Son 40 las ternas que actualmente tiene el Poder Ejecutivo a disposición para comenzar a cubrir las más de 100 vacantes en la Justicia. El máximo problema es que a pesar de esto, desde hace un año que el gobernador no decide el nombre de ninguno de los candidatos, y por ende no los envía a la Legislatura para comenzar a cubrir esos cargos.
La próxima semana, luego de un pedido expreso de la Corte Suprema de Justicia y del Colegio de Abogados, la Legislatura nombrará a dos jueces subrogantes para el fuero civil, en Familia y Sucesiones: Pablo Eugenio Barbaglia y de Melisa Velia Hanssen Giffoniello. El primero fue propuesto para el juzgado de la IV Nominación, y Hanssen Giffoniello, para el de la VI.
Pero la situación está lejos de solucionarse. O en realidad a partir del 29 de octubre quedará en manos de Osvaldo Jaldo, quien asumirá al frente de la gobernación. Para esto será fundamental el trabajo de quien seguramente será su ministro de Gobierno, Regino Amado, y sobre todo del ex juez federal Mario Racedo, quien sería el titular de la secretaría de Justicia y Derechos Humanos. Ellos deberán comenzar a decidir quienes pueden cubrir cada una de las vacantes y enviar los nombres a la Legislatura para su aprobación. Si la Cámara, con su nueva composición, no aprueba el pliego, la Casa de Gobierno deberá elegir otro nombre del listado hasta que se consiga la aprobación legislativa. En ese sentido, Jaldo mencionó que por unanimidad se acordó tratar los pliegos dado que es un fuero sensible que necesita que se cubran las vacantes.
En el caso de las subrogancias, hay dos procesos vigentes. Por un lado cuando se prevé una vacante de largo tiempo se recurre a quienes ya aprobaron los exámenes del Consejo Asesor de la Magistratura y que están incluidos en terna para cubrir algunos de los juzgados. Es el caso de lo que sucederá con Barbaglia y con Hanssen Giffoniello, quienes ya habían superado la instancia del CAM. Pero ellos estarán al frente de los juzgados hasta tanto el gobernador elija un titular. La otra posibilidad, cuando el tiempo de vacancias es menor, por ejemplo de casos de licencia, se recurre a titulares de otro juzgado en un trámite que se resuelve mediante una acordada de la Corte.
Ya pasó casi un año desde la última vez que se dio una jura de jueces en Tucumán: fue el 3 de noviembre del año pasado, cuando asumieron 10 magistrados. Y la última vez que la Legislatura trató pliegos fue el 26 de octubre del año pasado. Pero la ley no le impone plazos al gobernador, por lo que dependerá pura y exclusivamente de Jaldo para comenzar a solucionar un problema que, a decir de los miembros del Colegio de Abogados, está provocando una crisis institucional.