10 Enero 2013
La victoriosa "batalla" de hace pocos días contra los fondos buitre por el embargo de la Fragata Libertad no significa haber ganado la guerra. Es más, para la nueva gira oficial de la presidenta, Cristina Fernández, se alquiló un avión inglés para las visitas a Cuba y a Asia (en U$S 880.000), por temor a que los acreedores (bonistas) repitan el trámite judicial que retuvo en Ghana al buque-escuela, pero ahora con el avión oficial Tango 01.
Sucede que el Gobierno nacional vive en vilo luego de los 28 embargos sobre los bienes del Estado argentino en el exterior que fueron promovidos por los fondos buitre, y que lo lograron haciendo valer su poder de influencia económica sobre los jueces de distintos países.
En todos los casos, la Argentina logró recuperar los bienes embargados sin haber negociado con los fondos especulativos. Pero estos no abandonan su pelea legal por cobrar el 100% de los bonos defaulteados, y "atacan" a "blancos" específicos (bienes) a través de esos embargos.
La recuperación de la Fragata es un ejemplo de la contínua "batalla" oficial con los bonistas. Las "reyertas" anteriores -embargo de por medio- se dieron en distintos momentos. Así, en los antecedentes, figuran bienes como la casa de San Martín, en Boulogne Sur Mer, en Francia (embargada un año); 12 propiedades en Estados Unidos, incluidas residencias de los embajadores ante la Casa Blanca y la OEA, agregadurías militares y cuatro galpones de las Fuerzas Armadas.
El avión oficial Tango 01 ya estuvo embargado por los fondos NML Capital (los mismos que accionaron judicialmente en Ghana), como también activos del Banco Nación en Nueva York, en Miami y el satélite Acquarius, desarrollado en la Argentina junto con la NASA.
Entre otros embargos a las cuentas oficiales, se recuerda a las reservas del Banco Central en Nueva York y en Suiza, y las de las embajadas de Francia, Alemania y de Bélgica.
Sucede que el Gobierno nacional vive en vilo luego de los 28 embargos sobre los bienes del Estado argentino en el exterior que fueron promovidos por los fondos buitre, y que lo lograron haciendo valer su poder de influencia económica sobre los jueces de distintos países.
En todos los casos, la Argentina logró recuperar los bienes embargados sin haber negociado con los fondos especulativos. Pero estos no abandonan su pelea legal por cobrar el 100% de los bonos defaulteados, y "atacan" a "blancos" específicos (bienes) a través de esos embargos.
La recuperación de la Fragata es un ejemplo de la contínua "batalla" oficial con los bonistas. Las "reyertas" anteriores -embargo de por medio- se dieron en distintos momentos. Así, en los antecedentes, figuran bienes como la casa de San Martín, en Boulogne Sur Mer, en Francia (embargada un año); 12 propiedades en Estados Unidos, incluidas residencias de los embajadores ante la Casa Blanca y la OEA, agregadurías militares y cuatro galpones de las Fuerzas Armadas.
El avión oficial Tango 01 ya estuvo embargado por los fondos NML Capital (los mismos que accionaron judicialmente en Ghana), como también activos del Banco Nación en Nueva York, en Miami y el satélite Acquarius, desarrollado en la Argentina junto con la NASA.
Entre otros embargos a las cuentas oficiales, se recuerda a las reservas del Banco Central en Nueva York y en Suiza, y las de las embajadas de Francia, Alemania y de Bélgica.