“Entremos o no, es un gran año”

En el abanico de las virtudes humanas, la paciencia es una de las más difíciles de encontrar. No es fácil dejar que el tiempo haga su trabajo, pero nunca es aconsejable acelerar el proceso de maduración. Con los equipos pasa lo mismo. El Jockey, que supo estar antepenúltimo y que hasta hace tres fechas veía la clasificación al Súper 8 como algo intangible desde cualquier otro punto de vista que no fuera el matemático, hoy está entre los ocho primeros de la tabla. Dicho de otra manera, si hoy terminara la fase, el “cañero” jugaría el Súper 8.

Pero Alejandro Rojas sabe que no es así, que todavía falta. Así y todo, desborda el optimismo de quienes tienen todo para ganar y nada para perder. “Cada partido es un objetivo a corto plazo. Para esta última parte nos mentalizamos de que cada uno era una final. Contra Aguará lo jugamos como tal, aunque se tratase de un rival con menos experiencia, para respetar una línea de conducta. Y contra Huirapuca igual”, comenzó a desarrollar su punto el tercera línea, una de las figuras en la importantísima victoria sobre el 15 de Concepción, que significó la cuarta consecutiva. Esa racha le dio 17 de los 33 puntos que acumula.

“Venimos cumpliendo esos pequeños objetivos, como eslabones de una cadena, y confieso que el conjunto me resulta sorprendente. Me sorprende nuestra posición en la tabla, aunque no por eso pienso que no la merezcamos. El trabajo de Jockey este año viene siendo impecable. Por eso creo que, aunque sería maravilloso cumplir el objetivo mayor de entrar al Súper 8, si no se da no hay que ponerse mal, porque este ya es un gran año para el equipo”, amplió Rojas, quien volvió esta temporada a Jockey luego de operarse por una lesión y hacer la residencia de Medicina.

Hasta dónde llega el sendero de la “caña” se sabrá en las últimas dos fechas, en las que enfrentará nada menos que a uno de los campeones (Cardenales) y al líder Tucumán Rugby. Rojas no se achica: “sé que hay equipos mejores que otros, más prolijos, con mejores individualidades y ritmo de juego, pero los 13 años que llevo jugando en Primera me enseñaron que ningún rival es imbatible”.