Los jubilados, atados a la evolución inflacionaria

Según los economistas, los cambios en la movilidad podrían mejorar los haberes en el corto plazo, respecto a lo que ocurriría con la actual ley, pero no garantiza el largo plazo.

CON LA MIRADA EN LAS VARIABLES MACRO. Los jubilados tendrán que seguir el Índice de Precios para saber de cuánto será el aumento en el haber. CON LA MIRADA EN LAS VARIABLES MACRO. Los jubilados tendrán que seguir el Índice de Precios para saber de cuánto será el aumento en el haber.

“Es muy duro llegar a esta edad. Gano la mínima y salí a comprar huevos de Pascua para mis nietos. Me asusté cuando vi los precios; valen tanto como los medicamentos que una tiene que tomar”. Ofelia tiene 70 y largos años. Salía de un supermercado, con la desazón de no poder llevar esas golosinas, cuando LA GACETA le consultó acerca de qué piensa sobre la fórmula que ha elegido el Gobierno para mejorar su haber jubilatorio. “Son cosas de políticos, pero a mi no me consultaron nada, si con eso puedo sobrevivir, si como o puede costear los remedios”, acota la jubilada. Es probable que con el bono de $ 70.000, que renovará la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), su ingreso supere los $ 241.000, un monto que equivale a la mitad del costo de una canasta básica promedio de una familia tipo para no ser considerado pobre.

“Seguimos siendo la variable de ajuste de este modelo económico y de los anteriores también. Ellos deciden y a los jubilados no se les pregunta si la fórmula será tan mágica para recuperar el poder adquisitivo. Eso es imposible”, afirma Luis Arroyo, dirigente del movimiento Jubilados por la Patria.

Esta semana, mediante el Decreto 274/2024, el Gobierno oficializó la nueva fórmula de movilidad para las jubilaciones y pensiones, por la que desde julio se actualizarán mensualmente de acuerdo con las variaciones del nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Pero eso no fue todo. Días después, anunció que desdoblará en dos pagos la liquidación de abril

POR REDES SOCIALES. Caputo explicó las razones del pago en dos tramos. POR REDES SOCIALES. Caputo explicó las razones del pago en dos tramos.

El régimen de movilidad del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) alcanza a un conjunto amplio de beneficios. Afecta los ingresos de unos 7,1 millones de beneficiarios del sistema de jubilaciones y pensiones, a 1,9 millones de beneficiarios de Prestaciones no Contributivas y de unos 8,8 millones de niños cubiertos por los programas de asignaciones familiares.

El último aumento por la Ley de Movilidad Jubilatoria correspondiente al primer trimestre 2024 fue del 27,18% y además se le sumó un bono extra de $ 70.000 para que ningún jubilado reciba menos de $ 204.445 en marzo. Ahora dará un incremento extraordinario de 12,5% para compensar parcialmente las pérdidas ocasionadas por el proceso inflacionario del último año. Asimismo, se adicionará el 13,24% correspondiente al IPC de febrero a cuenta de la movilidad a pagar en junio.

Los jubilados, atados a la evolución inflacionaria

La génesis de la fórmula se remonta a 2008, cuando se sancionó la Ley 26.417 de movilidad jubilatoria, a partir de ella, las jubilaciones comenzaron a actualizarse automáticamente dos veces por año, en marzo y en septiembre, en base a una fórmula que dependía de la evolución de salarios y recaudación, recuerdan Marcelo Capello y María Laura Caullo, economistas del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral). Posteriormente, en diciembre de 2017 se cambió la fórmula (Ley 27.426), por una que tenía en cuenta a la inflación y a los salarios de períodos anteriores y el monto de las jubilaciones pasó a actualizarse trimestralmente. En 2020 se suspendió movilidad y la actualización de haberes se otorgó por DNU de manera discrecional. En 2021, entra en funcionamiento la actual fórmula de movilidad (Ley 27.609) que retomó las bases de la fórmula de 2008, guarismo producto de la variación de salarios y la recaudación, aunque se mantuvo la actualización trimestral plasmada en la fórmula de 2017. “Los cambios en la movilidad podrían mejorar los haberes en el corto plazo, respecto a lo que ocurriría con la actual ley, pero no necesariamente a largo plazo”, plantean los investigadores.

