07 Marzo 2015
DESTROZADA. Así quedó la alcantarilla que explotó en la ruta 336, a cuatro kilómetros de El Puestito. la gaceta en whatsapp
Ni el norte ni el sur han salido indemnes en este final del verano en el que los tucumanos ya llevamos diez días consecutivos pasados por agua, y sin mejoras aparentes, según pronósticos coincidentes de distintos organismos especializados en Meteorología.
En el norte de la Provincia, la lluvia copiosa de la noche del jueves dejó aislados a los pobladores de la localidad de El Puestito de Abajo (Burruyacu) y ni las maestras pudieron llegar a dar clases en la escuela del lugar.
Raúl Basilio, titular de Vialidad Provincial, indicó a LA GACETA que ayer, en un tramo de la ruta 336, cuatro kilómetros antes de llegar a El Puestito de Abajo, explotó literalmente por la presión del agua que cayó por las lluvias una alcantarilla de caños múltiple. “Con ella se fue parte de la ruta también. Quedó un enorme cráter de unos cuatro metros de profundidad”, explicó Basilio, y añadió que ingenieros del organismo evaluaban ayer cómo solucionar ese incidente. “No se puede hacer un badén como camino alternativo porque la profundidad es importante. Estamos analizando si allí realizaremos un puente, porque ya una alcantarilla resultaría inútil, dada la cantidad de agua que pasa por el lugar”, manifestó.
Basilio evaluó que en la zona hubo mucha tala de árboles. “Por ello el agua está destruyendo todo. Ya sucedieron otros cortes así en la zona”, afirmó.
Mientras tanto, en el sur, ayer el caudal de ríos no amainaba y seguían 400 familias aisladas. Las 10 familias de los barrios Villanueva y La Costa, de La Madrid, que habían sido evacuadas al desbordar el Marapa, retornaron a sus hogares, aunque sus casas permanecían rodeadas de agua. Otras cinco personas a las que se logró rescatar de la zona rural seguían en una dependencia comunal a la espera de que el clima mejore.
“El dique Escaba libera menos agua; pero los arroyos y canales que desembocan en el Marapa mantienen elevado el nivel de caudal de este lecho. La alerta y la preocupación se mantienen”, comentó el comisionado comunal Dardo Herrera, de La Madrid. Hasta ayer, las comunidades en situación crítica eran Sol de Mayo, La Costa, Barranca (departamento Graneros) y Sud de Lazarte, Esquina, Melcho, Los Pérez, Sud de Trejo, Palomino y Melcho, en Simoca. En toda esa zona, el acceso a la zona sólo es posible en lanchas o canoas, y en La Cocha también estaban aislados pobladores de de La Esperanza, El Mistol, Palancho y Puesto de Pérez. En los últimos días algunos lograron salir de esos parajes, ubicados a la orilla de la ruta 334, para instalarse en la ruta 38 y reclamar solución al drama que padecen. Cortaron varios días el tránsito de la carretera. Finalmente el intendente Leopoldo Rodríguez y funcionarios de Vialidad de la Provincia, escucharon sus planteos y acordaron definir un proyecto para la construcción de canales de desagües que pongan fin a los anegamientos que sufre la zona en la época de lluvia.
En el norte de la Provincia, la lluvia copiosa de la noche del jueves dejó aislados a los pobladores de la localidad de El Puestito de Abajo (Burruyacu) y ni las maestras pudieron llegar a dar clases en la escuela del lugar.
Raúl Basilio, titular de Vialidad Provincial, indicó a LA GACETA que ayer, en un tramo de la ruta 336, cuatro kilómetros antes de llegar a El Puestito de Abajo, explotó literalmente por la presión del agua que cayó por las lluvias una alcantarilla de caños múltiple. “Con ella se fue parte de la ruta también. Quedó un enorme cráter de unos cuatro metros de profundidad”, explicó Basilio, y añadió que ingenieros del organismo evaluaban ayer cómo solucionar ese incidente. “No se puede hacer un badén como camino alternativo porque la profundidad es importante. Estamos analizando si allí realizaremos un puente, porque ya una alcantarilla resultaría inútil, dada la cantidad de agua que pasa por el lugar”, manifestó.
Basilio evaluó que en la zona hubo mucha tala de árboles. “Por ello el agua está destruyendo todo. Ya sucedieron otros cortes así en la zona”, afirmó.
Mientras tanto, en el sur, ayer el caudal de ríos no amainaba y seguían 400 familias aisladas. Las 10 familias de los barrios Villanueva y La Costa, de La Madrid, que habían sido evacuadas al desbordar el Marapa, retornaron a sus hogares, aunque sus casas permanecían rodeadas de agua. Otras cinco personas a las que se logró rescatar de la zona rural seguían en una dependencia comunal a la espera de que el clima mejore.
“El dique Escaba libera menos agua; pero los arroyos y canales que desembocan en el Marapa mantienen elevado el nivel de caudal de este lecho. La alerta y la preocupación se mantienen”, comentó el comisionado comunal Dardo Herrera, de La Madrid. Hasta ayer, las comunidades en situación crítica eran Sol de Mayo, La Costa, Barranca (departamento Graneros) y Sud de Lazarte, Esquina, Melcho, Los Pérez, Sud de Trejo, Palomino y Melcho, en Simoca. En toda esa zona, el acceso a la zona sólo es posible en lanchas o canoas, y en La Cocha también estaban aislados pobladores de de La Esperanza, El Mistol, Palancho y Puesto de Pérez. En los últimos días algunos lograron salir de esos parajes, ubicados a la orilla de la ruta 334, para instalarse en la ruta 38 y reclamar solución al drama que padecen. Cortaron varios días el tránsito de la carretera. Finalmente el intendente Leopoldo Rodríguez y funcionarios de Vialidad de la Provincia, escucharon sus planteos y acordaron definir un proyecto para la construcción de canales de desagües que pongan fin a los anegamientos que sufre la zona en la época de lluvia.