuestos compañeros y, sin mediar razón alguna, estos lo golpearon, lo apuñalaron y lo asaltaron. La pregunta que cualquiera puede hacerse es sencilla: ¿qué sentido tiene esa escena?”, aseguró el profesional. “Esto no fue un robo. Fue una pelea. Y como en toda pelea, hay historias cruzadas, intereses enfrentados y versiones que compiten por imponerse. Aquí lo que hay detrás –y que parece no querer verse– es una disputa interna por el liderazgo de una facción de la barra”, agregó el profesional.
El querellante desmintió categóricamente esta versión. “El robo es cierto. No sólo está el testimonio de la víctima, sino que hay tres testigos más que vieron y declararon que le arrancaron las cadenas de oro del cuello y el celular”, aseguró Ricardo Caruso.
El profesional desmintió que Trovo sea miembro del clan Toro. “Él sí es amigo de jóvenes de esa familia, pero bajo ninguna manera tiene interés de generar una pelea y, mucho menos, por el poder de la barra. Es más, él decidió no ir más a la cancha para evitar problemas”, añadió Caruso.
Antecedente
Esta no será la primera vez que ambos clanes se vean enfrentados por un ilícito. En marzo de 2018, Margarita Toro, señalada como líder del grupo sospechado de dirigir una red de narcomenudeo en Villa 9 de Julio fue secuestrada por los Acevedo, llevada a El Cadillal y luego de que pagara un rescate, liberada en la zona norte de la capital tucumana.
Si bien es cierto que los acusados en su declaración exculpatoria habían explicado que todo se habría iniciado por el robo de una moto, pero siempre quedó la sospecha que se había tratado de un acto generado por la disputa del dominio de la barra brava. González, procesado en este caso, había sido condenado por el secuestro de la mujer.
























