“El sábado a la noche vimos con mi hija pasar un tipo en una moto que tenía características similares al que atacó a esa chica. Tuvimos miedo y denunciamos”, expresó Estela del Carmen Alzogaray, mujer que vive hace 10 años frente a la vía del tren en la zona conocida como camino de Nueva Esperanza. Dicho trayecto conduce al Viaducto. “Tengo muchos sobrinos y nietos, hay que cuidarlos”, agregó.
Luego del ataque que sufrió una ciclista el pasado 5 de febrero cuando andaba con sus amigas, los vecinos y visitantes a esta zona, están atemorizados. El sujeto que intentó violarla aún está prófugo. Según había informado el fiscal Daniel Marranzino, quien está cargo de la causa de E. la joven atacada, días atrás, la Justicia activó un operativo de búsqueda contra este hombre. Lo único que se conoce es que se maneja en motocicleta y se coloca un pasamontañas.
Según contó la mujer, el lugar es visitado por cientos de ciclistas toda la semana. Los sábados y domingos, además de los deportistas muchas familias se alejan de la ciudad en búsqueda de tranquilidad y naturaleza. Como es el caso de Walter Silva, que se sentó a metros del Viaducto a compartir un asado con su familia. “Deberíamos apostar a este lugar y no irnos a otro lado a vacacionar. Es una lástima que lo tengan tan abandonado. Los pastizales super altos”, opinó. “Llevamos horas acá y la Policía pasó una sola vez. Seguro estarán dos semanas nada más y no volverán. Es lo que siempre pasa acá en Tucumán”, dijo.
Los ciclistas no son los únicos en elegir estos caminos y zonas para practicar su deporte. Nahuel y Nelson, dos jóvenes motociclistas dijeron visitar muy seguido el lugar con amigos. “Nos parece divertido. Siempre se ven ciclistas y familias. Nos enteramos de lo que le pasó a esa chica y es horrible. No nos gustaría pasar por algo así. Ahora nos manejamos al menos más atentos”, expresó Nahuel.
Según relató Estela (mujer que reside a orillas de la vía), en toda la zona se comenta que el atacante se manejaría en cualquier horario y la Policía los tranquilizó diciendo que ante cualquier dato, consulta o temor, les avisaran a las autoridades. “A unos metros viven mis hijas, hermana y sobrinas. Se dice que sale desnudo y a cara tapada. Algunos dicen que aparece más en la zona de los limones, ya no sabemos. Hay que cuidarse como sea”, dijo.
Uno de los agentes policiales que recorren la zona del Viaducto en una camioneta roja, informó que en las últimas semanas se reforzó la seguridad. “Es mi segundo recorrido de la tarde y a la mañana estuvo un compañero. Estamos vigilando el lugar”, dijo.
Hasta el momento, los vehículos, ciclistas y motociclistas pudieron acceder a este lugar. Según dijo el oficial, el portón de acceso quedará cerrado en corto tiempo.
El ataque
La tarde del sábado 5 de febrero, E. paseaba en bicicleta junto a sus dos amigas L. y A. en la zona de Nueva Esperanza camino al Viaducto, cuando un hombre atacó a una de ellas y quiso violarla.
“E. quedó atrás de nosotras y en un momento me doy vuelta, y un tipo estaba encima de ella. La había hecho caer de su bici y quería abusar de mi amiga. Fue horrible el momento”, había relatado L.S días después del hecho. El agresor estaba desnudo y con un pasamontañas puesto. Según contó L., ella le tiró con una piedra para que se fuera y se alejó. “Se metió en la finca de los limones. Ayudamos a mi amiga y nos fuimos”, agregó la joven. Minutos más tarde, las jóvenes realizaron la denuncia en la comisaría de Tafí Viejo. La causa ahora está a cargo del fiscal Marranzino en la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual III.