Según el estudio que elaboraron, en los 10 años que van de 2014 a 2023, en siete ocasiones la inflación superó a la movilidad previsional y, por ende, el haber real cayó. Desde 2014, cada vez que la inflación aceleró y el PBI bajó, el haber jubilatorio cayó, salvo en 2022. Además, se observa que a partir de 2018 los haberes reales tendieron a perder poder adquisitivo con mayor frecuencia, generalmente coincidiendo con caídas del Producto y aceleraciones de la inflación.

Los jubilados, atados a la evolución inflacionaria

“El gasto en jubilaciones evolucionó con tendencia creciente entre 2004 y 2017, tanto por mayor cantidad de beneficiarios a partir de las moratorias, como por varios años de mejoras reales en los haberes”, indica el diagnóstico al que accedió LA GACETA. En 2015, las erogaciones alcanzaron un 8,9% del PBI, el doble que en 2004. No obstante, en 2017 se ubica uno de los picos de la serie, donde los desembolsos en jubilaciones fueron de $ 17,7 billones (9,5% del Producto)

A partir de 2017, el gasto en jubilaciones fue decreciendo todos los años en términos reales y casi siempre respecto a la producción del país. 2023 cerró con un gasto en jubilaciones comparable al de 2012, representando 7,7% del PBI o equivalentes a $ 14,4 billones. Con respecto a 2015, el gasto cayó un 11,1% en términos reales y se redujo en 1.3 puntos del PBI, pasando de 8,9% en 2015 a 7,7% el último año.

Escenarios posibles

Según los economistas, aplicar movilidad por inflación reciente mejora inicialmente los haberes respecto de lo que ocurriría con la ley actual de movilidad, gracias a la actualización extraordinaria de abril, pero a largo plazo los haberes evolucionarían por debajo de lo que se desprendería de la actual ley de movilidad, en escenarios en que la inflación baja y la producción se recupera levemente. “En términos de gasto público -continúan- se leería a la inversa, manteniendo la actual ley de movilidad al inicio se ahorraría más en jubilaciones, pero a mediano y largo plazo se gastaría más”. Claro que, si el escenario económico futuro resulta en algún momento en inflación creciente y Producto Bruto Interno que cae, las anteriores conclusiones se invierten

Si el objetivo de la fórmula de movilidad es preservar el poder adquisitivo de las jubilaciones en el tiempo, brindando certidumbre a sus beneficiarios sobre la evolución de sus poderes de compra, resulta conveniente utilizar la inflación como regla de movilidad, con el menor rezago posible, sugieren. “Si, en cambio, el objetivo es que las jubilaciones evolucionen en forma similar a los salarios, los haberes reales van a mejorar si el PBI y la productividad crecen a largo plazo, pero decrecen en caso contrario”, completan. De una u otra forma, los jubilados y pensionados estarán obligados a seguir, con atención, la evolución de las variables macroeconómicas de un país en crisis. Otro motivo para sus preocupaciones cotidianas.

Lo que dijo Caputo: “Es un tema puramente administrativo”

El ministro de Economía, Luis Caputo, justificó el pago en dos tramos de los haberes jubilatorios de abril. “Es un tema puramente administrativo”, escribió el titular de Hacienda en su cuenta en la red social “X”. 

“El proceso de liquidación de haberes lleva un mes. La Anses ya tenían procesado el haber según el criterio anterior.  Lo del DNU con el nuevo aumento salió después, por lo que hubo que iniciar un proceso nuevo por el incremento”, explicó Caputo. .

El organismo había informado que la primera liquidación será el haber y en una segunda, en el mismo mes, se abonará el aumento por movilidad previsional y el bono de $ 70.000-. La mínima de abril será de $ 171.283,31 que, sumado al bono, se irá a $ 241.283,31.

La nueva fórmula

A partir de julio, las jubilaciones y pensiones se actualizarán, de forma automática y mensual, por el IPC, es decir, por la inflación.

No hay un aumento mínimo garantizado, pero la nueva fórmula asegura que los haberes no pierdan poder adquisitivo frente a la inflación.

En abril, los jubilados recibirán un aumento del 12,5% más un bono de $ 70.000. En mayo, se aplicará un adelanto de la movilidad de junio.

El aumento de abril se pagará en dos partes: en la primera se dará el haber de abril y en la segunda el aumento por movilidad más el bono.


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