Cambiar de raíz, no queda otra para San Martín

El "Santo" está asfixiado por el descenso a raíz de múltiples errores que se tradujeron en derrotas y para vencer a Belgrano debe corregirlos ya.

A NO DEJAR PASAR LA CHANCE. Coyette sabe que contra Belgrano San Martín se juega una de sus últimas cartas. Vencer a los cordobeses es una obligación. foto de marcelo ruiz A NO DEJAR PASAR LA CHANCE. Coyette sabe que contra Belgrano San Martín se juega una de sus últimas cartas. Vencer a los cordobeses es una obligación. foto de marcelo ruiz
14 Febrero 2019

San Martín llegó a una situación límite. La derrota en Mendoza contra Godoy Cruz dejó al equipo en el fondo de la tabla de promedios y oscureció aún más un panorama que ya pintaba complicado luego de la derrota en casa con Defensa y Justicia.

Un punto sobre 12 posibles, dos derrotas en fila, constantes cambios de nombres y esquemas dentro del equipo y un rendimiento colectivo bajísimo, casi idéntico al que eyectó de su cargo a Darío Forestello en el arranque de esta travesía por la Superliga, indican que el equipo debe dar una vuelta de rosca urgente si es que quiere dar pelea en esa complicadísima misión que es mantener la categoría.

Las caras largas y las miradas hacia el piso con las que la delegación de San Martín dejó el domingo el mundialista de Mendoza, dejaron en claro que la cosa no viene bien. En medio de una de sus peores crisis futbolísticas del último tiempo, el “santo” recibirá mañana la visita de Belgrano en un juego que es casi la final del Mundo para los de La Ciudadela.

“No queda otra, hay que meterle. Necesitamos la unión de todos para sacar adelante esta situación. Estoy seguro de que vamos a recuperarnos”. La frase contundente de Gastón Coyette plantó bandera de cara al futuro inmediato. El entrenador es consciente de que el margen para el error pasó de ínfimo a casi nulo. San Martín debe sacar 12 puntos de los 21 que quedan en juego para tratar de quedarse un año más en la elite del fútbol nuestro de cada día. Sí, nada más y nada menos que el 57 por ciento de las unidades que hay en el camino.

Eso se traduce en cuatro victorias y tres derrotas, o en tres victorias, tres empates y una caída. La misión es realmente complicada teniendo en cuenta que durante la era Coyette, el equipo apenas pudo recolectar el 36 por ciento de los 39 puntos que disputó. Con él como entrenador, el “Santo” cosechó tres victorias, sumó cinco empates y sufrió igual cantidad de caídas.

El foco de conflicto hoy por hoy es el pobre nivel de juego. San Martín muestra una alarmante fragilidad defensiva, tiene una lentitud en las transiciones que lo hace un equipo timorato y previsible y una de sus principales falencias es la casi nula generación de fútbol, teniendo en cuenta que sin victorias su futuro estará casi irremediablemente en la B Nacional.

Para colmo, el cambio de sistema táctico también le jugó en contra. No se explica por qué el DT cambió lo que le había rendido frutos en el último tramo del año pasado. Durante esa recta final, donde San Martín consiguió enderezar una nave navegaba con rumbo desconocido. La defensa salía casi de memoria y en el medio sólo había dudas en el carril derecho.

Pero con la llegada de los refuerzos, Coyette pareció mezclar y repartir de nuevo. Matías García volvió a jugar como lateral por izquierda, en una posición que claramente no siente y la estrategia de jugar con dos centrodelanteros cayó a los más profundo del océano.

Con García exiliado en la última línea, los delanteros casi que fueron espectadores en el arranque de este año. Y el resultado fue contundente: de los cinco goles que marcó en este 2019, cuatro fueron de pelota parada; lo que deja en claro que el equipo casi tiene capacidad de juego.

Otro punto clave en este asunto es que al equipo se lo vio muy caído anímicamente en los últimos juegos. En el segundo tiempo contra Defensa casi que mostró todo su miedo a perder y en Mendoza sufrió de sobremanera los tres cachetazos que le propinó el “Tomba”.

Por eso, de cara a la finalísima con Belgrano, al “Santo” no le queda otra que levantar en todos los aspectos. Coyette debe utilizar el inflador anímico de inmediato y, de ahí en más, corregir los errores defensivos y tratar de encontrar la manera para que el equipo pueda generar más situaciones de gol; y sobre todo convertirlas. “Hay que seguir trabajando y darle las herramientas a los muchachos para que puedan sacar adelante el partido. Y acá en casa debemos aprovechar el enorme apoyo de nuestra hinchada”, aseguró el DT.

San Martín apunta al “Pirata”. Si en Bolívar y Pellegrini anhelan zafar del descenso, ganar este duelo es casi una obligación. Pero para ello debe haber cambiar en todo sentido.

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