La Justicia denegó el pedido de detención de González

La Policía había solicitado que se arreste al barrabrava de Atlético. "El Gordo" ratificó que ni él ni sus hermanos tienen algo que ver con el crimen de la estudiante.

CAMINOS CRUZADOS. Lebbos y González estuvieron ayer en Tribunales. Apenas se saludaron. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO CAMINOS CRUZADOS. Lebbos y González estuvieron ayer en Tribunales. Apenas se saludaron. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
27 Abril 2006
“Prefiero que me detengan en Tribunales, porque si me van a buscar a mi casa, lo más probable es que inventen un tiroteo y termine con un disparo en la cabeza”, aseguró Gustavo “El Gordo” González, el barrabrava de Atlético Tucumán que es investigado por la Policía por su supuesta participación en el crimen de Paulina Lebbos.
“El Gordo”, que en esta oportunidad no estuvo acompañado por sus hermanos Julio, Walter y Jorge Acevedo, también se mostró sorprendido por las declaraciones del gobernador. “Le pediría que así como no teme investigar a un barrabrava, como él dice, que tampoco tenga miedo en pedir que se profundice la hipótesis de la fiesta en Raco”, opinó, haciendo referencia a una de las líneas investigativas que sigue la Policía.
González y sus hermanos, a través de un escrito presentado por su abogado, Tomás Roberts, pidieron que un perito de parte esté presente en todas las pericias que les realicen a las prendas que se les secuestraron.
“Me llevaron más de seis remeras y me dejaron sin nada para ponerme. Según la doctora que estuvo en la casa, se las llevaron porque supuestamente tenían manchas de sangre, pero yo no estoy tan seguro de que sea así”, concluyó.

Pedido denegado
González confirmó que el martes, día en el que allanaron por última vez su vivienda, le extrajeron muestras de pelos. Los peritos intentaron hacer lo mismo con sus hermanos, pero no pudieron concretarlo por no haberlos encontrado en sus respectivos domicilios. Según trascendió, la Policía había pedido la detención de “El Gordo” y de algunos de sus hermanos, aunque, atendiendo a que aún no hay nada que confirme su participación en el hecho, el fiscal Carlos Albaca denegó la solicitud para todos.
Por otra parte, Albaca continuó ayer encerrado en su oficina estudiando la causa y se confirmó que él también investigará las supuestas irregularidades que cometió el personal de la comisaría de Raco. El expediente, según se confirmó ayer, pasó por las manos de la fiscal Adriana Reinoso Cuello. Esta, después de haber realizado las consultas del caso, terminó remitiéndoselas  nuevamente a Albaca.
El comisario Enrique García, el oficial Manuel Yapura y el suboficial Roberto Lencina, que están acusados de haber modificado la declaración del remisero Diego Nieva, estuvieron detenidos varios días por el caso, pero recuperaron su libertad, ya que el delito por el cual están imputados es excarcelable. Albaca volverá a citarlos para que declaren en los próximos días y luego resolverá su situación.