La presión fiscal llegó para quedarse en Tucumán

Análisis sobre el incremento de las alícuotas observado entre 2004 y 2013

08 Marzo 2015
Tucumán no deja de ser una de las provincias con mayor presión fiscal de la Argentina. Hasta se destaca como una de las jurisdicciones en la que el Estado demanda una mayor contribución de sus ciudadanos, dice el reporte elaborado por los economistas Eduardo Robinson y Pablo Pero, de la consultora Robinson & Asociados. Y llegaron a esa conclusión tomando como referencia el comportamiento impositivo entre 2004 y 2013. “Una elevada presión desincentiva la inversión, que es el principal impulsor de la incorporación de tecnología y el trabajo genuino”, advierten en el reporte al que accedió DINERO. Más aún, altas cargas sobre los contribuyentes en una región donde las demás provincias presentan niveles de presión mucho más bajo genera fugas hacia las provincias vecinas.

El indicador más usado para las comparaciones interprovinciales es la recaudación total como porcentaje del Producto Bruto Geográfico (PBG). Desde esa perspectiva, los expertos hallaron:

• Todas las provincias han aumentado la recaudación propia como porcentaje del Producto. En 2004, el promedio de la presión provincial era 3%; en 2013 es 4,5% del PBG. Esto representa un aumento del 50% de la presión fiscal provincial.

• No hubo saltos abruptos en el ranking, aunque sí desplazamientos. Mendoza es la que más subió en el ranking; también Córdoba y San Juan. Santiago del Estero y Salta son algunas de las provincias que más bajaron la presión fiscal.

• Tucumán se mantiene como la provincia “más cara” en términos de servicios estatales, pero la distancia con el resto se agranda significativamente. Pasa de cobrar un 40% más que el promedio nacional en 2004, a cobrar un 80% más que el promedio nacional en 2013.

Al tomar en cuenta la recaudación per cápita, es decir, el total recaudado dividido en la población total de cada provincia, una vez más Tucumán aparece en los niveles más elevados del listado nacional. En el período que va desde 2004 hasta 2013, la provincia donde más creció la recaudación per cápita fue Formosa; allí se triplicó lo que un ciudadano paga en impuestos (en pesos constantes de 2004).

En Tucumán, el ciudadano promedio pagó en 2013 2,56 veces lo que abonaba en 2004. Es decir, si en 2004 pagaba $ 1 de impuestos locales al Estado, en 2013 pagó $ 2,56 (ya deflactando por la inflación; sin descontar la inflación, por cada peso de 2004 se pagarían $ 10,7 por persona en 2013). En promedio, sostienen los economistas, la recaudación real per cápita de las provincias fue en 2013 equivalente 2,2 veces la de 2004.

Al diseñar la estrategia impositiva provincial hay que tener en cuenta quiénes son nuestros principales competidores: las demás provincias, advierten Robinson y Pero. Por eso, la elevada presión fiscal de Tucumán se presenta como un problema. “Mientras la provincia es una de las de mayor presión en el país, todas nuestras vecinas del NOA se encuentran de la mitad de tabla hacia abajo, argumentan.

La Provincia no puede ser más cara que sus competidores, a menos que ofrezca beneficios superlativos. En ese sentido, Tucumán es el distrito de mayor población y riqueza, lo que puede significar un mejor mercado; pero la diferencia no es abismal. El PBG de Tucumán no llega a representar el 25% del total del NOA (Jujuy + Salta + Catamarca + Santiago del Estero + La Rioja + Tucumán). Un valor que, por ejemplo, es muy similar al de Salta, provincia que presenta casi la misma población, pero una presión fiscal mucho menor, finalizan.

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