Claves para el ejercicio pos-covid

Un error común entre quienes han padecido la enfermedad (especialmente los asintomáticos) es retomar la actividad física en forma intensa o sin haber realizado estudios cardiológicos.

MEDIDA. Con un seguimiento profesional a conciencia, Moreno volvió a entrenarse. MEDIDA. Con un seguimiento profesional a conciencia, Moreno volvió a entrenarse.

Para quien está acostumbrado a hacer actividad física con cierta regularidad (ir al gimnasio, salir a correr, andar en “bici”, jugar al fútbol, etcétera), se hace doblemente difícil sobrellevar el aislamiento en caso de contraer covid-19. Entre el curso de la enfermedad y el período de recuperación necesario para poder realizar los estudios correspondientes transcurre por lo menos un mes y medio. Y en la ansiedad por recuperar la condición física previa al contagio, se suele cometer el error de apresurar los tiempos.

Miguel Palou, coach del box El Cártel, hace hincapié en la progresividad, la prudencia y la paciencia como claves para retomar el ejercicio. “Tuve alumnos recuperados de covid-19 que al volver describieron distintas sensaciones, porque ningún caso es igual al otro. Algunos manifestaron secuelas, como palpitaciones, bajas de presión o disminución de la capacidad pulmonar, dolores de cabeza o mareos, mientras que otros no. Los que se entrenaban habitualmente se adaptan más rápido, pero suelen frustrarse al principio porque notan que perdieron condición física. Es importante tener paciencia”, aconseja.

Por haber padecido la enfermedad, “Mike” conoce de primera mano esas sensaciones. “Vivirlo me ayudó a entender mejor a algunos alumnos, porque el espectro de síntomas y secuelas es muy amplio. En mi caso fue leve y controlado. El hecho de mantenerme bien físicamente seguramente haya contribuido a que mi recuperación fuera buena y rápida. Desde que el médico me dio el alta, comencé a caminar. A quien esté en condiciones de hacerlo, le recomiendo empezar dando unas cinco vueltas a la manzana, a paso tranquilo. En la medida que uno se sienta bien, ir aumentando la distancia o probar con bicicleta, en el llano y despacio. En mi caso, pude hacerlo sin problemas, pero sí experimenté agitación, falta de fuerza o leve mareo al realizar ejercicios isométricos básicos. Por eso es importante hacerlo en forma gradual. Eso no quiere decir hacerlo en forma lenta, sino progresiva”, advierte Palou.

Por otro lado, apunta que también es común confundir secuelas de la covid-19 con condiciones preexistentes. “Muchos pacientes jóvenes visitaron un cardiólogo por primera vez después de haber sufrido al virus. Por eso, es posible que algunas patologías cardíacas sean previas y no consecuencia de la enfermedad”, aclara.

Tiempo al tiempo

Aunque a estas alturas pueda resultar obvio para algunos, no está de más recordar que no es recomendable hacer ninguna clase de ejercicio mientras se está cursando la enfermedad. “Esto independientemente de cuál sea la sintomatología y la gravedad del cuadro. Incluso siendo asintomático, hay evidencias de que hacer ejercicio en esa etapa puede complicar el cuadro. En el período activo de la enfermedad, necesitamos descansar y alimentarnos bien. Una vez concluido ese período, y dependiendo de cómo haya transcurrido la enfermedad y de los estudios pertinentes, el deportólogo indicará vuelta gradual a la actividad física. Hay personas que reaccionan muy bien a los primeros estímulos y se recuperan rápidamente, y otros que lo hacen más lento. En cualquier caso, hay que ser prudente y no exigirse de más”, se explaya Palou.

Al mismo tiempo, subraya la importancia de que los entrenadores transmitan ese mensaje y de que estén atentos a la sintomatología de los alumnos. “Hay que apoyar y entender al alumno. Es importante compartir experiencias, seguir las indicaciones médicas y ser prudentes. Soy testigo de que la actividad física es un buen aliado para recuperarse y hacerle frente a la enfermedad”, cerró sus indicaciones Palou.

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