En su edición del jueves 6, el lector Marcelo Castagno hace alusión, con muy buen criterio, a la constante falta de respeto a las paradas de colectivos por parte de los automovilistas en general, y para qué hablar de los taxis. Estas transgresiones las vemos en todas las calles de nuestra ciudad, en todas las paradas de colectivos. Los usuarios de todas las edades, personas mayores con alguna discapacidad, madres con sus bebés, etc., se ven obligados a bajar a la calle, sorteando los vehículos estacionados, arriesgando su integridad física, para ascender a los colectivos, y para qué hablar del descenso. Y, por supuesto, aparte de los riesgos que corren las personas, a su vez los colectivos, al detenerse en medio de la calle, interrumpen el tránsito de los restantes vehículos, aumentando el caos que domina el tránsito en nuestra ciudad. Últimamente vemos buena señalización y mejores garitas, pero ningún vehículo las respeta. Los policías que patrullan muchas calles deberían tener atribuciones también para poner límites a esas situaciones que se producen en sus narices, y ya que viven tan atentos a sus celulares, y vivimos en la era de la informática, deberían ser instruidos para elevar los datos de todo vehículo que cometa esas transgresiones, los que luego deberían pagar multas ejemplificadoras, y de ese modo comenzar a respetar los derechos de los demás.
Ana Mercedes Raffo
anitameraffo@gmail.com


















