Poscovid: "En EEUU la secuela del olfato será un problema de salud pública"

Una médica explica cómo se desarrolla la afección y cuál es el tratamiento.

La médica otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas. La médica otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas.
12 Enero 2022

Las primeras olas de la pandemia (a excepción de la ómicron) dejaron diferentes secuelas en los pacientes. Una de ellas es la anosmia, la falta total de olores, o disosmia, que es la distorsión de esa percepción. “En Argentina hay muy pocos especialistas dedicados al tema pero en Estados Unidos esta alteración alcanza a entre el 60% y el 80% de los pacientes con secuelas postcovid y se cree que pasará a ser un problema de salud pública” destaca la médica otorrinolaringóloga Stella Maris Cuevas, que vive en Buenos Aires.

En una conversación con LA GACETA, la experta en olfato, alergista e inmunopatóloga contó en qué casos se produce anosmia y cómo recuperar el olfato:

- ¿Por qué se produce la anosmia?

- La anosmia es la falta total del olfato, de manera súbita y abrupta. Una de las causas puede ser un traumatismo craneoencefálicos: uno se cae, se da un golpe anterior o posterior y de repente se da cuenta de que no tiene olfato. Como el olfato da el 80% del sabor también se pierde el gusto. El olfato da el sabor y el sabor es la capacidad de poder deleitarse ante una comida o bebida. En el gusto intervienen cinco sabores: el dulce, salado, ácido y amargo y el quinto, que está en el centro de la lengua, es llama umami que sabe a las comidas asiáticas.

La segunda causa de pérdida del olfato son las virosis. Cualquier virus, como por ejemplo el influenza, que produce la gripe o el rinovirus del resfrío, pueden dejar sin olfato en el transcurso de la enfermedad. Después se recupera pero puede quedar una secuela y eso se llaman anosmia posviral. El olor es un sentido importante porque alerta sobre la presencia de gas y de humo, nos brinda seguridad. La tercera causa son los tumores.

- ¿Cuán común es esta secuela de covid?

En la nariz hay dos epitelios, el olfatorio y el respiratorio. Los otorrinolaringólogos siempre preguntabámos al paciente cómo respira, ahora también preguntamos cómo huele. Antes el 5% de la población mundial tenía una pérdida de olfato hoy por el covid ha ascendido hasta el 80% por secuelas. Puede ser que el paciente después del alta epidemiológica recupere algo de olfato y sienta algunos olores, pero yo les digo olores covid porque no son iguales a los de antes. En algunos casos, a los cinco o seis meses aparece la disosmia, que son alteraciones olfatorias.

- ¿Qué son las disosmias?

- Es una alteración en la calidad de lo que se huele. El paciente huele pero percibe diferente al olor verdadero. Dentro de ellas están la parosmia, que es la alteración en la percepción; la fantosmia, la aparición de un olor inexistente y la hipersensibilidad olfatoria, que es cuando se huele más de lo normal. El ejemplo más común de la distorsión es el olor a café, la persona con esta afección lo siente muy desagradable y no lo puede beber. Lo mismo pasa con las comidas. Hay pacientes que sólo comen pan y queso porque es lo único que toleran. Se alimentan muy mal y están gordos.

Cuando olemos, el aire entra por la nariz es captado por los epitelios olfatorios. Hay dos tipos de células más que son las células madre y las células microvillares encagadas de traducir el estímulo químico (olor) en un estímulo eléctrico y a partir de ahí va viajando ese olor por el nervio olfatorio y llega al cerebro. Olemos a nivel cerebral en una estructura nerviosa que se llama rinencéfalo.

Las disosmias aparecen porque el olor es captado por células nuevas, que son las células madre, no las células que se lesionaron. Estas células se van reproduciendo, son captadas por un receptor y llevadas al cerebro, pero en vez de ir por la secuencia olfatoria normal van por caminos erróneos, entonces aparecen estos olores y sabores erráticos que son las distorsiones olfatorias.

- ¿Qué tratamiento hay?

- Lo importante es que consulten rápido después del alta. Indicamos fitoterapia, un tratamiento natural, basado en vitamina A, B, B1, B6, B12, C, D, y semillas de lino, girasol, chía, que actúan como antioxidantes para que se eliminen los radicales libres. Acompañamos con neuroregeneradores, complejo vitamínico B1,B6, B12, y emulsiones a nivel local, con ácido fusidico, solución salina hipertonica para mejorar la funcionalidad de la mucosa nasal, y dejamos para el final una olfatometría. Luego, rehabilitación.

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