Para Mercedes y sus pilotos, no será una temporada más

PRUEBAS. En Barcelona, las “Flechas de Plata” fueron las que más giraron. PRUEBAS. En Barcelona, las “Flechas de Plata” fueron las que más giraron.

El equipo Mercedes fue campeón del mundo por sexta vez en 2019 y sin dudas es el rival a vencer, en especial para Ferrari y para Red Bull. El W11 es el nombre del auto que usarán Lewis Hamilton y Valtteri Bottas en la temporada que empieza el 5 de julio en Austria.

En las pruebas de seis días de Barcelona, en febrero, fue el monoplaza más rápido. También fue el equipo que más giros sumó. La aerodinámica de las “Flechas de Plata” parece ser como un vino: cada año que pasa, se pone mejor. La unidad de potencia no falla nunca y los nuevos sistemas que diseñan parecen sacados de un sueño. Un buen ejemplo es el DAS, Dual Axis Steering, el sistema que presentaron en los testing y que revolucionó la F-1. Los pilotos tiran el volante hacia atrás cuando entran en la recta, poniendo la dirección más rígida y haciendo el coche más estable. Pero al llegar a la curva, Hamilton y Bottas empujan el volante hacia delante, las suspensiones se abren y el neumático tiene más superficie de contacto con la pista. La ventaja que produciría es drástica. A priori, una genialidad del equipo alemán, pero parece ser que es una idea que ya llevaba un tiempo en el paddock y que nadie se había atrevido a llevar adelante porque no está claro que se ajuste a la normativa. “No se puede hacer ningún ajuste a ningún sistema de suspensión mientras el coche está en movimiento”, dice el reglamento. La FIA aún no se pronunció al respecto.

Pero como saben todos los fanáticos, el auto no es todo. Ese todo lo completan los pilotos. Bottas tuvo un gran 2019 quedándose con el segundo lugar y demostrando lo veloz y seguro que se siente. Pero, ¿podrá este año poner en aprietos a su compañero? En Drive to Survive, el documental de Netflix que refleja las temporadas 2018 y 2019 de la F-1, dice: “es frustrante ser el compañero de Hamilton porque realmente es muy rápido”. Nadie duda de eso. Lewis se prepara para, quizás, el año más importante de su carrera. Si gana sumará siete títulos del mundo, lo que lo dejaría junto con Michael Schumacher como el hombre con más títulos.

Declaró en sus redes sociales que aprovechó el parate por la pandemia para entrenarse como nunca había tenido la posibilidad de hacerlo. Está enfocado. Y además, enojado. La muerte de George Floyd le afectó, tanto, que decidió dedicarle unas palabras a los dirigentes de la FIA: “nadie dice nada y nadie mueve un dedo en mi industria, que es un deporte por supuesto dominado por blancos. Soy una de las pocas personas de color, y me siento solo”. Además se sumó a la marcha pacífica que el movimiento Black Lives Matter hizo en Londres. Su presencia tuvo fuerte repercusión mundial. Hace años que el campeón se juega poniendo el cuerpo en muchas causas que defiende ferozmente. Todo esto vuelve 2020 muy especial. No es un año más para Hamilton. No es un año más para Mercedes y sin dudas no es un año más para la F-1.

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