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La reforma laboral que impulsa el Gobierno de Javier Milei encendió todas las alarmas en la CGT, que este martes redobló su postura confrontativa. En una reunión con diputados de extracción sindical realizada en la sede de Azopardo 802 (CABA), la central obrera analizó cómo bloquear los artículos que considera más dañinos para los gremios y los convenios colectivos. El encuentro dejó un mensaje contundente: si el oficialismo no abre el diálogo, habrá conflicto.
“Si no nos llaman, chocarán con la pared de siempre”, advirtió el cotitular de la CGT Jorge Sola, quien remarcó que el Gobierno no se comunicó con la central obrera y cuestionó al ministro de Economía: “En el último discurso de Luis Caputo en la UIA no nombró la palabra industria”. El dirigente insistió en que el oficialismo “tiene que escuchar a los que invierten y a los que ponen el laburo”, y adelantó que “mañana no va a haber un cambio fenomenal porque se modifiquen algunas reglas de trabajo”.
Durante la reunión tomaron la palabra los diputados Sergio Palazzo (bancarios), Mario Manrique (SMATA), Vanesa Siley (SITRAJU), Hugo Yasky (CTA) y el diputado electo Hugo Antonio Moyano, quienes expusieron sus estrategias para tratar de frenar el avance del proyecto o lograr que se modifique en los puntos más sensibles para el sindicalismo.
Por la CGT participaron dirigentes de peso: además de Sola, estuvieron Octavio Argüello (Camioneros), Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), Héctor Daer (Sanidad), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Maia Volcovinsky (judiciales), Pablo Flores (AFIP), José Minaberrigaray (textiles) y Juan Moreira (ceramistas).
Uno de los puntos clave del encuentro fue la estrategia parlamentaria. Los sindicalistas remarcaron que, al tratarse de sesiones extraordinarias, el Congreso sólo podrá debatir los proyectos enviados por el Ejecutivo. Por eso, anticiparon que darán la batalla central en la Comisión de Legislación del Trabajo, donde la CGT buscará consolidar su postura, según publicó Infobae.
La idea es reforzar alianzas políticas: la central obrera iniciará una ronda de reuniones con gobernadores, que -según se repitió en el encuentro- no estarían dispuestos a avalar recortes al poder sindical ni cambios profundos en los convenios. A esto se sumará una reunión con la bancada que lidera Miguel Ángel Pichetto, prevista para la próxima semana. Pichetto ya había sido clave en 2024 para recortar el capítulo laboral de la Ley Bases tras los reclamos de la central obrera.
No todo fue unanimidad. La voz disonante la aportó Sergio Sasia, del espacio Agenda Siglo XXI, quien planteó una mirada más autocrítica: sostuvo que nadie debería sorprenderse por la ofensiva del Gobierno, ya que tanto el PJ como la CGT acumulan “aciertos y errores”. Señaló que “hay más trabajadores informales que formales desde hace mucho y jamás levantamos la voz para buscar soluciones”, y cuestionó que el peronismo haya centrado su última campaña en la consigna “frenar a Milei”: “No lo frenamos y nadie se hace cargo”.
“Ahora vamos a hacer una autocrítica”, le respondió Mario Manrique, dirigente de SMATA y referente del kirchnerismo sindical, antes de partir hacia una reunión del Consejo Nacional del PJ. Pero Sasia dejó una frase que resonó fuerte entre los presentes: “Ya dejamos de ser la columna vertebral del movimiento obrero”.





















