09 Enero 2015
La noche ha caído, y empiezan a aparecer los primeros veraneantes con ganas de escuchar buena música y bandas en directo; comer algo rico y bailar. Sí, en Tafí del Valle hay mucho de esto cuando desaparece el sol (ver mapa con propuestas para noctámbulos).
Pese a la fresca, las chicas se animan a usar shorts y sandalias (el abrigo nunca está de más). Esta es la postal del recorrido nocturno, que comienza en la esquina de las avenidas Perón y Belgrano, en un clásico de la villa: Popey. En ese bar, los viernes tocan bandas (la semana pasada estuvo Liverpool) y los sábados, un DJ. Además, dispone de WiFi y, desde este año, propone una nueva carta gourmet.
Para la “previa”, un buen lugar es El Blanquito (ruta 307, Km 61), que el fin de semana pasado inauguró su ciclo nocturno: tocan bandas, y es posible pedir tragos y comer (también hay WiFi). Mañana vuelve a cantar, a partir de las 23, “Juanest” Martínez Romero.
Los veraneantes tienen otro clásico: el club, donde se organizan fiestas para mayores de 21 los viernes y sábados. Los miércoles es el momento “adolescente” (ellos hacen “la previa” en la estación de servicios de la Perón).
El recorrido termina en Recórcholis, que, por segundo año consecutivo, abre sus puertas los viernes y sábados. El boliche tiene sede en Los Castaños: ahí podés bailar hasta las 6, y acceder a WiFI, y a una variedad de tragos con y sin alcohol.
Pese a la fresca, las chicas se animan a usar shorts y sandalias (el abrigo nunca está de más). Esta es la postal del recorrido nocturno, que comienza en la esquina de las avenidas Perón y Belgrano, en un clásico de la villa: Popey. En ese bar, los viernes tocan bandas (la semana pasada estuvo Liverpool) y los sábados, un DJ. Además, dispone de WiFi y, desde este año, propone una nueva carta gourmet.
Para la “previa”, un buen lugar es El Blanquito (ruta 307, Km 61), que el fin de semana pasado inauguró su ciclo nocturno: tocan bandas, y es posible pedir tragos y comer (también hay WiFi). Mañana vuelve a cantar, a partir de las 23, “Juanest” Martínez Romero.
Los veraneantes tienen otro clásico: el club, donde se organizan fiestas para mayores de 21 los viernes y sábados. Los miércoles es el momento “adolescente” (ellos hacen “la previa” en la estación de servicios de la Perón).
El recorrido termina en Recórcholis, que, por segundo año consecutivo, abre sus puertas los viernes y sábados. El boliche tiene sede en Los Castaños: ahí podés bailar hasta las 6, y acceder a WiFI, y a una variedad de tragos con y sin alcohol.
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Tafí del Valle