Bank of America
Un informe reciente de Bank of America (BofA) actualizó sus proyecciones para el tipo de cambio oficial en Argentina y ratificó su estrategia de mantener posiciones en pesos, en línea con una visión favorable al “carry trade”.
Según el documento, el dólar oficial alcanzaría los $1.400 hacia fines de 2025 y $1.700 en 2026, en un contexto de devaluación gradual y controlada, acompañado por una inflación decreciente.
Pese a reconocer que el tipo de cambio se encuentra algo atrasado, el banco considera que solo sería necesaria una depreciación real del 9% para alcanzar un nivel consistente con los fundamentos económicos actuales. En términos nominales, eso ubicaría al dólar en torno a $1.420 a precios de hoy, sin implicar una corrección abrupta.
El informe, titulado "Argentina – The Peso’s No Bargain, but No Bubble", sostiene que el peso no está extremadamente sobrevaluado, pero tampoco representa una oportunidad clara de compra. Aun así, BofA mantiene sus apuestas en moneda local, con rendimientos positivos ajustados por inflación, consignó el sitio Infobae.
Inversiones recomendadas: carry trade en pesos
BofA reiteró dos estrategias activas desde abril:
-Venta de NDF a tres meses, iniciada con el dólar a $1.202 y mantenida hasta el nivel actual de $1.290.
-Compra de LECAP con vencimiento en octubre de 2025, adquiridas a $102,9, que hoy se cotizan en $111,8 con un tipo de cambio spot de $1.285.
Ambas operaciones, según los analistas, ofrecen rendimientos reales estimados en torno al 10%, con tasas superiores al 30% nominal anual.
El banco proyecta que la inflación para 2025 será del 27,3%, descendiendo al 16,7% en 2026, y prevé una estabilidad cambiaria real a partir de la segunda mitad de 2025. Esto consolidaría las condiciones para que la inversión en pesos siga siendo atractiva, siempre que se mantenga la disciplina fiscal y el avance en reformas.
Riesgos a monitorear
Entre los riesgos que podrían alterar el escenario base, BofA menciona:
- Un rebote inflacionario.
- Pérdida de respaldo político antes de las elecciones de medio término.
- Deterioro de la cuenta corriente.
- Cambios bruscos en el contexto financiero internacional.
Aun así, concluye que el balance actual de riesgos y oportunidades favorece mantener la exposición en instrumentos en pesos, atentos a la evolución macroeconómica y externa.






















