17 Junio 2013
FUERTE EXIGENCIA. Lucas Mohamed debió extremar medidas para que nadie lo supere en el circuito pigüense.
PIGÜÉ.- Terminó en la misma posición en la que largó, pero mucho debió trabajar. Lucas Mohamed, con su 8° lugar en la final de la C-2 del TN en Pigüé, hizo negocio: sumó una buena cantidad de puntos y ahora está 2° en el certamen. Por su lado, el otro tucumano, Pablo Ortega, también tuvo que exigirse al máximo para poder terminar en el 16° puesto.
"Pese a todos los problemas que tuve con el auto, el fin de semana salió bárbaro. Antes de esta carrera pensé que podía andar muy bien, pero nunca pude encontrarle la vuelta a la suspensión. Y en tracción perdí mucho también. Pero bueno, aguanté bastante bien la final, sobre todo a Carlos Longhi y a Daniel Bassi, que son pilotos aguerridos", comentó.
El yerbabuenense perdió un puesto a poco de largar, luego lo recuperó, aunque nunca tuvo en su VW Gol el arma adecuada para irse para adelante. "Ablandamos la suspensión, pero la adherencia a la pista no mejoró", contó.
En la carrera que fue ganada con holgura por el cordobés Maximiliano Fontana (Renault Clio), Ortega tampoco tuvo mucha paz en la pista. "En la segunda curva vi que uno de mis rivales hizo una maniobra rara, y para no chocarlo me despisté. Perdí varios puestos y luego hubo que remontar como loco. Tuve un gran motor y muchas ganas de pelear posiciones, que es algo a lo cual ya me adapté bastante bien", contó el corredor. (Especial)
"Pese a todos los problemas que tuve con el auto, el fin de semana salió bárbaro. Antes de esta carrera pensé que podía andar muy bien, pero nunca pude encontrarle la vuelta a la suspensión. Y en tracción perdí mucho también. Pero bueno, aguanté bastante bien la final, sobre todo a Carlos Longhi y a Daniel Bassi, que son pilotos aguerridos", comentó.
El yerbabuenense perdió un puesto a poco de largar, luego lo recuperó, aunque nunca tuvo en su VW Gol el arma adecuada para irse para adelante. "Ablandamos la suspensión, pero la adherencia a la pista no mejoró", contó.
En la carrera que fue ganada con holgura por el cordobés Maximiliano Fontana (Renault Clio), Ortega tampoco tuvo mucha paz en la pista. "En la segunda curva vi que uno de mis rivales hizo una maniobra rara, y para no chocarlo me despisté. Perdí varios puestos y luego hubo que remontar como loco. Tuve un gran motor y muchas ganas de pelear posiciones, que es algo a lo cual ya me adapté bastante bien", contó el corredor. (Especial)
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