15 Febrero 2013
SITUACIÓN. El estado del cañaveral está sujeto a la disposición del agua.
Las lluvias que se registraron hasta el momento fueron escasas e irregulares, por lo que los daños en los cañaverales fueron asimismo de diferentes grados. Así lo explicó Jorge Scandaliaris, jefe de la sección Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial "Obispo Colombres" (Eeaoc), quien puntualizó que la situación más complicada, y en algunos casos muy graves, se observa en las zonas este y sur de la provincia, como Burruyacu, Cruz Alta, Leales, La Cocha, Alberdi y Graneros.
Tienen buen desarrollo y porte los campos ubicados en la llanura deprimida y el pedemonte, sumado a los lotes que tienen una napa freática alta las cañas, lo que seguramente traerá aparejado un buen rendimiento cultural.
"Los suelos que tuvieron su perfil con agua suficiente por la frecuencia de las lluvias los cañaverales, como en Famaillá, Chicligasta, Lules y Monteros, están bien. Aquellos que, a pesar de que recibieron menos lluvias, también están en mejores condiciones debido al manejo y la 'suerte' de tener napa alta. Los lotes que no se manejaron correctamente o son cañaverales viejos la situación es complicada", explicó el técnico.
El funcionario de la Eeaoc comentó, a su vez, que el estado del cañaveral está sujeto a la distribución de las lluvias, de su ubicación y del manejo.
"Al existir un mosaico en estas situaciones, los cañaverales presentan irregularidades", enfatizó. "Hay cañaverales 'normales' y otros que, seguramente, no tendrían cosechas ante la falta de precipitaciones", agregó.
Scandaliaris
describió que hay lotes que crecieron a pesar de las circunstancias. "Si las condiciones ambientales cambian, los cañaverales podrán recuperarse y seguir creciendo, ya que aún resta para la zafra", remarcó.
"Los cañaverales tucumanos hoy no tienen un alto potencial de crecimiento, y no sabemos hasta que punto crecerán. La situación sin dudas es preocupante y genera mucha incertidumbre; el efecto negativo por la sequía está presente, pero debemos esperar cierto tiempo para determinar realmente dónde estamos parados, en torno del rendimiento", dijo.
Tienen buen desarrollo y porte los campos ubicados en la llanura deprimida y el pedemonte, sumado a los lotes que tienen una napa freática alta las cañas, lo que seguramente traerá aparejado un buen rendimiento cultural.
"Los suelos que tuvieron su perfil con agua suficiente por la frecuencia de las lluvias los cañaverales, como en Famaillá, Chicligasta, Lules y Monteros, están bien. Aquellos que, a pesar de que recibieron menos lluvias, también están en mejores condiciones debido al manejo y la 'suerte' de tener napa alta. Los lotes que no se manejaron correctamente o son cañaverales viejos la situación es complicada", explicó el técnico.
El funcionario de la Eeaoc comentó, a su vez, que el estado del cañaveral está sujeto a la distribución de las lluvias, de su ubicación y del manejo.
"Al existir un mosaico en estas situaciones, los cañaverales presentan irregularidades", enfatizó. "Hay cañaverales 'normales' y otros que, seguramente, no tendrían cosechas ante la falta de precipitaciones", agregó.
Scandaliaris
describió que hay lotes que crecieron a pesar de las circunstancias. "Si las condiciones ambientales cambian, los cañaverales podrán recuperarse y seguir creciendo, ya que aún resta para la zafra", remarcó.
"Los cañaverales tucumanos hoy no tienen un alto potencial de crecimiento, y no sabemos hasta que punto crecerán. La situación sin dudas es preocupante y genera mucha incertidumbre; el efecto negativo por la sequía está presente, pero debemos esperar cierto tiempo para determinar realmente dónde estamos parados, en torno del rendimiento", dijo.
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