06 Abril 2014
REUTERS
CARACAS.- La oficina de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Caracas expresó su preocupación por “el alto costo en vidas humanas”, que han causado las protestas antigubernamentales en Venezuela desde el 12 de febrero último, calculadas en 39 muertos. La manifestación del organismo coincidió con un comunicado difundido en Washington por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, quien destacó como positiva la oportunidad de diálogo en Venezuela que auspicia la Unasur, luego de otra noche de disturbios y protestas opositoras.
“La ONU en Venezuela se encuentra altamente preocupada por el alto costo en vidas humanas que se ha registrado en el país con motivo de las protestas que se vienen sucediendo desde el 12 de febrero”, expresó la organización multilateral a través de un comunicado, tras conocerse ayer la cifra de 39 muertos a causa de los disturbios callejeros. “Respetamos y solicitamos que se le respete el derecho de manifestarse pacíficamente al nutrido grupo de jóvenes acampados frente a las oficinas de la ONU”, precisó, e instó a los jóvenes a que “sean respetuosos con la ciudadanía, permitiendo el tránsito vehicular y el acceso al edificio donde se encuentra la ONU por la entrada principal”.
En ese sentido, saludó “el esfuerzo” que el gobierno realiza a través de las “conferencias nacionales y regionales de paz y el anuncio hecho por el Presidente Nicolás Maduro sobre la creación del Consejo Nacional de Derechos Humanos”. Y subrayó las declaraciones de la Fiscal General “en el sentido de aplicar el peso de la ley a quienes la hayan transgredido en el ejercicio de sus funciones; como así también asegurando el debido proceso a todos aquellos que se encuentren en situación de detención”.
Previamente, Insulza destacó desde la OEA la necesidad de que se establezca un diálogo que busque terminar con “los duros enfrentamientos en las calles, las descalificaciones recíprocas y los sucesivos procesamientos y destituciones de miembros de la oposición que continúan ocurriendo en Venezuela”.
Indicó que “la misión conciliadora que emprenderán en los próximos días los ministros de la Unasur, constituye una nueva oportunidad para que las partes en conflicto reconozcan la urgencia de acordar puntos mínimos de entendimiento, que permitan que todos se sienten a la mesa de buena fe”.
Una misión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sostuvo la semana pasada en Caracas conversaciones con el Gobierno, la oposición y actores económicos, sociales y religiosos, de las cuales surgieron una serie de recomendaciones, entre ellas deponer la violencia y respetar los derechos humanos y el orden democrático. La oposición denunció que la policía dispersó anoche en Caracas una manifestación de apoyo al encarcelado jefe del partido Voluntad Popular (VP), Leopoldo López, con bombas lacrimógenas, perdigones e incluso piedras, hecho que dejó varios heridos. Los dirigentes de VP habían convocado a una marcha hasta el Tribunal Supremo de Justicia para pedir la liberación del López y de estudiantes detenidos en el marco de las protestas iniciadas el 6 de febrero, pero decidieron permanecer en la plaza ante la presencia de un cordón policial. “Nos empezaron a reprimir como a las seis de la tarde (19.30 en la Argentina), vinieron policías desde varios ángulos y empezaron a disparar perdigones y bombas lacrimógenas a los jóvenes que estaban allí en resistencia pacífica”, el diputado Juan Guaidó. (VP). (Télam)
“La ONU en Venezuela se encuentra altamente preocupada por el alto costo en vidas humanas que se ha registrado en el país con motivo de las protestas que se vienen sucediendo desde el 12 de febrero”, expresó la organización multilateral a través de un comunicado, tras conocerse ayer la cifra de 39 muertos a causa de los disturbios callejeros. “Respetamos y solicitamos que se le respete el derecho de manifestarse pacíficamente al nutrido grupo de jóvenes acampados frente a las oficinas de la ONU”, precisó, e instó a los jóvenes a que “sean respetuosos con la ciudadanía, permitiendo el tránsito vehicular y el acceso al edificio donde se encuentra la ONU por la entrada principal”.
En ese sentido, saludó “el esfuerzo” que el gobierno realiza a través de las “conferencias nacionales y regionales de paz y el anuncio hecho por el Presidente Nicolás Maduro sobre la creación del Consejo Nacional de Derechos Humanos”. Y subrayó las declaraciones de la Fiscal General “en el sentido de aplicar el peso de la ley a quienes la hayan transgredido en el ejercicio de sus funciones; como así también asegurando el debido proceso a todos aquellos que se encuentren en situación de detención”.
Previamente, Insulza destacó desde la OEA la necesidad de que se establezca un diálogo que busque terminar con “los duros enfrentamientos en las calles, las descalificaciones recíprocas y los sucesivos procesamientos y destituciones de miembros de la oposición que continúan ocurriendo en Venezuela”.
Indicó que “la misión conciliadora que emprenderán en los próximos días los ministros de la Unasur, constituye una nueva oportunidad para que las partes en conflicto reconozcan la urgencia de acordar puntos mínimos de entendimiento, que permitan que todos se sienten a la mesa de buena fe”.
Una misión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) sostuvo la semana pasada en Caracas conversaciones con el Gobierno, la oposición y actores económicos, sociales y religiosos, de las cuales surgieron una serie de recomendaciones, entre ellas deponer la violencia y respetar los derechos humanos y el orden democrático. La oposición denunció que la policía dispersó anoche en Caracas una manifestación de apoyo al encarcelado jefe del partido Voluntad Popular (VP), Leopoldo López, con bombas lacrimógenas, perdigones e incluso piedras, hecho que dejó varios heridos. Los dirigentes de VP habían convocado a una marcha hasta el Tribunal Supremo de Justicia para pedir la liberación del López y de estudiantes detenidos en el marco de las protestas iniciadas el 6 de febrero, pero decidieron permanecer en la plaza ante la presencia de un cordón policial. “Nos empezaron a reprimir como a las seis de la tarde (19.30 en la Argentina), vinieron policías desde varios ángulos y empezaron a disparar perdigones y bombas lacrimógenas a los jóvenes que estaban allí en resistencia pacífica”, el diputado Juan Guaidó. (VP). (Télam)
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