Por Luciana Nadales y Gustavo Rodríguez 16 Marzo 2022
LA ZONA ROJA. Los vecinos del Viaducto reconocieron que hay un joven que recorre la zona desnudo. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
Primero hicieron una denuncia en la Policía y luego descargaron todo su temor, su enojo e indignación. “Hoy fuimos con mi hija al Cadillal por la finca y, cuando regresábamos, encontramos al tipo este con el pasamontaña y desnudo. Pedaleamos rápidamente, sin parar. Mi hija se daba vuelta para ver si nos perseguía. Nunca lo hizo. Pasamos unos momentos terribles. Esperemos que lo encuentren lo antes posible”, indicó M. D. P. G.. El agresor del Viaducto del Saladillo cometió otro ataque justo el día que se puso en dudas la veracidad del testimonio de la víctima del primer caso denunciado. Además, en un recorrido que realizó con LA GACETA por el lugar, una biker dijo que sufrió un abuso deshonesto por el mismo sospechoso.
El hecho se registró ayer pasadas las 17. Según consta en la denuncia, madre e hija transitaban por el camino que lleva a ese lugar cuando, a 30 metros de la vía del ferrocarril, se les presentó un joven de más de 40 años que tenía el rostro cubierto con un pasamontaña negro, sin pantalones y mostrando sus partes íntimas. Según consta en la denuncia, el sujeto no las atacó, sino que les hizo gestos como para que se acercaran a él. Ambas escaparon a toda velocidad.
En la huida, se toparon con efectivos de la Policía que cumplían con tareas de vigilancia en la zona, los cuales salieron a buscarlo. También contaron con la colaboración del propietario de una finca de limones que recorrió el interior del predio sin resultado positivo. El caso ya está siendo investigado por el fiscal Daniel Marranzino.
“Un tipo en moto se acercó a nosotras y me tocó la cola cuando andábamos en bici con mi amiga”, expresó a LA GACETA C. R. una biker que sufrió abuso deshonesto, que reconoció no haber denunciado. “Fue horrible, le gritamos de todo, pero la cosa siguió. Él buscaba algo más”, expresó la joven que señaló que el ataque se registró hace un año en la misma zona.
“Mi amiga vio a un hombre que estaba parado en medio del sol, en una motocicleta, con su celular. Yo no le presté atención, pero ella sí. Al rato, íbamos charlando y vemos que pasa este tipo, muy cerca de nosotras, por un camino de tierra y me toca la cola. Nosotras le gritamos y él nos hizo señas, se fue”, añadió C. R.
Preocupación
Con estos dos nuevos casos, son cinco los ataques que se conocieron hasta el momento, pero serían muchos más. El 5 de febrero una joven fue atacada en el mismo lugar cuando transitaba junto a dos amigas que lograron rescatarla y escapar. Por la denuncia que realizaron ante las autoridades y en las redes sociales, descubrieron que el agresor había protagonizado otros dos hechos similares en menos de un año, pero ninguna de ellas se presentó por pudor en la Policía para realizar la denuncia. Y ahora se sumaron estos dos nuevos episodios.
Luego de haber tomado estado público el caso, vigías municipales de Tafí Viejo y policías de la Unidad Regional Norte realizaron tareas de prevención, trabajo que siguen cumpliendo. “Hay más policías, podíamos transitar más tranquilas, pero evidentemente, este enfermo aparece de vez en cuando”, expresó María Laura Rodriguez. “Estamos trabajando intensamente para dar con el autor de estos ataques y protegiendo a los ciclistas. No vamos a parar hasta poder encontrarlo”, señaló el comisario Joaquín Girvaux que está al frente de la pesquisa. “Le pedimos a la sociedad que colabore denunciando los casos para que se pueda determinar ciertas cuestiones que nos permitirán identificarlo y detenerlo”, agregó.
Paralelamente, en base a la primera denuncia que se realizó, personal de la fiscalía que conduce Marranzino realizó numerosas medidas con la Policía y con el Equipo Científico de Investigación Fiscal. Desde hace semanas tendrían una lista de por lo menos tres sospechosos, pero hasta el momento no lograron sumar pruebas en contra de alguno. “La investigación sigue, no se detuvo nunca. Vamos a acumular los dos casos denunciados y esperamos que otras víctimas hagan lo mismo para que podamos detenerlo, procesarlo y condenarlo”, indicó una fuente de tribunales.
Más testimonios
Estela Alzogaray, quien reside hace 12 años a orillas de las vías del ferrocarril en camino de Nueva Esperanza, dijo haber visto al atacante que aparece desnudo y con pasamontañas. “Se llenó de policías acá el lunes a la tarde por lo que le sucedió a esta chica. La otra vez lo vi a lo lejos y se perdió entre las fincas. Con mi familia estamos con miedo porque acá hay muchos niños y este tipo anda suelto”, expresó. Según dijo, nadie de la zona pudo reconocerlo. “Queremos atraparlo. Esto comenzó hace poco. Vivimos tranquilos por muchos años y ya no”, dijo.
Domingo, uno de los trabajadores de la finca de limones de la zona, dijo estar preocupado por lo que está sucediendo. “Tengo hijas y nietas, no quiero ni imaginarme. Por esta zona sólo nos manejamos los trabajadores, pero se mezclan con otras quintas y lugares. Sí vemos pasar chicos en moto, pero no sabemos quién puede ser el encapuchado. Puede ser cualquier persona”, finalizó preocupado.
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