El vandalismo en escuelas aflige a docentes y funcionarios

Más de 10 escuelas sufrieron ataques de delincuentes. Un establecimiento de Cruz Alta fue asaltado ocho veces desde enero

DESTRUCCIÓN. La escuela República de México quedó destrozada luego de los diversos asaltos con saña que padeció en los últimos dos meses. gentileza elena varela DESTRUCCIÓN. La escuela República de México quedó destrozada luego de los diversos asaltos con saña que padeció en los últimos dos meses. gentileza elena varela
27 Febrero 2014
“Estamos cansados de comprar candados porque simplemente los cortan. Hasta la bandera nos robaron. No creo que podamos empezar las clases este año”. Atribulada, consternada y con la impotencia apretando por dentro. Así se mostró Elena Varela, directora de la secundaria República de México de la localidad de Las Piedritas (Cruz Alta), mientras enumeraba los desmanes realizados por ladrones el 8 y 9 de febrero. Según contó, desde enero hasta la fecha, es la octava vez que asaltan el establecimiento educativo, ubicado en la ruta 304 (km 13) pasando Los Gutiérrez. La zona es jurisdicción de la policía de Alderetes, según la educadora.

La metodología de asaltar con saña el mobiliario de las escuelas comenzó a ser moneda corriente desde hace dos años, según indicó el subsecretario de Gestión Administrativa Humberto D’Elía. “Desde hace dos años venimos con un problema de seguridad que nos supera. Hay más de 10 escuelas en una situación similar”, explicó el funcionario (Ver nota abajo). La semana pasada, la ministra de Educación, Silvia Rojkés, se refirió sobre la problemática: “Es terrible. Uno entra esas escuelas y no entiende tanto daño. Estamos trabajando con el ministerio de Seguridad y con el mismo gobernador. Es mucho el dinero que debe dedicarse a reparar estas escuelas, probablemente no estén listas para empezar las clases, pero trabajamos para darle la mejor solución a los chicos y a los padres”, había dicho en radio Universidad.

Varela comentó que los ladrones, en sucesivas veces, se robaron inodoros, piletas, puertas de reja de aulas, ventanas y celosías, pupitres, útiles escolares comprados con dinero de la escuela, además de romper las puertas de las aulas. “En el mismo edificio funciona la primaria 284, que tiene un comedor. De allí sacaron algunas ollas, pero se robaron la garrafa. El reclamo nuestro es por seguridad, tenemos hechos todos los pedidos y hay mobiliario y ventiladores para que nos entreguen, pero no quiero traer nada por miedo a que nos robar de nuevo”, lamentó la directora. La escuela tiene 130 estudiantes, y este año abrirá 6to grado. Según indicó Varela, el establecimiento queda en una zona rodeada por cañaverales que aprovechan los ladrones para huir. “Nuestro reclamo es por seguridad. Como escuela trabajamos de manera exelente. Nosotros hacemos un seguimiento del alumno enorme. Hago visitas domiciliarias si algún chico falta. Hay mucho compromiso de los docentes con la comunidad y los chicos nos retribuyen ese esfuerzo”, indicó.

La directora relató que la escuela tiene un sistema de alarmas, pero que cuando se dispara hasta que llega la policía ha pasado demasiado tiempo. “Esta situación nos desborda y nos aflige a los docentes. Necesitamos seguridad”, dijo acongojada.

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