Inflación, deuda y dólar, estigmas de un país en crisis

La inflación, la corrida del dólar y el endeudamiento en pesos han marcado a fuego a este 2022 que se va. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) cerró por debajo del 100% anual, pero deja a 2023 un arrastre estadístico demasiado elevado que, según las consultoras privadas, continuará en la zona del 90% anual. La divisa estadounidense, a su vez, se llevó puesto a dos ministros de Economía que no pudieron acumular los billetes que necesitan las reservas internacionales del Banco Central para preservar el valor de la moneda nacional y, a la vez, cumplir los compromisos financieros. Ese proceso le costó el puesto a Martín Guzmán y, luego, a Silvina Batakis. La deuda en pesos se ha convertido en una verdadera bola de nieve. Con todo esto, Sergio Massa llegó al Palacio de Hacienda con el objetivo de encarrilar el rumbo y convertirse en lo que la política ha denominado “el plomero del Titanic”. Con sus contactos en el mercado nacional e internacional, el líder del Frente Renovador tiene el crédito que sus antecesores perdieron por la falta de políticas macroeconómicas.  

El último espaldarazo se lo dio el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), al aprobar la tercera revisión del acuerdo con la Argentina, y por el que el país obtuvo un desembolso de U$S 6.000 millones. Esos billetes le dieron un respiro a las reservas del Banco Central.

Massa tiene como objetivo mejorar las expectativas. Pero por ahora no muestra un programa macroeconómico que sea sustentable y que ataque la cuestión de fondo a los problemas recurrentes de un país en crisis. “Tenemos que derrotar la idea de que la Argentina es un país inviable porque el mundo nos da una enorme oportunidad”, supo decir el titular del Palacio de Hacienda, con la idea de mejorar las perspectivas. Que la inflación de noviembre haya cerrado por debajo del 5% ha contribuido a esa meta.

Su viceministro, Gabriel Rubinstein, ha señalado cuál es el plan que el equipo económico proyecta para el primer semestre del año que se avecina. “Mejor política fiscal, mejor política monetaria, importante proceso de acumulación de reservas, acuerdos de precios bien diseñados y coherentes con los fundamentos macro. #ArgentinaAvanza en camino al superávit fiscal primario y dólar único. Falta mucho, pero estamos avanzando”, escribió el economista en su cuenta en Twitter.

En el Ministerio de Economía de la Nación han resumido cuáles han sido las acciones que adoptó Massa desde que asumió la conducción de esa cartera el 3 de agosto pasado.

• Hace 150 días se propuso recorrer con medidas económicas y de práctica de acuerdos un trabajo que permita cada 70 días ir logrando una baja progresiva de la inflación.

• El objetivo es que la inflación de abril del año que viene tenga el 3% hacia adelante.

• Se viene recorriendo un sendero en el que de cada 60 días se consolida una rebaja de un punto de inflación. El término hiperinflación ha desaparecido del lenguaje cotidiano del mercado.

• En 2023, la economía va a crecer por arriba del 3,5% y 2022 va a cerrar por arriba del 5% de crecimiento, proyectan en el Palacio de Hacienda. La Argentina necesita generar capacidad de pago.

• Las reservas pasaron de negativas (-U$S 426 millones) a positivas (+U$S 7.000 millones).  

• Se ordenaron las relaciones y desembolsos del FMI, BID y Banco Mundial.

• El gasto bajó del 12,4% de déficit en agosto a cumplir la meta del 2,5%.

• Se implementó un nuevo régimen de comercio exterior controlando la fuga de dólares a través del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).

• Se puso en marcha un programa de precios, con sendero en 49.000 productos de consumo masivo y de producción y precio fijo en 2.000 productos que explican 68% del consumo de la gente.

• Se lanzó un plan de precios congelados hasta marzo para comprar 72 modelos diferentes de celulares.

• Se fijó tope al ingreso de personal en la administración pública nacional.

• Se anunció la segmentación de tarifas y topes de consumo en luz, gas y agua para promover ahorro de recursos y un sistema más progresivo de subsidios.

• Se aprobó el proyecto de Presupuesto Nacional 2023.

• Se impulsaron medidas de promoción para sectores estratégicos para la economía argentina como la energía, el sector automotriz y la economía del conocimiento. Estas iniciativas generarán mayor producción, más trabajo argentino e incrementarán las exportaciones, aportando al objetivo de seguir acumulando reservas, señalan en el entorno de Massa.

• La primera etapa del Programa de Incremento Exportador generó un cierre de operación de U$S 8.123 millones de exportaciones y se declaró un ingreso de divisas por U$S 7.646 millones.

• Se firmó el intercambio de información fiscal con Estados Unidos y Massa le pidió al Congreso una ley de blanqueo.

• Se puso en marcha una política de reordenamiento de los programas sociales.

Hasta allí, la enumeración de acciones que encaró la actual conducción económica. Con estas medidas, Massa ganó tiempo. Es lo que parte del mercado ha denominado el “Plan Aguantar”. La economía en general y la inflación en particular forman parte de las preocupaciones de los argentinos. El futuro de la gestión depende de cuánto el Gobierno accione para normalizar la economía, más allá de las elecciones presidenciales. Massa tiene el desafío de reconstituir la confianza de un país que usualmente incumplió sus compromisos. El empresario quiere reglas claras de juego para invertir. El ciudadano más estabilidad de precios. Todos los agentes económicos reclaman un plan. Esas son las premisas para lo que queda de esta gestión y, probablemente, las que heredará la próxima administración de gobierno.

Comentarios