Como un fantasma, el desempleo acecha

 la gaceta / foto de oscar ferronato (archivo) la gaceta / foto de oscar ferronato (archivo)
24 Agosto 2014
El segundo trimestre del año ha dado claras muestras sobre el deterioro del mercado de trabajo argentino. Si bien el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) ha reconocido el incremento interanual del índice al 7,5%, más preocupante es el porcentaje de ocupación que también está a la baja, y que alcanzó al 41,4%. Es el nivel más bajo desde el primer trimestre de 2006, cuando llegó al 40,7% de la población, de acuerdo con la serie estadística. El dato es relevante porque la tasa de desocupación mide solamente el porcentaje de habitantes que busca trabajo y no lo encuentra, sin contemplar a quienes, desalentados, ya salieron del mercado laboral.

Tucumán no queda al margen de esta tendencia. El organismo nacional dio cuentas de un aumento de casi dos puntos en la tasa de desempleo, pasando del 3,4% al 5,5% hasta junio pasado. Según los registros oficiales, en el Gran Tucumán-Tafí Viejo hay 20.000 personas desocupadas, 7.000 más que hace un año.

Pese a que algunas encuestas señalan que la imagen presidencial se habría beneficiado del enfrentamiento con los “buitres”, esas ganancias de popularidad serían efímeras de persistir el deterioro económico actual, especialmente en la medida que se estaría afectando al mercado laboral, aunque el problema trate de ser minimizado por las autoridades, indica Empiria Consultores.

Las mismas cifras oficiales ya indican problemas en la creación de empleo, especialmente en el sector privado. En ese marco, resulta previsible que, de profundizarse la recesión como consecuencia del default, el desempleo vuelva a rankear en lo más alto de las preocupaciones de la sociedad, con las consiguientes repercusiones políticas de cara a las elecciones del año que viene, indica la consultora en su último reporte. De hecho, las encuestas ya dan cuenta de que el desempleo desplazó a la inflación como segundo motivo de preocupación (después de la inseguridad), a pesar de que la inflación ha sido récord en el presente año.

El oficialismo sabe que el empleo es una de las variables económicas de mayor impacto político. De hecho, una de lsus banderas -dice Empiria- ha sido la creación de seis millones de puestos de trabajo, mientras que el nivel más bajo de imagen presidencial se dio en 2009 (21%) cuando la fuerte recesión económica (nunca reconocida en las cifras oficiales) implicó que el empleo total cayera por única vez en los últimos 12 años.

“Dado lo anterior, no debe sorprender que los primeros esfuerzos públicos por minimizar el impacto del default estuvieran orientados en reforzar las políticas de estímulo laboral y de subsidios orientados a evitar despidos (en el marco del Programa Repro)”, señala el reporte. Eso es lo que han pedido, por caso, los representantes sindicales de la industria textil para evitar más despidos y suspensiones en las plantas instaladas en Tucumán.

Sin embargo, en una economía cuyo déficit fiscal crece rápidamente, el margen de maniobra es reducido. “En este sentido, no será sencillo repetir la experiencia de 2009, donde el incremento del empleo público y el impulso del Programa Repro tuvieron un rol determinante para contener el deterioro del mercado laboral”, advierte la consultora. Por el momento la caída del empleo es menor, pero el desafío aumentará a medida que se vayan sintiendo con fuerza las repercusiones del default.

El nivel de suspensiones en el sector privado registrado, según el Ministerio de Trabajo, se encuentra en su mayor nivel (7 cada 1.000) desde fines de 2009, cuando lo peor de la crisis ya había quedado atrás. En la misma línea, considerando el desempleo ajustado según el nivel de actividad promedio de 2006 al 2008, la cantidad de desempleados aumentó 12,7% anual, por encima de la suba en el número de desempleados evidenciada en 2009 (+11,4% anual).

La tendencia -señala la consultora- es claramente preocupante, particularmente ante el deterioro adicional en la actividad económica que originaría el default. Considerando que la proporción de empleo público registrado ya ha crecido sensiblemente desde 2009, y que el déficit fiscal primario se ha ampliado de manera vertiginosa, es difícil esperar que el deterioro del mercado laboral pueda ser mitigado como en 2009, a través de mayor contratación de personal e incrementos en los Repro.

En 2009, los Repro alcanzaron los 142.000 trabajadores, lo que implica que evitaron una contracción máxima del 2,5% del empleo privado registrado. En la actualidad los beneficiarios del Repro son 33.000 (0,5% del empleo privado registrado). Para equiparar el 2,5% logrado en 2009 deberían aumentar a 158.000 los beneficiarios del Repro, lo que supone una erogación anual de $ 3.800 millones, calcula Empiria, que presionaría sobre las cuentas públicas y, en presencia del default y la consiguiente ausencia de fuentes de financiamiento, generaría mayor expansión monetaria y presionaría sobre la inflación y el mercado cambiario, agravando el deterioro económico (especialmente si la escasez de reservas se enfrenta con restricciones a las importaciones).

Por lo tanto, considerando un escenario en el que se prolonga el default, impactando sobre la actividad económica (caería cerca del 2,9% en este año), el desempleo ajustado promedio del año se acercaría al 10% de la PEA (considerando el rango medio del primer semestre y que en el primer trimestre el desempleo es estacionalmente más elevado), pronostica. Resulta inevitable que la semejante dinámica del mercado laboral termine influyendo en el humor social y en la evolución de la imagen presidencial, lo que eventualmente podría llevar a revisar la estrategia confrontativa con los holdouts, como alternativa superadora para tratar de revertir la tendencia recesiva de la economía.

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